Retorno con el blog escribiendo, si Dios me lo permite, algunos artículos sobre el premilenialismo y otros temas. Entre algunos protestantes del denominado resurgimiento reformado, es casi políticamente correcto ser a-milenialista (o amilenarista) o post-milenialista (postmilenarista). Y, si es engorroso adoptar el amilenialismo o el postmilenialismo, se acepta con reservas el premilenialismo aclarando que es la versión histórica. En consuetudinario marcar distancia del dispensacionalismo. No es suficiente ser no-dispensacionalista, hay que ser anti-dispensacionalista.
A pesar de no ser una cuestión de doctrina fundamental, hay muchas publicaciones vitriólicas y energúmenas en contra del premilenialismo dispensacionalista. No necesitamos caer en ello, podemos exponer nuestras convicciones con cordialidad. Charles Ryrie concluyó que el dispensacionalismo es después de todo evangélico. Por ello, es menester tener una actitud irénica para dialogar sobre este tema. En una oportunidad, aludiendo a Darrell Bock, mencioné que soy
dispensacionalista con "d" minúscula porque no se trata de una doctrina
fundamental aunque para muchos es el loci (posición fija o absoluta) de la fe cristiana. Con todo, animo a dialogar en buen espíritu cristiano "siguiendo la verdad en amor" (Ef. 4:15).
3 comentarios:
excelente Ps Manuel vale la aclaración
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Dios siga bendiciendo su trabajo con la teología.
Saludos Ps. Manuel.
P.D. la versión anterior de la página era más sencilla y fácil de navegar.
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