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martes, 22 de junio de 2021

Juan 6:44: ἑλκύω/ ἕλκω “traer”, “atraer” ¿significa “arrastrar”? (una vez más)

En el 2011 escribí una entrada sobre el verbo ἑλκύω o ἕλκω, pueden leer el breve artículo aquí. He leído un artículo escrito por el pastor Miguel Núñez (2016 https://integridadysabiduria.org/la-predestinacion/) en el cual, entre otras cosas, explica el uso de este verbo en Juan 6:44 citando al Diccionario de Kittel. Aquí el texto de Núñez [las negritas son mías]:

La ilustración que acabamos de usar es consistente con lo que Juan 6:44 revela, cuando Cristo dice que nadie viene a Él a menos que el Padre lo atraiga. La palabra traducida ahí como atraer en griego es la palabra HELKUO, y el diccionario de KITTEL, el diccionario más completo que jamás se haya producido del griego del Nuevo Testamento (con un total de 10 volúmenes) dice que la palabra HELKUO significa el ser atraído por una fuerza irresistible. Interesantemente la palabra HELKUO aparece solamente en dos otras ocasiones más. La primera es en el libro de los Hechos 21:30, que dice: «Se alborotó toda la ciudad, y llegó el pueblo corriendo de todas partes; apoderándose de Pablo lo arrastraron fuera del templo, y al instante cerraron las puertas». Note cómo en esta ocasión, la palabra HELKUO sí es traducida apropiadamente como dice KITTEL, que significa el ser arrastrado. La otra ocasión cuando esa palabra aparece es en el libro de Santiago 2:6 donde nos dice: «Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente os arrastran a los tribunales?». Aquí una vez más la palabra HELKUO es traducida como arrastrar, que es el significado correcto. De manera que cuando Cristo dice «nadie puede venir a mi a menos que el Padre lo atraiga»... realmente está diciendo nadie puede venir a mi a menos que el Padre lo arrastre o para usar la definición del diccionario de KITTEL, «nadie puede venir a mi a menos que sea atraído por una fuerza irresistible».

Con esa descripción del Diccionario de Kittel parecería inapelable la traducción que hace Núñez. Sostiene que en Hch. 21:30 “HELKUO sí es traducida apropiadamente”, en eso estamos de acuerdo porque allí se usa en su sentido literal. Del mismo modo con relación a Stg. 2:6 “HELKUO es traducida como arrastrar, que es el significado correcto”. Estamos de acuerdo, pues otra vez en Stg. 2:6 se usa nuevamente en su sentido básico o literal. Resulta extraño que Núñez deje a un lado el uso de ἕλκω en Jn. 12:32 que por cierto Núñez afirma que no se refiere al 100% de los individuos (¡curiosamente en este texto “todos” no son todos!). “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos [πάντας] atraeré [ἑλκύσω] a mí mismo” (Jn. 12:32). Núñez concluye “realmente está diciendo nadie puede venir a mi a menos que el Padre lo arrastre”. Por lo señalado, esta conclusión de Núñez es un non sequitur pues no considera el uso metafórico que el propio Oepke defiende en el artículo de Kittel que cita el propio Núñez. Ahora, aquí tenemos lo que realmente escribe Albrecht Oepke (Theological Dictionary of the New Testament, 2:503-504) que es el autor del artículo sobre “ἕλκω” y mi traducción del artículo.

Our particular concern is with the figur. use in Jn. In Jn. 6:44 Jesus says: οὐδεὶς δύναται ἐλθεῖν πρός με, ἐὰν μὴ πατὴρ πέμψας με ἑλκύσῃ αὐτόν, and in 12:32: κἀγὼ ἐὰν ὑψωθῶ ἐκ τῆς γῆς, πάντας ἑλκύσω πρὸς ἐμαυτόν.

