jueves, 28 de julio de 2011

John Stott partió a la presencia del Señor

El día de ayer 27 de julio ha partido a la presencia del Señor el erudito anglicano John Stott a los 90 años. El ministerio de John Stott ha sido multifacético. Deseo resaltar que en mi país, en el cual hay muchos ministros de la palabra que son bivocacionales con una ajustada economía, muchísimos pastores y estudiantes de teología han sido sumamente bendecidos con el ministerio de literatura cristiana patrocinada por la fundación de John Stott. La biblioteca de muchos pastores que es parte de la riqueza del cristianismo quedará como un testimonio del ministerio de John Stott. Así informó el Christian Post:
El mundialmente conocido evangelista y erudito bíblico John Stott murió el miércoles a las 3:15 pm, hora local en Londres (10.15 GMT), de acuerdo con el Presidente de John Stott Ministries Benjamin Homan.
Homan ha informado dque la muerte de Stott ha llegado después de un par de semanas de malestar, y que la muerte estaba relacionada sólo con complicaciones relacionadas con la vejez.
Stott, quien murió a los 90, se retiró del ministerio público en 2007, cuando tenía 86 años. Pasó su retiro en el Colegio de San Bernabé, Lingfield, que es una residencia para jubilados del clero anglicano.
El líder anglicano Inglés es venerado por su vida ministerial. El evangelista de fama mundial, el reverendo Billy Graham, lo describió como "el clérigo más respetado en el mundo de hoy".
Stott, quien fundó el Langham Partnership International, fue confirmado en la Iglesia Anglicana en 1936 y desde entonces ha disfrutado trabajando en una amplia gama de actividades y organizaciones.
Ocupó el cargo de presidente de la Iglesia de Inglaterra, Consejo Evangélico 1967 a 1984, y también ha sido presidente de dos organizaciones cristianas de enorme influencia, los poderes de la Unión Bíblica del Reino Unido desde 1965 hasta 1974, y la Alianza Evangélica desde 1973 hasta 1974.
Stott combinó su compromiso con la evangelización y la promoción de los futuros líderes cristianos por involucrarse en las universidades y colegios Christian Fellowship, donde fue presidente en cuatro ocasiones entre 1961 y 1982.
También se desempeñó como capellán de la Reina desde 1959 hasta 1991 y recibió el raro honor de ser nombrado capellán adicional en 1991.
Una de las principales contribuciones de Stott a la evangelización del mundo fue en el Congreso internacional sobre la Evangelización Mundial de 1974 celebrado en Lausana, Suiza, donde fue uno de los principales autores del Pacto de Lausana. El Pacto de Lausana proporciona un fundamento teológico e histórico de las denominaciones, ministerios e individuos comprometidos con compartir el Evangelio de Jesucristo.
Puede visitar el memorial que está en la siguiente dirección electrónica:
http://www.johnstottmemorial.org/
Para ver una bibliografía de las obras de John Stott se puede visitar:
http://www.johnstottmemorial.org/life-passion/his-books/bibliography-of-john-rw-stotts-books/

¡Feliz CXC Aniversario Patrio! ¡Dios bendiga al Perú!

He leído muchas opiniones con relación al discurso de Pablo en el Areópago (Hechos 17.22-34) cuando estuvo en Atenas. Algunos piensan que por usar algo de argumentación filosófica no pudo fundar allí una iglesia, que fue un fracaso en su viaje misionero, a pesar de lo que dice Hechos 17.34 ("Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos").
Lo cierto es que este discurso tiene un contenido impresionante desde el punto de vista teológico para la comprensión de la historia de los pueblos en todo el orbe:

Hechos 17.26:

ἐποίησέν τε ἐξ ἑνὸς πᾶν ἔθνος ἀνθρώπων κατοικεῖν ἐπὶ παντὸς προσώπου τῆς γῆς, ὁρίσας προστεταγμένους καιροὺς καὶ τὰς ὁροθεσίας τῆς κατοικίας αὐτῶν ζητεῖν τὸν θεόν, εἰ ἄρα γε ψηλαφήσειαν αὐτὸν καὶ εὕροιεν, καί γε οὐ μακρὰν ἀπὸ ἑνὸς ἑκάστου ἡμῶν ὑπάρχοντα. ἐν αὐτῷ γὰρ ζῶμεν καὶ κινούμεθα καὶ ἐσμέν, ὡς καί τινες τῶν καθ᾽ ὑμᾶς ποιητῶν εἰρήκασιν· τοῦ γὰρ καὶ γένος ἐσμέν. (NA27)

Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. (RV60)

De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros, “puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos”. Como algunos de sus propios poetas griegos han dicho: “De él somos descendientes.” (NVI)

De uno solo formó toda la raza humana, para que poblase la superficie entera de la tierra. Él definió las etapas de la historia y las fronteras de los países. Hizo que buscaran a Dios y que lo encontraran aun a tientas. Pues no está lejos de ninguno de nosotros, ya que en él vivimos, y nos movemos y existimos, como dijeron algunos de vuestros poetas: pues somos de su raza. (Biblia del Peregrino)

