sábado, 2 de mayo de 2015

¿De qué trata el cap. 9 de Levítico?

“¡Los títulos en las biblias impresas no son inspirados!”, protestaba un hermano biblista debido a que un predicador daba demasiada importancia a los títulos que aparecen en la edición de la Biblia Reina-Valera 1960. Efectivamente, los títulos de las ediciones impresas de la Biblia no son inspirados ni aparecen en los manuscritos, han sido agregados por los editores para ayudar la lectura. Generalmente son útiles en la lectura, pero no siempre son pertinentes. Muchas veces nos encontramos con títulos desorientadores o que no hacen justicia al texto.
El cap. 9 de Levítico, en la edición de la versión Reina-Valera 1960, tiene un título no muy apropiado. El capítulo se titula simplemente: “Los sacrificios de Aarón”. Sin embargo, otros títulos podrían ser mucho más apropiados. Un título que señale el carácter especial de estos sacrificios pues constituyen el inicio de la labor sacerdotal. Otras posibilidades son: “Los primeros sacrificios de Aarón”, “Los sacrificios inaugurales de Aarón”, “El inicio de la labor sacerdotal”, “Aarón empieza a ejercer su oficio”, “Aarón inicia su ministerio sacerdotal”. La Biblia de las Américas tiene un título más apropiado: “Primeros sacrificios de Aarón”, del mismo modo la Nueva Versión Internacional tiene un mejor título: “Los sacerdotes inician su ministerio”, la versión Dios Habla Hoy: “Aarón inicia su sacerdocio”, la Biblia de Jerusalén Latinoamericana: “Los sacerdotes inauguran su ministerio”.
Los títulos que aparecen en otras versiones ayudan a identificar la clase de sacrificios que son ofrecidos por Aarón. La inauguración del sacerdocio aarónico es fundamental en la narración. Hasta aquí se habían ofrecido las instrucciones, las leyes de los sacrificios. Ahora, leemos cómo estas instrucciones son llevadas a la práctica ¡por primera vez! El capítulo llega a su clímax con la manifestación de la gloria de Dios y del fuego consumidor. La escena cierra con el entusiasmo del pueblo que a la vez muestra profunda reverencia al postrarse.