The basic meaning is to “tug” or “draw” (with material obj.: Jn. 18:10; 21:6, 11). In the case of persons (cf. also 3 Macc. 4:7; Ac. 16:19; 21:30; Jm. 2:6) it may mean to “compel”: P. Tebt., 5, 179 (2nd. cent. B.C.): πρὸς ταῖς πραγματείαις ἕλκειν τινάς; P. Masp., 6, 6 (6th cent. A.D.): εἰς τὸ γεωργικὸν λειτούργημα; ibid., 89, 13: εἰς δουλείαν. It may also mean to “draw” to a place by magic: ποτὶ δῶμα, Theocr., 2, 17. It is used of a magnet, metaph. in Eubulos Fr., 77 (CAF, II, 192): μαγνῆτις γὰρ | λίθος ὣς ἕλκει τοὺς πεινῶντας (drawing the hungry as by a magnet to the Cyprian loaves). Demons feel themselves drawn to the animal life to which they are given up: ὅπου πνεύματος πλείονος ὁλκήἐκεῖ παρουσία τῶν τοιούτων πνευμάτων σοι δηλούσθω (Porphyr. De Philosophia ex oraculis haurienda librorum reliquiae [ed. G. Wolff, 1856], p. 150, 3 f.). Plato has πείθειν καὶ ἕλκειν (Resp., V, 458d); of the inner influencing of the will, Phaedr., 238a: ἐπιθυμίας ἀλόγως ἑλκούσης ἐπὶ ἡδονάς. More comparable with the Johannine usage is that of Porphyr. Marc., 16: μόνη ἀρετὴ τὴν ψυχὴν ἄνω ἕλκει καὶ πρὸς τὸ συγγενές. Cf. also Corp. Herm., X, 6: the beauty of the good τὴν ὅλην ψυχὴν ἀναλαμβάνει καὶ ἀνέλκει. What is in its own way a great comprehensive view of nature and spirit is given us in the statement concerning the demiurge manifesting himself in the sun: περὶ αὑτὸν καὶ εἰς αὑτὸν τὰ πάντα ἕλκων, καὶ ἀπὸ ἑαυτοῦ πάντα διδούς· πᾶσι γὰρ τὸ φῶς ἄφθονον χαρίζεται (Corp. Herm., XVI, 5). The word is distinctively Gnostic in such contexts.

In modern Semitic culture we should note the concept of the mağdûb (as distinct from mağnûn). “The mağdûb (from ğadaba, “to draw”) is one who is drawn to God by an irresistible and supernatural force, whereas the mağnûn is a person indwelt by demons. The former is holy, elected by God and filled with His grace; the latter is the dwelling-place of a devil or one of his fellows. Notwithstanding, the words are popularly used as synonyms. When a man is suddenly, supernaturally and irresistibly called to God, he often loses the balance of thought (OT par.: 1 S. 10:5; 19:19 ff.; 2 K. 9:11; Jer. 29:26; Hos. 9:7; cf. also Mk. 3:21). → ἔκστασις, 450.

In the OT ἕλκειν is used of powerful impulse. The obscure εἵλκυσάν σε of Cant. 1:4 is somehow meant to express love. The word is used of mother love in 4 Macc. 14:13; 15:11. We find a beneficent “drawing” of God in Ἰερ. 38:3: εἵλκυσά σε εἰς οἰκτείρημα. The original refers more to patience. The LXX is thinking, not so much of drawing out in deliverance (Ἰερ. 45:13; 2 Βασ. 22:17), but of drawing to oneself in love. This usage is distinctively developed by Jn., perhaps with some influence of Gnosticism. Force or magic may be discounted, but not the supernatural element. If we take the apparently contradictory statements together, the choice of grace and the universality of grace are both of a gravity and significance to shake the conscience.

In paganism man “draws” the gods (Menander Fr., 245 [CAF, III, 70 f.]: εἰ γὰρ ἕλκει τὸν θεὸν | τοῖς κυμβάλοις ἄνθρωπος εἰς βούλεται).

It is debatable whether a beneficent or a violent “drawing” is meant in the agraphon in P. Oxy., IV, 654, 10 and 14: [τίνες] οἱ ἕλκοντες ἡμᾶς [εἰς τὴν βασιλείαν].

Mi traducción [las negritas son mías]:

Nuestra preocupación particular es el uso figurado en Jn. En Jn. 6:44 Jesús dice: οὐδεὶς δύναται ἐλθεῖν πρός με, ἐὰν μὴ ὁ πατὴρ ὁ πέμψας με ἑλκύσῃ αὐτόν, y en 12:32: κἀγὼ ἐὰν ὑψωθῶ ἐκ τῆς γῆς, πάντας ἑλκύσω πρὸς ἐμαυτόν.

