Hoy (y todos los primeros
sábados de cada mes) tuvimos nuestra reunión de oración de varones a las 05:00
am. Me correspondió guiar una breve reflexión. El texto que elegí fue 2Co 1:11.
Este texto, como cualquier otro pasaje, pertenece a una unidad de pensamiento.
Se encuentra en la introducción epistolar de la segunda carta a los corintios (1:1-11).[1] Esta porción de la carta funciona como la
introducción. Existía una tensión entre cierto sector de la iglesia y el
apóstol Pablo. Pero, el apóstol menciona la oración de los corintios hecha a
favor de él cuando estaba atravesando momentos difíciles. Los ruegos de los corintios son un elemento unificador. El apóstol Pablo en el versículo 11 dice:
cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos (2Co 1:11 R60)
He resaltado el participio
presente activo συνυπουργούντων del verbo συνυπουργέω que significa “unirse para ayudar”[2]. El texto no dice
explícitamente con quién están cooperando los corintios con sus oraciones. Es
interesante que se hayan presentado por lo menos tres respuestas a esta cuestión:
- Ellos cooperan con Pablo y Timoteo.[3]
- Ellos cooperan los unos con los otros (y con otras iglesias) a favor de Pablo y Timoteo.[4]
- Ellos cooperan con Dios.[5]
Cualquiera sea la
preferencia sobre este detalle, el punto de Pablo es claro: el creyente coopera por medio de la oración. Los corintios, a pesar de la tensión,
se unen a Pablo por medio de la oración. Quizá muchas de nuestras tensiones en
las iglesias podrían reducirse si oramos con mayor continuidad (nótese el uso
del tiempo presente) a favor de unos y otros.
[1] Con
respecto a esta división, por favor consultar la excelente obra de C.
K. Barrett, A Commentary on the Second Epistle to the Corinthians (HNTC;
New York: Harper & Row, 1973).
[2] Cf.
BAGD, 793.
[3] Así, por ejemplo
Barrett, op. cit.
[4] Así,
por ejemplo Paul Barnett, The Second Epistle to the Corinthians (NICNT;
Grand Rapids: Eerdmans, 1997).
[5] Así,
por ejemplo Alfred Plummer, A Critical and Exegetical Commentary on the Second Epistle
of St Paul to the Corinthians (ICC 1915, reimpreso; Edinburgh: T. & T. Clark, 1970).
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