domingo, 5 de abril de 2015

El malhechor en la cruz y las tumbas en Beth She'arim

El ladrón penitente en la cruz constituye un ejemplo de la gracia de Dios para con el pecador. Pero, ¿podemos decir algo más? Decir algo más siempre es sospechoso. Sin embargo, en este caso diré algo más, aunque esto despierte suspicacias. Si bien es cierto que la palabra “fe” no aparece explícitamente, la petición (quasi oración) del ladrón es una de las confesiones de fe más extraordinarias que he leído en los evangelios. El desdichado delincuente le pidió al Señor:
 Ἰησοῦ, μνήσθητί μου ὅταν ἔλθῃς εἰς τὴν βασιλείαν σου (Lc. 23:42)
“Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”
Gracias a Nahman Avigad por su reporte preliminar de las excavaciones en Beth She'arim recogidos en su artículo “Excavations at Beth She'arim, 1954: Preliminary Report” publicado en Israel Exploration Journal Vol. 5, No. 4, 1955 p. 234, nosotros podemos saber que la expresión κύριε μνήσθητί “Señor acuérdate” aparece en inscripciones (epitafios) de tumbas. Estos epitafios son oraciones que expresan la fe puesta en el Señor. Este detalle también es señalado por Hans Kosmala, Hebräer - Essener - Christen: Studien Zur Vorgeschichte der Frühchristlichen Verkündigung (BRILL, 1959), pp. 418-420. Esta oración está en armonía con el uso de dicha expresión en el AT que expresa la confianza en la salvación y benevolencia de YHWH, además de la esperanza escatológica judía:
LXX 1 Samuel 1:11 καὶ ηὔξατο εὐχὴν κυρίῳ λέγουσα Αδωναι κύριε ελωαι σαβαωθ ἐὰν ἐπιβλέπων ἐπιβλέψῃς ἐπὶ τὴν ταπείνωσιν τῆς δούλης σου καὶ μνησθῇς μου καὶ δῷς τῇ δούλῃ σου σπέρμα ἀνδρῶν καὶ δώσω αὐτὸν ἐνώπιόν σου δοτὸν ἕως ἡμέρας θανάτου αὐτοῦ καὶ οἶνον καὶ μέθυσμα οὐ πίεται καὶ σίδηρος οὐκ ἀναβήσεται ἐπὶ τὴν κεφαλὴν αὐτοῦ
LXX Nehemías 5:19 μνήσθητί μου ὁ θεός εἰς ἀγαθὸν πάντα ὅσα ἐποίησα τῷ λαῷ τούτῳ
LXX Nehemías 13:14 μνήσθητί μου ὁ θεός ἐν ταύτῃ καὶ μὴ ἐξαλειφθήτω ἔλεός μου ὃ ἐποίησα ἐν οἴκῳ κυρίου τοῦ θεοῦ
LXX Nehemías 13:22 καὶ εἶπα τοῖς Λευίταις οἳ ἦσαν καθαριζόμενοι καὶ ἐρχόμενοι φυλάσσοντες τὰς πύλας ἁγιάζειν τὴν ἡμέραν τοῦ σαββάτου πρὸς ταῦτα μνήσθητί μου ὁ θεός καὶ φεῖσαί μου κατὰ τὸ πλῆθος τοῦ ἐλέους σου
LXX Nehemías 13:31 καὶ τὸ δῶρον τῶν ξυλοφόρων ἐν καιροῖς ἀπὸ χρόνων καὶ ἐν τοῖς βακχουρίοις μνήσθητί μου ὁ θεὸς ἡμῶν εἰς ἀγαθωσύνην
LXX Salmo 24:7 (25:7) ἁμαρτίας νεότητός μου καὶ ἀγνοίας μου μὴ μνησθῇς κατὰ τὸ ἔλεός σου μνήσθητί μου σὺ ἕνεκα τῆς χρηστότητός σου κύριε
LXX Salmo 105:4 (106:4) μνήσθητι ἡμῶν κύριε ἐν τῇ εὐδοκίᾳ τοῦ λαοῦ σου ἐπίσκεψαι ἡμᾶς ἐν τῷ σωτηρίῳ σου
LXX Jeremías 15:15 κύριε μνήσθητί μου καὶ ἐπίσκεψαί με καὶ ἀθῴωσόν με ἀπὸ τῶν καταδιωκόντων με μὴ εἰς μακροθυμίαν γνῶθι ὡς ἔλαβον περὶ σοῦ ὀνειδισμὸν
Lucas 23:42 καὶ ἔλεγεν• Ἰησοῦ, μνήσθητί μου ὅταν ἔλθῃς εἰς τὴν βασιλείαν σου.
No solo es sorprendente la fe de este malhechor que está en la escena circunstancialmente sin ser un seguidor de Jesús, sino también la petición de restauración escatológica que es dirigida exclusivamente a YHWH ahora es solicitada a Jesús. El criminal contempla a Jesús como el Juez Definitivo a quien solo puede suplicarle que se acuerde por Su gracia pues obviamente el malhechor no ha hecho nada para merecer estar con el Rey. Definitivamente, ¡ese malhechor tuvo mucha más lucidez que todos los líderes religiosos y eruditos de la Torá juntos!

lunes, 23 de marzo de 2015

Estructura de Levítico (Wenham)

Como había prometido, compartiré algunas reflexiones a partir de mis lecturas de Levítico, según me lo permita el tiempo. Empecemos con la estructura del libro, aquí me serviré del trabajo de Wenham con algunas modificaciones (1979:4), los capítulos y versículos están de acuerdo a la edición en español de la Reina-Valera 1960:
I. Leyes acerca del sacrificio (1:1–7:38)
  A. Instrucciones para el pueblo (1:1–6:7)
    1. La ofrenda de holocausto (cap. 1)
    2. La ofrenda de cereal (cap. 2)
    3. La ofrenda de paz (cap. 3)
    4. La ofrenda de purificación (4:1–5:13)
    5. La ofrenda de reparación (5:14–6:7)
  B. Instrucciones para los sacerdotes (6:8-7:38)
   1. La ofrenda de holocausto (6:8–13)
   2. La ofrenda de cereal (6:14–18)
   3. La ofrenda de cereal del sacerdote (6:19–23)
   4. La ofrenda de purificación (6:24–30)
   5. La ofrenda de reparación (7:1–10)
   6. La ofrenda de paz (7:11–36)
   7. Sumario (7:37–38)
II. Institución del sacerdocio (8:1–10:20)
  A. Ordenación de Aarón y sus hijos (cap. 8)
  B. Los primeros sacrificios de Aarón (cap. 9)
  C. El juicio contra Nadab y Abiú (cap. 10)
III. La inmundicia y su tratamiento (11:1–16:34)
  A. Animales inmundos (cap. 11)
  B. Impureza por parto (cap. 12)
  C. Enfermedades impuras (cap. 13)
  D. Limpieza de enfermedades (cap. 14)
  E. Secreciones impuras (cap. 15)
  F. Purificación del Tabernáculo por la impureza (cap. 16)
IV. Prescripciones para la santidad práctica (17:1–27:34)
  A. Principios básicos acerca del sacrificio y del alimento (cap. 17)
  B. Principios básicos acerca de la conducta sexual (cap. 18)
  C. Principios con relación al prójimo (cap. 19)
  D. Crímenes capitales y otros delitos graves (cap. 20)
  E. Reglas para los sacerdotes (cap. 21)
  F. Reglas con respecto a comer sacrificios (cap. 22)
  G. Festividades religiosas (cap. 23)
  H. Reglas para el Tabernáculo (24:1–9)
  I. Un caso de blasfemia (24:10–23)
  J. El año sabático y el jubileo (cap. 25)
  K. Exhortación para obedecer la Ley: Bendición y maldición (cap. 26)
  L. Redención de las ofrendas votivas (cap. 27)
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Gordon J. Wenham (1979). The Book of Leviticus. NICOT; Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co.