El significado básico es “arrastrar” o “atraer” (con objeto material: Jn. 18:10; 21:6, 11). En el caso de personas (cf. también 3 Mac. 4:7; Hch. 16:19; 21:30; Stg. 2:6) puede significar “compeler”: P. Tebt. [Los papiros Tebtunis], 5, 179 (s. II a.C.): πρὸς ταῖς πραγματείαις ἕλκειν τινάς; P. Masp. [Papiro griego del periodo bizantino, ed. J. Maspéro], 6, 6 (siglo VI d.C.): εἰς τὸ γεωργικὸν λειτούργημα; ibíd., 89, 13: εἰς δουλείαν. También puede significar “atraer” a un lugar por arte de magia: ποτὶ δῶμα, Theocr. [Teócrito de Siracusa], 2, 17. Se usa de un imán, metafóricamente en Eubulos Fr. [Fragmenta], 77 (CAF [Comicorum Atticorum Fragmenta], II, 192): μαγνῆτις γὰρ | λίθος ὣς ἕλκει τοὺς πεινῶντας (atrayendo a los hambrientos como por un imán a los panes chipriotas). Los demonios se sienten atraídos por la vida animal a la que son abandonados: ὅπου πνεύματος πλείονος ὁλκή … ἐκεῖ παρουσία τῶν τοιούτων πνευμάτων σοι δηλούσθω (Porfirio, De Philosophia ex oraculis haurienda librorum reliquiae [ed. G. Wolff, 1856], p. 150, 3s.). Platón tiene πείθειν καὶ ἕλκειν (Respublica, V, 458d); de la influencia interna de la voluntad, Fedro, 238a: ἐπιθυμίας ἀλόγως ἑλκούσης ἐπὶ ἡδονάς. Más comparable con el uso de Juan es el de Porfirio, Ad Marcellam, 16: μόνη ἡ ἀρετὴ τὴν ψυχὴν ἄνω ἕλκει καὶ πρὸς τὸ συγγενές. Cf. también Corpus Hermeticum, X, 6: la belleza de lo bueno τὴν ὅλην ψυχὴν ἀναλαμβάνει καὶ ἀνέλκει. Lo que a su manera es una gran visión comprensiva de la naturaleza y el espíritu se nos da en la declaración sobre el demiurgo que se manifiesta en el sol: ... περὶ αὑτὸν καὶ εἰς αὑτὸν τὰ πάντα ἕλκων, καὶ ἀπὸ ἑαυτοῦ πὸτούς ιν χαρίζεται (Corp. Herm., XVI, 5). La palabra es distintivamente gnóstica en tales contextos.

En la cultura semítica moderna debemos tener en cuenta el concepto de mağdûb (a diferencia de mağnûn). “El mağdûb (de ğadaba, “atraer”) es alguien que se siente atraído hacia Dios por una fuerza irresistible y sobrenatural, mientras que el mağnûn es una persona habitada por demonios. El primero es santo, elegido por Dios y lleno de su gracia; el segundo es la morada de un diablo o de uno de sus secuaces. No obstante, las palabras se utilizan popularmente como sinónimos. Cuando un hombre es llamado repentina, sobrenatural e irresistiblemente hacia Dios, a menudo pierde el equilibrio del pensamiento (paralelos en AT: 1 S. 10:5; 19:19ss; 2 R. 9:11; Jer. 29:26; Os. 9:7; cf. también Mr. 3:21). → ἔκστασις, 450.

En el AT ἕλκειν se usa de impulso poderoso. El oscuro εἵλκυσάν σε de Cnt. 1:4 de alguna manera se entiende de expresar amor. La palabra se usa para el amor de madre en 4 Mac. 14:13; 15:11. Encontramos un “atraer” benéfico de Dios en Ἰερ. 38:3 [LXX Jer. 38:3]: εἵλκυσά σε εἰς οἰκτείρημα. El original se refiere más a la paciencia. La LXX no está pensando tanto de sacar en liberación (Ἰερ. 45:13 [LXX Jer. 45:13]; 2 Βασ. 22:17 [2 S. 22:17]), sino en atraer hacia uno mismo con amor. Este uso es desarrollado de manera distintiva por Jn., quizás con alguna influencia del gnosticismo. Se puede descartar la fuerza o la magia, pero no el elemento sobrenatural. Si tomamos juntas las declaraciones aparentemente contradictorias, la elección de la gracia y la universalidad de la gracia son tanto de una gravedad y de una significancia para sacudir la conciencia.

En el paganismo, el hombre “atrae” a los dioses (Menandro Fragmenta, 245 [CAF, III, 70 s.]: εἰ γὰρ ἕλκει τὸν θεὸν | τοῖς κυμβάλοις ἄνθρωπος εἰς ὃ βούλεται).

Es discutible si en el ágrafa del Papiro Oxyrhynchus, IV, 654, 10 y 14 se hace referencia a un “atraer” benéfico o uno violento: [τίνες] οἱ ἕλκοντες ἡμᾶς [εἰς τὴν βασιλείαν].

