domingo, 21 de julio de 2013

La Ley ¿por medio de ángeles?

Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución (He. 2:2 R60)
εἰ γὰρ ὁ δι᾽ ἀγγέλων λαληθεὶς λόγος ἐγένετο βέβαιος καὶ πᾶσα παράβασις καὶ παρακοὴ ἔλαβεν ἔνδικον μισθαποδοσίαν 
De lo relatado en Éx. 19 y 20 no tenemos indicación de la presencia de ángeles cuando Moisés recibió la ley. Pero, como señala W. L. Lane (Hebrews 1-8 [WBC 47A, Dallas: Word, 2002], 37.), el pasaje de Dt. 33:2 nos declara:
Dijo: Jehová vino de Sinaí,
Y de Seir les esclareció;
Resplandeció desde el monte de Parán,
Y vino de entre diez millares de santos,
Con la ley de fuego a su mano derecha
Aquellos "diez millares de santos", la LXX dice ἐκ δεξιῶν αὐτοῦ ἄγγελοι μετʼ αὐτοῦ ("ángeles estuvieron con él a su mano derecha"). Antes del primer siglo hubo la convicción de que los ángeles cumplieron una labor mediadora en la transmisión de la ley. Es por esa razón que encontramos eco de esta convicción en el NT en el discurso de Esteban (Hch. 7:38,53), en Pablo (Gá. 3:19) y en nuestro autor de la epístola a los Hebreos. Por tales citas del NT podemos concluir que la creencia en ángeles mediadores de la ley es correcta.
En la literatura extra-bíblica, en el período de los Macabeos, en el libro de los Jubileos se nos narra que la ley fue comunicada a Moisés por el "ángel de la Presencia". Jub. 1:27: "Y [Dios] dijo al ángel de la presencia: Escribe para Moisés desde el principio de la creación hasta que mi santuario fue construido entre ellos por toda la eternidad"; 2:1: "Y el ángel de la presencia habló a Moisés conforme a la palabra del Señor, que decía: Escribe la historia completa de la creación, cómo en seis días el Señor Dios terminó todas sus obras y todo lo que creó, y guardó reposo en el séptimo día y lo santificó para todas las edades, y lo designó como una señal para todas sus obras". A fines del primer siglo, Josefo escribió en Antigüedades 15:136: ἐν τοῖς νόμοις δι᾽ ἀγγέλων ("en la ley por medio de ángeles").

viernes, 5 de julio de 2013

אֹהֶל מוֹעֵד "tabernáculo de reunión"

Significa "tienda para la asamblea, reunión". Se usa con mucha frecuencia. Éx. 30:36; en Éx 27:21-40:35 se usa unas 33 veces; en Lv. 11:1-19:21 aparece 39 veces; en Nm. 11:1-31:54 unas 55 veces. La palabra hebrea מוֹעֵד significa “reunión/asamblea”. El tabernáculo es el punto de encuentro entre Dios y la congregación de Israel.

Levítico 1:1, algunas reflexiones

וַיִּקְרָ֖א אֶל־מֹשֶׁ֑ה וַיְדַבֵּ֤ר יְהוָה֙ אֵלָ֔יו מֵאֹ֥הֶל מוֹעֵ֖ד לֵאמֹֽר׃ 
wayyiqrāʾ ʾel-mōše waydabbēr yhwh ʾēlāyw mēʾōhel môʿēd lēʾmōr
Estas palabras abren la primera sección de Levítico que va desde el cap. 1 hasta el cap. 7. Esta sección trata acerca de las regulaciones de los sacrificios y ofrendas. El tema de la santidad es fundamental no sólo en Levítico, sino para Dios y para Su pueblo, tanto en el AT como en el NT. Es cierto que el tema de la santidad no es muy popular en el mundo contemporáneo supuestamente tolerante con ciertos criterios e intolerante con otros. Pero, eso es de esperarse pues la Biblia va a contrapelo de la cultura pagana. Lo desconcertante es la inconsistencia de ciertos sectores cristianos en donde el tema de la santidad se ha vuelto no sólo impopular sino ausente.
Los primeros 7 capítulos de Levítico nos recuerdan una verdad sencilla y urgente: una vida santa es imposible sin la expiación por el pecado. La santidad no puede sustituir nuestra pecaminosidad, tiene que haber expiación sustitutoria. וַיִּקְרָא waw consecutivo + verbo Qal imperfecto 3a persona masculino singular "y llamó". Como lo he señalado, el waw consecutivo conecta esta narrativa con Éx. 40:24-38. Existe, pues, unidad entre la revelación sinaítica y el código de santidad. Hay tres verbos usados, dos imperfectos "llamó... habló..." y uno en infinitivo "diciendo...". Esto no es muy usual. La fórmula más común es וַיְדַבֵּ֤ר יְהוָה֙ אֶל־מֹשֶׁ֔ה "y habló YHWH a Moisés" que se usa 33 veces (Lv. 4:1; 5:14, 20; 6:1,12,17; 7:22,28; 8:1; 11:1; 12:1; 13:1; 14:1,33; 15:1; 16:1; 17:1; 18:1; 19:1; 20:1; 21:16; 22:1,17,26; 23:1,9,23,26,33; 24:1,13; 25:1; 27:1). En cambio esta fórmula es reservada para situaciones excepcionales y muy solemnes (cf. Éx. 3:4; 19:3; 24:16). אֶל־מֹשֶׁה preposición + nombre propio "a Moisés", señala al mediador que es humano (cf. 1 Ti. 2:5-6) por medio del cual nos llega la revelación, la voz de Dios. וַיְדַבֵּר waw consecutivo + verbo Pi’el imperfecto 3a persona masculino singular "y habló". יהוה nombre propio "YHWH". Es el mismo Señor quien habla e instruye acerca de la santidad y los sacrificios, haríamos bien en oír atentamente Su voz. אֵלָיו preposición + sufijo de 3a persona masculino singular "a él", es decir, a Moisés. מֵאֹהֶל מוֹעֵד preposición + nombre masculino singular constructo + nombre masculino singular "desde [el] tabernáculo [de] reunión", el lugar destinado a manifestar la presencia de Dios en medio de Su pueblo. לֵאמֹר preposición + verbo Qal infinitivo constructo "diciendo".