martes, 23 de diciembre de 2014

Navidad: celebrar o no celebrar, he ahí el dilema

Resulta interesante que diciembre despierte debates interminables, a veces pintorescos aunque no dejan de ser bizantinos. No cabe duda que, sin remontarnos a saturnalias y a un pasado que nos es remoto e ignoto, lo que se celebra en la sociedad occidental no es a Jesús el Mesías. Se celebra el materialismo, el consumismo, el egolatrismo, el comercio, etc.
Hay libertad para celebrar o no el acontecimiento del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo. Pero, los cristianos que optan por celebrar, ¿hay alguna razón bíblica o algún precedente en las Sagradas Escrituras para recordar y gozarse en el acontecimiento del nacimiento de Nuestro Salvador? A mi juicio, el relato bíblico es clarísimo. Si el nacimiento de Jesús no hubiera sido relevante para la iglesia apostólica, ¿por qué el Espíritu Santo condujo a dos de los evangelistas, Mateo (caps. 1-2) y a Lucas (caps. 1-2), para que nos registrasen tantos detalles del nacimiento de Jesús? Estos evangelios fueron escritos 20 o 30 años después de la muerte de Jesús el Mesías, sin embargo el nacimiento del Mesías es crucial para sus respectivos relatos.
El nacimiento de Jesús el Mesías fue celebrado con adoración por los magos del oriente:
diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. (Mt. 2:2 RV60)
Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. (Mt. 2:10-11 RV60)
Sin lugar a dudas, directamente de la Biblia, de los evangelios surge esta declaración angelical:
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. (Lc. 2:10-11 RV60)
La multitud de huestes celestiales lo celebró con alabanza:
Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: (Lc. 2:13 RV60) 
Los pastores igualmente lo celebraron:
Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. (Lc. 2:20 RV60)
Celebrar es "festejar un acontecimiento" (DRAE). La concepción virginal y el posterior nacimiento de Jesús el Mesías ¿no es motivo de celebración? Hoy hay personas que rechazan que Jesús el Mesías sea Dios. En aquellos años de la vida del apóstol Juan, era a la inversa, pues la feroz batalla consistía en defender la verdadera humanidad de Jesús. Juan escribe con un tono vencedor que esa humanidad está verificada porque Jesús el Mesías no fue un ser etéreo:
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Jn. 1:14 RV60)
Y, en sus cartas el anciano insiste victorioso frente a los que niegan la humanidad de Jesús el Mesías:
En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y éste es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. (1Jn. 4:2-3 RV60)
Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. (2Jn. 1:7 RV60)
La doctrina de la encarnación de Jesús el Mesías fue y es central en la confesión de la iglesia cristiana. Esa encarnación de Jesús incluye la concepción virginal y el nacimiento de Jesús. Como también lo sostiene Pablo, que el nacimiento es ponerse bajo la ley y humillarse.
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, (Gl. 4:4 RV60)
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; (Flp. 2:5-7 RV60)
Definitivamente, celebrar a Cristo y Su Encarnación no es ni pagano ni antibíblico. Los judíos en esta época del año celebran Janucá, una fiesta judía extra-bíblica surgida en el período intertestamentario, que festeja una luz milagrosa en la Menorá que duró un octeto de días. Pero, los cristianos tenemos la oportunidad de celebrar a la Verdadera Luz del Mundo (Jn. 9:5) que nunca se apaga, pues resplandece por la eternidad. Esa Luz venía a este mundo (Jn. 1:9). Celebremos, quienes optan por hacerlo, como Pablo cuando se expresa así del gran misterio de la piedad.
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria. (1Ti. 3:16 RV60)

martes, 18 de noviembre de 2014

"Instruye [ḥănōk] al niño en su camino" (Proverbios 22:6) y el abuso de usar raíces