Es evidente que Núñez hace un uso selectivo del artículo de Oepke e incluso sacando conclusiones contrarias a las del propio Oepke quien cree en la elección y la universalidad de la gracia. Muchas veces se meten en una camisa de fuerza determinadas palabras para tratarlas de encajar con una determinada posición teológica. Como puede notarse fácilmente, Oepke primero nos proporciona el significado básico o literal de ἕλκω “arrastrar”, y luego señala el uso metafórico que es el uso de Juan al cual compara con lo escrito por el filósofo Porfirio en su Carta a Marcela 16: μόνη ἡ ἀρετὴ τὴν ψυχὴν ἄνω ἕλκει καὶ πρὸς τὸ συγγενές: “porque la sola virtud atrae al alma hacia arriba y hacia lo connatural”. Además, Oepke cita a T. Canaan quien no trata el uso de la palabra ἕλκω sino que alista usos semíticos de mağdûb y mağnûn en su Dämonenglaube im Lande der Bibel (1929), 46. Y, finalmente Oepke concluye con el uso de atraer con amor.

Incluso en la edición condensada en 1 volumen traducida al español (Gerhard Kittel et al., Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento [Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2002], 226.) no refleja lo escrito por el pastor Núñez ni estaría de acuerdo con su visión teológica:

El sentido básico es «atraer», «remolcar» o, en el caso de personas, «obligar». Se puede usar para «atraer» hacia un lugar mediante la magia, para los demonios que son «atraídos» a la vida animal, o para el influjo interno de la voluntad (Platón). El mundo semítico tiene el concepto de una atracción irresistible hacia Dios (cf. 1 S. 10:5; 19:19ss; Jer. 29:26; Os. 9:7). En el AT ἕλκειν denota un impulso poderoso, como en Cantares 1:4, que es difícil de entender pero expresa la fuerza del amor. Este es el punto en los dos pasajes importantes en Juan 6:44; 12:32. No hay aquí la menor noción de fuerza o de magia. El término expresa en forma figurada el poder sobrenatural del amor de Dios o de Cristo, que se extiende a todos (12:32) pero sin el cual nadie puede acercarse (6:44). La aparente contradicción muestra que tanto la elección como la universalidad de la gracia se deben tomar en serio; la obligación no es automática.

Puede haber alguien que no encuentre convincente esto y siga insistiendo que el significado debe ser “arrastrar” y lo compare con los usos literales en Hch. o Stg., es decir, arrastrar en contra de la voluntad. Pero, sería muy saludable aplicar el principio fundamental para la interpretación de la Biblia que es “leer un texto en su contexto”. Leamos, pues, Juan 6:44 con el texto que sigue (v. 45):

44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.

Como un apéndice aquí también cito el artículo del léxico estándar en el estudio del griego del NT, William Arndt et al., A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature (3a ed.; Chicago: University of Chicago Press, 2000), 318.

ἕλκω impf. εἷλκον, ἧλκον (ApcMos; GJs, s. deStrycker 241f); fut. ἑλκύσω; 1 aor. εἵλκυσα; aor. pass. 3 sg. εἱλκύσθη Da 4:17a; for the forms w. -υ- s. Mlt-H. 236; B-D-F §101 p. 45 (Hom.; Pherecyd. 26; ins, pap, LXX; TestSol 26:9 H; JosAs; ParJer 4:6; ApcMos 38; Joseph., Just., Mel., P. 56, 409) gener. ‘pull, drag, draw’.

1. to move an object from one area to another in a pulling motion, draw, with implication that the object being moved is incapable of propelling itself or in the case of pers. is unwilling to do so voluntarily, in either case with implication of exertion on the part of the mover τὶ someth. a sword (Soph., Ant. 1233; Libanius, Or. 13 p. 73, 5 F. ξίφος) J 18:10; haul a net 21:6, 11. ἧλκεν τὴν πορφύραν (Mary) stretched (i.e. in a tugging motion) the purple (garment) GJs 11:1; ἔστρωσεν τὸν ὂνονκαὶ ἧλκεν υἱὸς αὐτοῦ (Joseph) saddled the ass … and his son guided it 17:2. τινά someone (Diod. S. 34 + 35 fgm. 2, 14 τινὰ εἰς; Achilles Tat. 7, 15, 4 εἷλκόν με εἰς τὸ δεσμωτήριον, with ref. in the context to resistance; Jos., Bell. 1, 591 τινὰ εἰς.—Also Clearchus, fgm. 73; Diod. S. 14, 5, 3 . τινὰ ἐπὶ τὸν θάνατον) ἔξω τ. ἱεροῦ drag someone out of the temple Ac 21:30; εἰς τ. ἀγορὰν ἐπὶ τ. ἄρχοντας 16:19 (on the judicial implication s. Reader, Polemo 370); εἰς κριτήρια hale into court Js 2:6 (Herodas 5, 59 . τινὰ εἰς τὰς ἀνάγκας=to punishment; Just., A II, 12, 4 εἰς βασάνους). οἱ ἕλκοντες ἡμᾶς Ox 654, 10, [οἱ ἕλκον]τες ὑμᾶς 14 (cp. GTh 3; those who mislead us line10, is expanded by Dssm. [LO 365=LAE 427] w. εἰς τὰ κριτήρια; difft. by others. Actually nothing need be supplied, since . τινά means pull or tug someone back and forth, mistreat someone [Libanius, Or. 58 p. 183, 20 F. ἕλκων κάπηλον; cp. Jos., Bell. 1, 338 εἷλκεν τοὺς ἔνδοθεν]). Of stones ἐκ τοῦ βυθοῦ ἑλκομένους which were dragged out of the deep Hv 3, 2, 6; 3, 5, 2.