Los niños y el Levítico

Con Levítico sucede lo que decía M. Burrows que muchas áreas del judaísmo como el sistema sacrificial requieren relativamente poca atención porque ya no son importantes para la religión del Nuevo Testamento (M. Burrows, An Outline of Biblical Theology [Philadelphia: Westminster, 1946], 5). Hay muchos creyentes que estarían muy prestos a defender la inspiración plenaria y verbal de las Sagradas Escrituras, pero no tienen la misma pasión para estudiar el también inspirado libro de Levítico, y mucho menos encuentran lecciones para aplicarlas a la vida en el siglo XXI. Si esto sucede con los cristianos adultos, resulta muy inusual que los niños de la iglesia cristiana sean introducidos a la lectura del libro de Levítico. Hace algún tiempo que Víctor Hamilton nos recordó que el primer libro que un niño judío estudiaba era el libro de Levítico (V. P. Hamilton, “Recent Studies in Leviticus and Their Contribution to a Further Understanding of Wesleyan Theology,” en A Spectrum of Thought: Essays in Honor of Dennis F. Kinlaw, ed. M. L. Peterson [Wilmore: Asbury College, 1982], 146). Si Jesucristo citó con autoridad este libro sagrado, cuánto más nosotros. En palabras de G. Wenham, "Si deseamos caminar tras las huellas de Nuestro Señor y tener sus pensamientos, debemos procurar entender el sistema sacrificial de Levítico. Éste fue establecido por el mismo Dios que envió a Su Hijo para morir por nosotros; y al redescubrir los principios de adoración del AT escritos allí, podremos aprender la manera de acercarnos a un Dios Santo" (Gordon J. Wenham, The Book of Leviticus [NICOT; Grand Rapids: Eerdmans, 1979], 37).

Lecturas en Levítico...

El libro de Levítico no es muy popular actualmente entre los lectores de la Biblia. El sistema sacrificial descrito en ese texto resulta extraño a muchos. Me encantaría compartir en este espacio mi encuentro con el texto hebreo de Levítico, pero el tiempo no siempre me lo permitirá. Pero, algo podré comentar. Hay sutilezas gramaticales que parecen ser sólo advertidas por los gramáticos y dudo mucho que los lectores originales reparasen en ellas. Pero, el waw consecutivo inicial de וַיִּקְרָ֖א con el cual comienza el texto hebreo del Levítico no debió quedar inadvertido. Conecta la narrativa siguiente con la precedente de Éx. 40:24-38.

domingo, 30 de junio de 2013

En otras actividades

Durante las pasadas semanas estuve realizando varias cosas. Ahora, frente al computador me siento un tanto extraño, luego de varias semanas sin escribir en este espacio. En la iglesia continúo con la exposición del libro de los Jueces. Sigo aprendiendo más de Dios y de la naturaleza humana.