Instruye al niño en su camino, 
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. (Proverbios 22:6)
Probablemente este es uno de los versículos más usado, y lamentablemente más abusado, con relación a la crianza de los hijos. Por ejemplo, los esposos Pearl (Para entrenar a un niño) lo usan como base bíblica para legitimar su metodología de entrenamiento, o mejor dicho adiestramiento, de niños como si se tratase de animales. Los Pearl al proponer el acondicionamiento ¡están más cerca de Pavlov que de Salomón! Lo preocupante es que muchas personas toman esto como el método correcto, el método bíblico, y los evangélicos que no lo aplican estarían yendo contra Dios.
Una interpretación más sofisticada, pero igual de desorientadora es la que se basa en la raíz hebrea. Puede sonar muy erudita e impresionante, y por eso puede parecer legítima y con autoridad. Sin embargo, es una falacia. El verbo árabe حَنَكَ (ḥanaka) que proviene de حَنَكٌ (ḥanakun), se parece al verbo hebreo חָנַךְ (ḥānak). El verbo árabe se conecta con la costumbre de la partera de mojar su dedo en aceite o jugo de dátiles exprimidos para masajear el paladar y encías del recién nacido con el fin de estimular la succión. Esto se puede encontrar en Arabic-English Lexicon por Edward William Lane (London: Willams & Norgate 1863). Los léxicos hacen referencia a este significado del árabe como un detalle diacrónico (histórico), pero a la hora de presentar el significado sencillamente no toman en cuenta tal significado diacrónico.
Generalmente, la interpretación es más o menos así: “instruir, entonces, significa estimular, inspirar, no obligar ni coaccionar. Hay que aprovechar el instinto del niño para guiarle”.Pero, siempre hay un “pero”. El verbo árabe también se referiría a poner freno en la boca del caballo para mantenerlo sumiso. La segunda supuesta enseñanza sería: “Hay que usar la disciplina para frenar al niño y someterlo, a fin de orientar su fuerza para cumplir con su propósito”.
Lamentablemente, por muy pintoresca que pueda ser esta interpretación ha cometido dos falacias.
  1. Usa el significado de raíz (etimológico), y hasta se remonta al árabe para atribuirle un significado sin considerar el contexto ni el significado usual.
  2. Atribuye selectivamente dos significados cuya única relación es la raíz que significa paladar.
No se ha tomado en cuenta el significado sencillo que está claramente indicado en los léxicos que se reducen a dos: “Instruir, dedicar” [1].
Hay dos alternativas de interpretación:
  1. Instruir, que no se refiere a tratar como caballos salvajes a los niños, o adiestrarlos como animales. Tiene el sentido de educar, de enseñar. 
  2. Dedicar, porque la palabra hebrea ḥānak comparándola en otros contextos se utiliza para dedicar una casa (Dt. 20:5), el templo (1 R. 8:63; 2 Cr. 7:5) o una imagen (Dn. 3:2). El sustantivo ḥănukkâh habla de la dedicación de un altar (Nm. 7:10; 2 Cr. 7:9) y de los muros de Jerusalén (Neh. 12:27). Entonces, este proverbio aconsejaría consagrar al niño.
Para un análisis más extenso, puede revisar el trabajo de Ted Hildebrandt, "Proverbs 22:6a: Train Up a Child?" Grace Theological Journal 9.1 (1988) 3-19.

Actualización:
No había incluido a la exégesis judía. Bueno, prácticamente la pedagogía judía entendió que este texto involucra la enseñanza y la disciplina, y todo este proceso debía estar centrado en la Torah (cf. M. Sukkah 3.15; Tosefta Ḥagigah 1.3; etc.).
Para un estudio con citas de la tradición judía, ver Alan Cooper, “On the Social Role of Biblical Interpretation: The Case of Proverbs 22:6” en With Reverence for the Word: Medieval Scriptural Exegesis in Judaism, Christianity, and Islam (Jane Dammen McAuliffe et al. eds.; Oxford: Oxford University Press, 2003), 180-193. 
 