2. to draw a pers. in the direction of values for inner life, draw, attract, an extended fig. use of mng. 1 (Pla., Phdr. 238a; Epict. 2, 20, 15 φύσις ἕλκει; Aelian, NA 4, 13; Porphyr., Marc. 16 μόνη ἀρετὴ τ. ψυχὴν ἄνω ἕλκει καὶ πρὸς τὸ συγγενές; Jer 38:3; SSol 1:4; 4 Macc 14:13; 15:11; Jos., Ant. 15, 27; Ath. 26, 1 περὶ τὰ εἴδωλα) J 6:44. ἕλκ. πρός with acc. (Hierocles 25 p. 477 it is said of God ἑλκύσαι πρὸς τὴν ἀλήθειαν τοὺς ἀνθρώπους; Ath., R. 75, 20 ἑλκούσηςἐπιθυμίας πρὸς τροφήν): πρὸς ἐμαυτόν 12:32.

3. to appear to be pulled in a certain direction, flow an ext. fig. use intr. flow along of a river ἦν ποταμὸς ἕλκων ἐκ δεξιῶν a river flowed along on the right B 11:10 (cp. Da 7:10 Theod.; TestSol 26:9 H).—B. 571. DELG. M-M. TW.

 

viernes, 18 de junio de 2021

El Padre Nuestro para nuestros padres que están en la tierra (Mateo 6:9-13) ¡Feliz día del padre!

9 Padre nuestro que estás en los cielos,

santificado sea tu nombre.

10 Venga tu reino.

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

9 Πάτερ ἡμῶν ὁ ἐν τοῖς οὐρανοῖς· 
ἁγιασθήτω τὸ ὄνομά σου·
10  ἐλθέτω ἡ βασιλεία σου· 
γενηθήτω τὸ θέλημά σου, ὡς ἐν οὐρανῷ καὶ ἐπὶ γῆς·
11  τὸν ἄρτον ἡμῶν τὸν ἐπιούσιον δὸς ἡμῖν σήμερον·
12  καὶ ἄφες ἡμῖν τὰ ὀφειλήματα ἡμῶν, ὡς καὶ ἡμεῖς ἀφήκαμεν τοῖς ὀφειλέταις ἡμῶν·
13  καὶ μὴ εἰσενέγκῃς ἡμᾶς εἰς πειρασμόν, ἀλλὰ ῥῦσαι ἡμᾶς ἀπὸ τοῦ πονηροῦ. (Mt. 6:9-13)

Diagrama por Randy A. Leedy, SBL Greek New Testament Sentence Diagrams (Bellingham, WA: Faithlife, 2020).

La oración del Padrenuestro (en latín Pater noster) o también conocida como la oración del Señor (título dado por Cipriano de Cartago) ocupa un lugar central en la vida devocional cristiana. Cipriano (De oratione dominica 9) la llamó “un compendio de la doctrina celestial” (coelestis doctrinae compendium). Tertuliano decía que la oración del Padrenuestro era “un sumario de todo el Evangelio” (De oratione 1: ut reuera in oratione breuiarium totius euangelii comprehendatur).

Agustín de Hipona en su Manual de la fe, de la esperanza y de la caridad (Enchiridion de fide, spe et charitate) incluye la oración del Padre Nuestro.

Lutero consideraba que el Padre Nuestro debería orarse con frecuencia y para quienes no sabían orar como un modelo breve.

Los primeros anabautistas usaban para su discipulado los Diez Mandamientos, el Credo de los Apóstoles y la oración del Padre Nuestro.