En cada una de las etapas de la historia peruana, la soberanía de Dios se ha manifestado para que todos los peruanos busquemos al Señor y Soberano de todas la historias. Hoy también hay una cambio de mando en el Perú, y mis oraciones son para las nuevas autoridades para que conozcan el evangelio (1Ti 2.1-2). Ya suman 190 años de vida Republicana y que Dios siga ayudándonos en la proclamación del evangelio en nuestra patria.
Es nuestra oración que Dios bendiga al Perú, y a todos mis compatriotas les deseo ¡Felices Fiestas Patrias! ¡Viva el Perú!

martes, 26 de julio de 2011

"Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe" (2Co 13.5)

En el contexto general de la segunda carta a los corintios, el apóstol Pablo ahora usando la ironía al estilo socrático retorna hacia los corintios el desafío. Ellos han cuestionado su autoridad. Ahora Pablo que les predicó el evangelio les desafía a que comprueben si son verdaderamente creyentes. Evidentemente, si su respuesta era positiva (algo que el apóstol espera que suceda), entonces los corintios mismos constituirían la evidencia contundente que certificaba el ministerio de Pablo. Me parece muy afortunada la explicación que nos da David K. Lowery:


13:5–7. A lo largo de la carta, Pablo se sujetó a escrutinio, a sí mismo y a su ministerio. Ahora, le pasaba la lupa a los corintios, con el reto de que ellos consideraran su conducta (vosotros está en posición enfática en gr.). La pregunta de Pablo se interpreta normalmente con relación a la justificación posicional: ¿Eran cristianos o no? Pero con mayor probabilidad tenía que ver con la santificación práctica: ¿Demostraban que estaban en la fe (cf. 1 Co. 16:13), y que Jesucristo estaba en ellos al obedecer su voluntad? Pasar la prueba era hacer lo correcto. Ser reprobado, era ser desobediente y por tanto, estar sujeto a la disciplina de Dios. La palabra reprobado (2 Co. 13:5–6) y reprobados (v. 7) es trad. de la palabra gr. adokimoi (“desaprobado”; cf. adokimos en 1 Co. 9:27).
Cualesquiera que hayan sido las dudas que los corintios pudieran haber tenido acerca de la conducta de Pablo (e.g., 2 Co. 1:17; 2:17; 7:2), él creía que una evaluación sobria los conduciría a reivindicarlo. Tenía la esperanza de que no serían desaprobados por Dios; y de que se dieran cuenta de que él no había sido desaprobado por Dios. Nuevamente, era la reputación o situación de ellos, no la suya, la que le preocupaba.[1]

Un problema con este texto es que se suele usar fuera de su contexto como un versículo garrote para cuestionar a diestra y siniestra la fe de las personas. El autoexamen no es ajeno a la enseñanza de Pablo, pero hay que ubicarlo en su debido contexto.


[1] David K. Lowery, “2 Corintios” en John F. Walvoord y Roy B. Zuck (eds.), El Conocimiento Bíblico, Un Comentario Expositivo: Nuevo Testamento (tomo 3; Puebla: Las Américas, 1996), 113.

Gordon D. Fee y los "cristianos carnales" (1Co 3.1-4)

Luego de su exégesis acerca de 1Co 3.1-4, Gordon D. Fee manifiesta sus impresiones con relación a usar este texto para defender la idea de que puede existir un estado de carnalidad permanente en la vida de un cristiano:
Al igual que 2:6–16, este párrafo ha tenido su propia historia de desafortunada aplicación. Muy a menudo se ha usado este texto en el debate acerca de la salvación eterna, o acerca de si los que son salvos pueden o no condenarse. Se insinúa con frecuencia que, puesto que estas personas son creyentes pero son “carnales”, por consiguiente es permisible ser “cristianos carnales”. Y, desde luego, esa es precisamente la aplicación incorrecta. No hay duda de que Pablo considera que sus amigos corintios son creyentes, ni de que de hecho ellos están actuando contrariamente a esa realidad. Pero el interés de Pablo es precisamente lograr que cambien, y no conceder que ese tipo de conducta es permisible porque no todos los cristianos son todavía maduros. El lenguaje de Pablo es irónico, no permisivo. El destino eterno de esas personas, si persisten en su proceder “meramente humano”, depende de cómo considere uno los diversos textos de advertencia que hay en esta carta (p.ej., 6:9–11; 10:1–13). Pero este texto no toca esa cuestión. Haríamos bien en dejarlo transmitir el interés propio de Pablo, y no usarlo para una preocupación teológica de nuestra propia fabricación. Las personas espirituales deben andar en el Espíritu. Si hacen lo contrario, serán “carnales” y se les pide que desistan de ello. El seguir siendo carnales no es una de las opciones.[1]


Considero muy apropiado que el Dr. Fee resalte esto, pues no se pueden leer estos versículos del capítulo 3 de 1Corintios y hacer a un lado lo que el mismo apóstol Pablo asevera en el capítulo 6. 