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[1] Consúltese Francis Brown et al., Hebrew and English Lexicon, 335; Ludwig Koehler et al., The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, 334; William Lee Holladay et al., A Concise Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, 110.

martes, 7 de octubre de 2014

Cuando los hijos causan dolor a los padres

Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío! (2S. 18:33) 
A pesar del comportamiento de Absalón, el dolor que experimenta David nos muestra el amor de un padre. En estos últimos días, por medio de la red me he enterado de la decisión de Bart Campolo (hijo del influyente líder evangélico Tony Campolo) de dejar la fe cristiana y ahora identificarse como agnóstico. El 30 de septiembre Christianity Today publicó un artículo comentando esta "desconversión", ese día quedé consternado. Los comentarios acerca de temas como herejías, apostasía y el cristianismo "light" se pueden multiplicar. Pero, en este momento pienso en el padre, pienso como padre. No estoy tratando de ser melodramático, sino de empatizar con Tony Campolo. Desde que se enteró Tony Campolo el 2011 vive con el dolor. Hay un libro que tienen planeado publicar titulado "Un diálogo doloroso entre un padre evangélico y su hijo agnóstico". No dudo acerca de lo doloroso. Por eso, nuestras plegarias a Dios sean por ambos.

jueves, 18 de septiembre de 2014

El amor (ἀγάπη) ¿es solo una decisión?

No sé cuántas veces escuché o leí esta definición de amor-ἀγάπη: “el amor-ἀγάπη es una decisión”. La ecuación es directa: amor-ἀγάπη = decisión. Con respecto a esto hay gran consenso entre muchos predicadores, consejeros y educadores. La mayoría usa esta ecuación, pero eso no la convierte en verdad. Mi problema es que hasta ahora no he encontrado esta ecuación en ninguno de los léxicos estándares del griego del Nuevo Testamento. 
Y, como un plus se afirma que al ser el amor-ἀγάπη una decisión entonces los procesos afectivos (sentimientos, emociones, pasiones) son excluidos de la definición de amor-ἀγάπη. Se argumenta que como en la Biblia el verbo ἀγαπάω aparece en imperativo (especialmente ἀγαπᾶτε), entonces debe tratarse de una decisión y no de sentimientos o emociones. Con esta lógica, puesto que “alegrarse” aparece en imperativo (cf. Ro. 15:10: “Alegraos [εὐφράνθητε imperativo], gentiles, con su pueblo”), ergo la alegría no es una emoción o sentimiento sino una decisión.

jueves, 11 de septiembre de 2014

"Siervo de Dios" ¿expresión reservada sólo para pastores o misioneros?

Con frecuencia he oído decir que quienes deciden prepararse en un seminario (para ser pastor/misionero/obrero) es porque ha decidido “servir a Dios”. La ecuación es sencilla, ser pastor/misionero = servir a Dios. El problema está en que a veces se usa un lenguaje excluyente: ser pastor/misionero = servir a Dios; por tanto, quien no es pastor/misionero = no sirve a Dios. Aunque nadie conscientemente lo diría (aunque algunos sí lo dicen con todas sus letras), se afirma tácitamente. Por ejemplo, la expresión “siervo de Dios” en muchas iglesias está reservada exclusivamente para quienes son pastores/misioneros. Se da por sentado que quienes no son pastores o misioneros no son "siervos de Dios". Esto se hace evidente aún más porque no se suele usar este epíteto con todos los hermanos regularmente, y si se usa con algún hermano que no es pastor ni misionero es con un tono de elogio. Ser “siervo de Dios” en algunas iglesias es el equivalente a un “Doctor honoris causa”.
El concepto de ser “siervo de Dios” ha perdido su contenido bíblico de ser esclavo de Dios, algo que describe a todo creyente.  Permítaseme citar:
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios [δουλωθέντες δὲ τῷ θεω], tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. (Ro. 6:22)
no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo [δοῦλοι Χριστου], de corazón haciendo la voluntad de Dios; (Ef. 6:6)
como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios [θεοῦ δοῦλοι]. (1P. 2:16)
La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos [τοῖς δούλοις αὐτοῦ] las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, (Ap. 1:1)
porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos [τῶν δούλων αὐτοῦ] de la mano de ella. (Ap. 19:2)
Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos [οἱ δοῦλοι αὐτοῦ], y los que le teméis, así pequeños como grandes. (Ap. 19:5)
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos [οἱ δοῦλοι αὐτοῦ] le servirán, (Ap. 22:3)
Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos [τοῖς δούλοις αὐτοῦ] las cosas que deben suceder pronto. (Ap. 22:6) 
La solución no es dejar de usar esta expresión (“siervo de Dios”), sino darle el sentido y el alcance bíblico. Es decir, que no es un título honorífico al estilo secular. “Siervo de Dios” designa nuestra condición de esclavos sujetos y pertenecientes a Dios. No estoy en contra de referirnos a pastores/misioneros como “siervos de Dios”. El problema es cuando se usa únicamente con ellos excluyendo a quienes no son ni pastores ni misioneros. La expresión “siervos de Dios” se aplica a todos los verdaderos creyentes pues somos esclavos de Dios.