Estructura

A Bengel le debemos la brillante observación que muchos comentaristas posteriores siguen:

Las peticiones son siete en número y pueden dividirse en dos divisiones, la primera contiene tres peticiones que se relacionan con el Padre, “TU Nombre, TU Reino, TU Voluntad”, la última contiene cuatro que tocantes a nosotros. En la primera declaramos nuestro afecto filial suscribiendo el derecho, la dignidad y el beneplácito de Dios, a la manera del coro angelical en Lucas 2:14; pero en la segunda sembramos y cosechamos. En ambas divisiones se expresa la lucha de los hijos de Dios desde la Tierra al Cielo, mediante la cual, por así decirlo, atraen el Cielo a la Tierra.[1]

Las peticiones, pues, se dividen en dos grandes grupos. Pero, a diferencia de Bengel considero que son 6 peticiones (como la mayoría de los padres griegos) la última subdividida en dos.

Aquí, solo presentaré un breve bosquejo sobre el Padrenuestro y las lecciones que como padres podemos aprender de la misma.

I.            Introducción: adoración (v. 9a)

La base de la oración es la relación íntima con Dios como un hijo con su “Padre”. Como padres terrenales, debemos comenzar con tener una relación genuina con Dios Padre por medio de Jesucristo quien nos enseña a orar y quien es el único que puede conducirnos al Padre.

II.            Las peticiones “Tu” (vv. 9b – 10)

Estas primeras peticiones son Teocéntricas. En las primeras peticiones se nos enseña un principio muy sencillo, la prioridad debe ser la búsqueda de la gloria de Dios, luego vienen nuestras necesidades. Como padres terrenales podemos aprender a poner en primer lugar al Padre de los Cielos.

A.    Santificado: Tu Nombre

Que se magnifique el carácter sagrado del nombre de Dios en todos los ámbitos de la vida. Como padres terrenales, como anticipo al futuro perfecto y santo, debemos vivir vidas piadosas y santas aquí y ahora.

B.     Venga: Tu Reino

Esta petición muestra un anhelo escatológico, la esperanza en el Reino Mesiánico. Como padres terrenales aprendamos el reconocer y someternos al Rey de ese Reino Mesiánico tan esperado.

C.     Hágase: Tu Voluntad

Esta está en conexión con las peticiones anteriores: la santidad del Nombre de Dios y la venida del Reino Mesiánico producirá que la Voluntad de Dios sea hecha en la tierra. ¡Todo se arreglará! Como padres terrenales, vivamos obedeciendo y haciendo la voluntad de Dios.

III.            Las peticiones “nosotros” (vv. 11-13)

Todas estas peticiones muestran una dependencia en Dios para todas las necesidades de la vida.

A.    Danos: nuestro pan

Muestra dependencia para el sustento físico y diario. Como padres terrenales preocupémonos de proveer sustento a nuestras familias sabiendo que todo proviene del Padre Celestial.

B.     PerdónaNOS: nuestras deudas

Muestra dependencia para cubrir nuestras necesidades espirituales. Como padres terrenales preocupémonos de las necesidades espirituales de nuestros hijos, de su relación con Cristo, de su fe genuina.

C.     LíbraNOS:

Muestra dependencia para la protección divina con relación a las tentaciones y el mal/maligno. Como padres terrenales brindemos protección espiritual a nuestras familias buscando incesantemente la cobertura del Espíritu Santo para nuestras familias.

1.      No NOS metas: en tentación

2.      LíbraNOS: del mal/maligno




[1] Johann Albrecht Bengel, Gnomon of the New Testament (Edimburgo: T&T Clark, 1860), 1:189.






jueves, 28 de septiembre de 2017

Las oraciones condicionales de Hebreos 3:6 y 3:14: el paradigma interpretativo de Buist M. Fanning