[1] Gordon D. Fee, Primera Epístola a Los Corintios (Grand Rapids: Nueva Creación, 1994), 145.

viernes, 22 de julio de 2011

Romanos 10.9: "confesar" ¿réplica durante la persecución?

ὅτι ἐὰν ὁμολογήσῃς ἐν τῷ στόματί σου κύριον Ἰησοῦν καὶ πιστεύσῃς ἐν τῇ καρδίᾳ σου ὅτι ὁ θεὸς αὐτὸν ἤγειρεν ἐκ νεκρῶν, σωθήσῃ· (NA27)
que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. (NVI)
La falacia del anacronismo semántico consiste en atribuir un significado posterior a la literatura primitiva. Esto suele suceder cuando, por ejemplo, se lee a los padres de la iglesia que escribieron en griego. El uso de una palabra por parte de los padres de la iglesia no era necesariamente el uso que le dieron los escritores del NT.[1]
En el texto de Romanos 10.9 el verbo griego ὁμολογήσῃς subjuntivo aoristo activo 2a persona singular de ὁμολογέω (“confesar”) ha sido interpretado como refiriéndose a la confesión de los mártires cristianos ante las autoridades romanas surgida en la época de persecución. Se argumenta que se trata de la réplica cristiana ante la insistencia de la religión estatal que pregonaba “César es el Señor”.[2]
La base para esta interpretación es la literatura del segundo siglo, por ejemplo, una cita en el Martirio de Policarpo 8.2:
καὶ ὑπήντα αὐτῷ ὁ εἰρήναρχος Ἡρώδης καὶ ὁ πατὴρ αὐτοῦ Νικήτης οἳ καὶ μεταθέντες αὐτὸν ἐπὶ τὴν καροῦχαν ἔπειθον παρακαθεζόμενοι καὶ λέγοντες Τί γὰρ κακόν ἐστιν εἰπεῖν Κύριος καῖσαρ καὶ ἐπιθῦσαι καὶ τὰ τούτοις ἀκόλουθα καὶ διασώζεσθαι ὁ δὲ τὰ μὲν πρῶτα οὐκ ἀπεκρίνατο αὐτοῖς ἐπιμενόντων δὲ αὐτῶν ἔφη Οὐ μέλλω ποιεῖν ὃ συμβουλεύετέ μοι

Y se encontró con él Herodes, el capitán de la policía, y el padre de éste Nicetes, los cuales le trasladaron al carruaje y le persuadían sentándose ellos a su lado y diciéndole: “¿Qué hay de malo en decir César es Señor y en ofrecer sacrificio y las demás cosas, y ser salvo?” Pero, él al principio no les respondió, y al persistir, él les afirmaba: “No haré lo que me aconsejáis”(traducción mía)
El problema con esto es el anacronismo con respecto al texto de Romanos 10.9, y además, el contexto lógico hace improbable esta interpretación. Como ha argüido convincentemente Larry Hurtado, esta confesión se originó no durante la persecución romana posterior, sino en la fase más antigua del cristianismo judío en Jerusalén.[3] La iglesia en Palestina que hablaba arameo ya tenía como fórmula de fe la expresión aramea: mārēh Yēšûʿ (cf. la expresión μαράνα θά marana tha “el Señor viene” en 1 Co 16.22). Por tanto, debido a la evidencia es muy probable que esta fórmula sea pre-paulina.[4] En consecuencia, es mejor entender este texto como refiriéndose a una confesión de fe[5], como dice Douglas J. Moo: “La confesión es la manifestación externa de esta crítica respuesta interna” refiriéndose a la fe.[6]


[1] D. A. Carson, Exegetical Fallacies (2a ed.; Grand Rapids: Paternoster-Baker, 1996), 33.
[2] C. K. Barrett, The Epistle to the Romans (BNTC; ed. rev.; Peabody: Hendrickson, 1991), 187.
[3] Larry W. Hurtado, Lord Jesus Christ: Devotion to Jesus in Earliest Christianity (Grand Rapids: Eerdmans, 2003), 197-200.
[4] Cf. Barrett, op. cit., 187; C. E. B. Cranfield, A Critical and Exegetical Commentary on the Epistle to the Romans (London: T&T Clark, 2004), 527; James D. G. Dunn, Romans 9-16 (WBC 38B; Dallas: Word, 2002), 607; Joseph A. Fitzmyer, S.J., Romans: A New Translation With Introduction and Commentary (New Haven: Yale University Press, 2008), 591.
[5] Cf. V. H. Neufeld, The Earliest Christian Confessions (NTTS 5; Grand Rapids: Eerdmans, 1963), 13-20, 42-43.
[6] Moo, op. cit., 657.