Hay una anécdota ficticia, pero muy graciosa, que ilustra el “método” que muchas personas usan para leer la Biblia. John F. McArthur la cuenta de este modo:
Tal vez usted ha escuchado la historia familiar del hombre que, buscando dirección para una decisión importante, decidió cerrar los ojos, abrir su Biblia, "pasar el dedo por la página y conseguir dirección de cualquier versículo que su dedo iluminara. Su primer intento lo llevó a Mateo 27:5: “(Judas) se fue y se ahorcó.” Pensando que ese versículo realmente no era de mucha ayuda, determinó probar de nuevo. Esta vez su dedo se detuvo en Lucas 10:37, y las palabras de Jesús eran: “Ve y haz tú lo mismo.” No dispuesto a rendirse, probó una vez más. Esta vez su dedo vino a parar en las palabras de Jesús en Juan 13:27: “Lo que estás haciendo, hazlo pronto.”[1]
Muy gracioso ¿no? El problema es que muchas personas consideran que es una manera legítima de leer la Biblia.
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Yo lo llamo el «método dedocrático». ;-)
ResponderEliminar¡Qué divertido! Un interesante nombre para este "método" :-D
ResponderEliminarGracias por tan hermoso método, el salmo 91 me cambió la vida para siempre y si lo que tu quieres es lo mismo, esta es tu oportunidad de hacerlo, es hermoso sentir a Dios con nosotros.
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