El libro a los Hebreos es considerado difícil no por su lectura, la cual es placentera por el bello y elegante lenguaje. La dificultad radica, entre otros aspectos teológicos, en las cuestiones soteriológicas que plantea.
Dos cláusulas condicionales han llamado la atención de un gramático como el Dr. Fanning. Nos referimos a:
Hebreos 3:6: Χριστὸς δὲ ὡς υἱὸς ἐπὶ τὸν οἶκον[1] αὐτοῦ· οὗ οἶκός ἐσμεν ἡμεῖς, ἐάν[περ] τὴν παρρησίαν καὶ τὸ καύχημα τῆς ἐλπίδος[2] κατάσχωμεν.
pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
Hebreos 3:14: μέτοχοι γὰρ τοῦ Χριστοῦ[3] γεγόναμεν, ἐάνπερ τὴν ἀρχὴν τῆς ὑποστάσεως μέχρι τέλους βεβαίαν κατάσχωμεν
Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,
Generalmente, escritores con una orientación arminiana consideran que la prótasis (parte “si”) con la apódosis (parte “entonces”) de estas oraciones condicionales tienen una relación de CAUSA-EFECTO. Es decir, en el caso de He. 3:6 “si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”, entonces “somos casa de Cristo”. Asimismo, en He. 3:14 “si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza del principio”, entonces “tenemos parte con Cristo”. Nuestra perseverancia es la CAUSA y nuestra salvación final será el EFECTO. Eso proponen autores como Marshall, Osborne, Colijn, Ashby, McKnight[4], entre otros.
El Dr. Fanning[5] propone que la relación entre prótasis y apódosis en estos textos no es de causa-efecto, sino de EVIDENCIA-INFERENCIA. Esto significa que la perseverancia es la EVIDENCIA de la cual se INFIERE que somos salvos. Esta forma de considerar las oraciones condicionales indicando Evidencia/Inferencia no es creación o invento del Dr. Fanning. En su comentario sobre Hebreos, el Dr. F. F. Bruce escribió
Las oraciones condicionales de esta epístola son dignas de atención especial. En ningún otro lugar del Nuevo Testamento aparte de este encontramos una insistencia tan repetida sobre el hecho de que la perseverancia en la vida cristiana es la prueba de su realidad. La doctrina de la perseverancia de los santos hasta el final tiene como su corolario la saludable enseñanza de que los santos son aquellos que perseveran hasta el fin.[6]
H. C. Nutting exponía en 1903 esta relación de Evidencia/Inferencia en las oraciones condicionales.[7] Stanley E. Porter cita a Nutting y da como ejemplos de Base/Inferencia Heb 9:13 y 4:8.[8] También, Daniel B. Wallace en su gramática griega considera la relación Evidencia/Inferencia en las oraciones condicionales.
La segunda relación que la prótasis puede tener con la apódosis es la relación de base o evidencia a inferencia. Aquí, el hablante infiere algo (la apódosis) basándose en alguna evidencia. Esto es, realiza una inducción acerca de las implicaciones que una porción de evidencia le sugiere. Por ejemplo,
· “Si es martes, esto debe ser Bélgica” (título de una vieja película)
· “Si ella tiene un anillo en su mano izquierda, entonces es casada”.
Nótese que la prótasis no es la causa de la apódosis. De hecho, a menudo es exactamente al revés: “Si ella se casa, entonces va a llevar un anillo en su mano izquierda”.
De este modo, con frecuencia, aunque no siempre, la condición base-inferencia será semánticamente lo inverso de la condición causa-efecto. [9]
Luego, Wallace pasa a citar Ro. 8:17 y 1Co. 15:44 como ejemplos del NT. Con respecto a He. 3:6,14, D. A. Carson también considera que se trata de condicionales en las cuales la relación entre prótasis y apódosis es de Evidencia/Inferencia:
Por ejemplo, I. Howard Marshall interpreta Hebreos 3: 6b ("Y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos nuestra confianza y la esperanza que nos enorgullece" NVI) y Hebreos 3:14 ("Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio", NVI) como si dijeran exactamente lo mismo, que “la membresía a la casa de Dios está condicionada por la perseverancia”. En un sentido, por supuesto, eso es correcto; pero una atención de cerca a los tiempos verbales en su contexto en Hebreos 3:14 revela un ingrediente adicional en este versículo. Nos hemos convertido (γεγόναμεν [gegonamen]) - referencia pasada, argüiría yo - partícipes de Cristo si ahora, en el presente, mantenemos firmemente la confianza que teníamos al principio. De este verso se sigue que aunque la perseverancia es un mandato, es también la evidencia de lo que ha ocurrido en el pasado. Dicho de otro modo, la perseverancia se convierte en uno de los ingredientes esenciales de lo que significa ser cristiano, de lo que un participante de Cristo es y hace. Si la perseverancia muestra que nosotros hemos (ya) llegado a participar en Cristo, sólo puede ser porque el compartir en Cristo tiene a la perseverancia por su fruto inevitable.[10]
Fanning alista como ejemplos de Evidencia/Inferencia: Jn. 15:14; He. 12:8; Stg. 2:17; 1Jn. 2:15. De acuerdo a Fanning, cuando la prótasis se refiere a una situación contextualmente general (una condición habitual o una acción ampliamente característica), las condicionales parecen mostrar la relación Evidencia/Inferencia (y la apódosis se refiere a un estado o condición que ya existe en el momento de esa situación y es evidenciada por ella). Algunos ejemplos son: Lv. 13:51; Ez. 14:9; Jn. 5:31; 8:31; Ro. 2:25; 1 Co. 13:1. Luego, citando a Charles E. Powell, Fanning observa que un evento en la naturaleza del caso es más probable que sirva como una causa produciendo algún efecto, mientras que una condición característica será más naturalmente trasfondo o evidencia que conduce a alguna inferencia.
Un elemento que Fanning agrega para considerer como condicionales que expresan Evidencia/Inferencia es el tiempo.
Además, debo expresar mi convicción de que una visión temporal de los tiempos griegos en el indicativo refuerza el caso de una lectura E/I de Hebreos 3: 6 y 3:14. Dado que estas condiciones se expresan en orden inverso (apódosis primero), los tiempos indicativos de las apódosis son más probables que lleven su sentido temporal normal (tiempo retratado en relación con el tiempo del habla) sin ser afectado por cualquier marco de tiempo establecido por la prótasis que sigue.[11]
Como dice el comentarista arminiano Cockerill, aunque está en desacuerdo, “Buist Fanning ha hecho el caso más convincente para la posición que el autor de Hebreos creía en la perseverancia final de todos los verdaderos creyentes”[12]