domingo, 31 de marzo de 2013

Feliz domingo de resurrección

Νυνὶ δὲ Χριστὸς ἐγήγερται ἐκ νεκρῶν ἀπαρχὴ τῶν κεκοιμημένων. (1Co 15:20 BGT) 
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. (1Co 15:20 R60) 
But now is Christ risen from the dead, and become the firstfruits of them that slept. (1Co 15:20 KJV) 
Mais maintenant, Christ est ressuscité des morts, il est les prémices de ceux qui sont morts. (1Co 15:20 LSG) 
Mas, agora, Cristo ressuscitou dos mortos e foi feito as primícias dos que dormem. (1Co 15:20 ARC) 
Ma ora Cristo è stato risuscitato dai morti, ed è la primizia di coloro che dormono. (1Co 15:20 LND) 
Nun aber ist Christus von den Toten auferstanden, als Erstling der Entschlafenen. (1Co 15:20 SCH)
 אֲבָל עַתָּה הַמָּשִׁיחַ הוּקַם מִן־הַמֵּתִים רֵאשִׁית הַיְשֵׁנִים׃
 (1Co 15:20 DLZ)
 وَلكِنِ الآنَ قَدْ قَامَ الْمَسِيحُ مِنَ الأَمْوَاتِ وَصَارَ بَاكُورَةَ الرَّاقِدِينَ.
  (1Co 15:20 AVD)

sábado, 30 de marzo de 2013

Semi-pelagiano ¿yo?

Existe una expresión humonrística que se le ha denominado "la prueba del pato" (en inglés duck test) que es una forma de inducción. Dice así, "Si camina como pato; tiene pico de pato y hace 'cua, cua', sin duda es un pato…" De dónde surgió esta prueba es algo desconocido. Si se me permite algo de humor, podemos decir: "Si rechaza el monergismo agustiniano, si acepta el sinergismo al incluir la parte humana en la decisión (aceptar o rechazar) para la vida eterna basado en el libre albedrío, si no acepta que la fe sea un don de Dios (o se origina en Dios), si niega la gracia pre-viniente, si rechaza considerar al hombre natural como totalmente incapaz de hacer el bien (rechaza la depravación total), si hace de la cooperación espontánea del hombre una condición a la operación de la gracia, si presume que la gracia sea impartida a consecuencia de 'algún mérito', sin duda es un semi-pelagiano".[1]
En lugar de admitir lo evidente, hay quienes rechazan ser identificados como semipelagianos la razón es muy obvia: los semipelagianos fueron condenados como herejes en el segundo Sínodo de Orange en el año 529. Los giros que tiene la historia me llevan a pensar que algunas veces la ortodoxia de hoy es la herejía de ayer.
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[1] Cf. New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge, 10:347-349; R.C. Sproul, Willing to Believe: The Controversy Over Free Will (Grand Rapids: Baker,  1997), 69-84.

viernes, 29 de marzo de 2013

Pelagio y Romanos 9:22: κατηρτισμένα ¿voz media o voz pasiva?

¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados [κατηρτισμένα] para destrucción… (Ro. 9:22) 
Ro. 9:22-24 son considerados por Barclay y Nida como los versículos más difíciles del libro de Romanos.[1] Uno de los problemas es determinar la voz del participio κατηρτισμένα. ¿Está en voz media o en voz pasiva? Entender el participio en voz media significaría que estos vasos se prepararon a sí mismos para destrucción. Resulta muy interesante la interpretación que le dio el conocido heresiarca Pelagio. La intepretación pelagiana es: Implendo peccata sua uasa irae digna sunt facti et a semet ipsis ad interitum praeparata.[2] Como se sabe, Pelagio era un defensor acérrimo de la libertad humana. Juan B. Valero ha hecho una apropiada presentación del pensamiento pelagiano: 
Aun en casos tope, como en el de la induración de faraón, la libertad ha de quedar a salvo. Para Pelagio todo atentado contra la libertad y la responsabilidad humana se convertía en un atentado contra la justicia de Dios. Dios en su misma naturaleza es no sólo el creador de la libertad del hombre, sino también el garante de esta libertad. 
El resto del comentario pelagiano a este capítulo IX de la carta a los Romanos discurrirá sobre las mismas premisas. Así lo hace, por ejemplo, en la interpretación de la imagen del alfarero y la masa (v. 21). Es el hombre con su libertad quien se hace a sí mismo “vaso de ira” o “vaso de honor”. Necesariamente Pelagio había de oír aquí un eco de su concepción del libre arbitrio como elección entre la vida y la muerte (cfr. supra). Así, el pasaje paulino “in vasis irae praeparatis in interitum” (v. 22) suscitará en Pelagio el comentario: 
“implendo peccata sua uasa irae digna sunt facti et a semet ipsis ad interitum praeparata”. 
Es el hombre mismo quien por sus pecados, “implendo peccata”, se constituye en “vaso de ira”. Situación que en nada se diferencia del estado de “induración”, y procede, como ella, de una opción libre del hombre. En este caso el hombre elige el extremo “muerte”: “a semet ipsis ad interitum praeperata”. 
En suma, Pelagio admite sin dificultad la idea de una elección divina previa, pero la enmarca en el ámbito de la presciencia, que conoce de antemano la respuesta libre del hombre. Tal elección no puede ser arbitraria por parte de Dios, que llama, ni puede ser un acontecimiento pasivo por parte del hombre, que responde. En Rom 11,5 Pelagio dirá: “ceterum quae electio, ubi nulla diversitas meritorum?”. Dios elige porque prevé la respuesta del hombre. La presciencia es la primera clave de interpretación en toda elección divina. 
La elección motivada por parte de Dios es siempre el tema del judía objetante, mientras que Pablo está por la libertad en todo caso: “non enim apostolus [tollit] quod in propia voluntate habemus”. 
Como última clave introduce Pelagio la naturaleza misma de la justicia divina. A la luz de la justicia de Dios, toda afirmación de elección divina arbitraria sería no sólo destrucción de la libertad humana, sino a la vez autodestrucción de la propia justicia divina.[3] 
Quizá algún lector encuentre sorprendentemente familiar esta manera de explicar la elección divina y la libertad humana, además del versículo de Ro. 9:22. La verdad es que muchos evangélicos son pelagianos (o semi-pelagianos) en ciertos sentidos, aunque no quieran admitirlo debido al epíteto de “hereje” que tiene Pelagio en la historia del cristianismo. 
La cuestión aquí es el significado del participio κατηρτισμένα. Considero que hay buenas razones contextuales para entender el participio en voz pasiva y no en voz media. En esto estoy en deuda con Daniel B. Wallace quien ha señalado estos puntos en contra de tomar el participio κατηρτισμένα en voz media: 
  1. Gramaticalmente la voz media es muy rara y se usaba casi exclusivamente en ciertas expresiones idiomáticas, especialmente donde el verbo es usado consistentemente con tal noción (como en los verbos para ponerse vestido). Esto decididamente no es el caso con κατηρτισμένα: en ningún otro lugar en el NT ocurre como una voz media directa. [El verbo ocurre 13 veces en el NT, 7 veces en la forma media o pasiva. De las 7, 2 veces son definitivamente en voz media en aoristo y en ambos casos están obviamente en voz media indirecta (Mt. 21:16; He. 10:5). Las otras 4 veces (Ro. 9:22 queda excluida) todas están en voz pasiva (Lc. 6:40; 1 Co. 1:10; 2 Co. 13:11; He. 11:3).]. 
  2. En el tiempo perfecto, la forma media-pasiva siempre se debe tomar como una pasiva en el NT (Lc. 6:40; 1 Co. 1:10; He. 11:3) –un hecho que, al menos, arguye en contra de un uso idiomático de este verbo como una media directa. 
  3. El matiz léxico de καταρτίζω, sumado al tiempo perfecto, sugiere algo de un “trato hecho”. Aunque algunos comentaristas sugieren que el verbo significa que los vasos están listos para destrucción, tanto el matiz léxico de preparación completa y el matiz gramatical del tiempo perfecto están en contra de esto. 
  4. El contexto arguye fuertemente a favor de una noción pasiva y completa. En el v. 20 los vasos son moldeados por la voluntad de Dios, no por su propia voluntad. En el v. 21, Pablo formula una pregunta con οὐκ (de este modo esperando una respuesta positiva): ¿No es el destino de los vasos (uno de honra y otro de deshonra) totalmente predeterminado por su Creador? El v. 22 es la respuesta a esa pregunta.[4] 
Una cuestión que generalmente surge y con la cual muchos lidian es la denominada doble predestinación. Por ahora, mi interés preliminar es la justificación gramatical, lexical y contextual para decidir si κατηρτισμένα está en voz media o pasiva, y parece que hay más probabilidad que sea pasiva. 
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[1] Barclay Moon Newman y Eugene Albert Nida, A Handbook on Paul's Letter to the Romans (New York: United Bible Societies, 1994), 188. 
[2] Joseph Armitage Robinson, Texts and Studies Contributions to Biblical and Patristic Literature, Volumen 9 (Cambridge: University Press, 1922), 78. 
[3] Juan B. Valero, Las Bases Antropológicas de Pelagio en Su Tratado de Las Exposiciones (Universidad Pontifica Comillas, 1980), 336-337. 
[4] Daniel B. Wallace, Greek Grammar Beyond the Basics: Exegetical Syntax of the New Testament (Grand Rapids: Zondervan, 1999), 417.