lunes, 25 de agosto de 2014

Dios abrió el corazón de Lidia (Hechos 16:14)

Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. (Hch. 16:14) 
Este texto me ha hecho reflexionar. El texto griego usa la palabra διανοίγω que significa "abrir". En Lc. 24:31 se les abre los ojos a los discípulos, es decir, entienden y comprenden que se trata de Jesucristo. En este texto lo que es abierto es el corazón de Lidia. El corazón era visto como el centro de la afectividad, la volición, los valores y los pensamientos. Esta apertura a la palabra es un acto Divino, qué duda cabe. El significado de esta apertura interior no es solo la recepción de la palabra de Dios, sino la asimilación del evangelio. La palabra de Cristo viene al ser humano, es recibida, es encarnada en el ser humano. En la primera parte se dice que ella estaba oyendo, pero para que se reciba la palabra Dios tiene que intervenir. Es un acto inmediato de Dios, no hay mediación, no hay intermediarios. Pablo, su voz, los textos citados, el argumento, el tono, la elocuencia, el tiempo, la motivación, capturan los oídos de Lidia, pero solo Dios abre el corazón. ¡Agradezco a Dios por abrir mi corazón!

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Tenemos Libre Albedrío? ¿Dios es Soberano? ¿Tenemos presuposiciones?

Un tema de reflexión en la Teología cristiana es la relación entre la Soberanía de Dios y la Responsabilidad/Libre Albedrío del ser humano. Como en muchas cuestiones teológicas hay un debate que tiene siglos de antigüedad. Alguien podría protestar diciendo que el debate teológico carece de importancia, lo que realmente importa es la Biblia y no lo que hayan dicho los teólogos a lo largo de la historia. De vez en cuando se oirá otra voz que diga "yo no soy esto ni lo otro, yo soy bíblico". Ciertamente lo que importa es ser bíblico, pero al ir al texto bíblico ya vamos con nuestras presuposiciones. Me gustaría ejemplificar este punto citando un texto del Antiguo Testamento y luego formular preguntas relacionadas con el debate. El texto es Génesis 45:3-8:
3 Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. 4 Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. 5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. 6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. 8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.
Este texto afirma que los hermanos de José le vendieron a Egipto, pero luego también afirma que Dios fue el que envió a José a Egipto. Luego, José concluye que no fueron sus hermanos los que le enviaron a Egipto, sino Dios. 
Se pueden plantear muchas preguntas como éstas: ¿Podemos solamente quedarnos con lo que dice el texto? ¿José está afirmando lo que sucedió o está interpretando lo sucedido? Si era el punto de vista de José ¿es posible que estuviera equivocado o es verdad lo que afirmó? ¿José está usando una figura literaria llamada hipérbole, es decir, solo está exagerando? ¿José está dando una interpretación piadosa y bondadosa de los actos perversos de sus hermanos? ¿Los hermanos de José tenían verdaderamente Libre Albedrío o solo fueron actores de un plan predeterminado por Dios? ¿Dios ejerció su Voluntad Soberana en cada acción o solo fue Soberano al decidir acomodarse a las elecciones humanas? Si Dios envió a José a Egipto, ¿José está diciendo que Dios fue la causa de la envidia en el corazón de los hermanos de José que les llevó a venderlo? O, ¿José está diciendo que Dios es el autor en el sentido de que Él sabía de antemano que al ser vendido por sus hermanos, José llegaría a ser el segundo al mando en Egipto, así Dios soberanamente “permitió” que sucedieran las cosas? Y, las preguntas se puede multiplicar...
Tener presuposiciones es tener las respuestas de antemano a estas preguntas. La solución es ser honestos y conscientes de nuestras presuposiciones e ir corrigiéndolas al leer el Texto Sagrado.