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[1] Casi todos los intérpretes toman correctamente “casa” en 3:6 para referirse a la "familia" o pueblo de Dios, especialmente a la luz de la descripción anterior de la fiel labor sumo-sacerdotal de Cristo a favor de los “hijos” (2:10), “hermanos” (2:11-12), e “hijos/niños” (2:13), por quienes experimentó la muerte por la gracia de Dios. Incluso si la “casa” en Nm. 12:7 (citado en He. 3:2,5) implica “tabernáculo”, esto sigue siendo figurativo de la comunidad de Dios que allí se reúne para adorarle. Es muy poco probable que denoten un sentido más restringido de “aquellos que continúan reuniéndose para adorar a Dios”, como argumentan Hodges, “Hebrews,” 786, y Dillow, Reign of the Servant Kings, 457-458.
[2] Varios manuscritos leen μέχρι τέλους βεβαίαν “firme hasta el fin”, pero es probable que se trate de una adición influida por 3:14.
[3] “Participantes de Cristo” significa seguramente ser beneficiarios de su gran servicio sacerdotal como 2:17-18 acaba de presentar y como vv. 7:25; 8:12; 9:15; y 10:14 se desarrollan después.
[4] Marshall, Kept by the Power of God, 140. Osborne, “Soteriology”, 147, asimismo, dice con respecto a 3:6,14, “Hay que concluir que la recompensa está condicionada a la perseverancia”. Véase también Brenda B. Colijn, “‘Let’s Approach’: Soteriology in the Epistle to the Hebrews”, JETS 39 (1996) 584: “La salvación final está condicionada al ejercicio de una fe obediente que mantiene la confesión de uno y vive por la promesa de Dios… Hebreos expresa la salvación en declaraciones condicionales: [citación de 3: 6,14]”. Del mismo modo Stephen M Ashby, “A Reformed Arminian View”, en Four Views on Eternal Security, ed., I Matthew Pinson (Grand Rapids: Zondervan, 2002), 173-174. McKnight, “Warning Passages of Hebrews”, 24, 57
[5] Cf. Buist M. Fanning, “A Theology of Hebrews” en Roy B. Zuck, A Biblical Theology of the New Testament (Chicago: Moody Press, 1994), 410-411; idem. “A Classical Reformed View” en Herbert W. Bateman IV, Four Views on the Warning Passages in Hebrews (Grand Rapids: Kregel, 2007), 206-219.
[6] F. F. Bruce, La Epístola a Los Hebreos (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2002), 60.
[7]“The Modes of Conditional Thought”, AJP 24 (1903): 288-289.
[8] Stanley E. Porter, Verbal Aspect in the Greek of the New Testament (New York: Peter Lang, 1989), 319-320.
[9] Daniel B. Wallace, Greek Grammar beyond the Basics: Exegetical Syntax of the New Testament (Grand Rapids: Zondervan, 1999), 683.
[10] D. A. Carson, Exegetical Fallacies (2nd ed.; Carlisle, U.K.; Grand Rapids, Mich.: Paternoster; Baker Books, 1996), 84.
[11] Buist M. Fanning, “A Classical Reformed View” en Herbert W. Bateman IV, Four Views on the Warning Passages in Hebrews (Grand Rapids: Kregel, 2007), 215.
[12] Gareth L. Cockerill, The Epistle to the Hebrews (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2012), 170.