Puesto que toda intelección se realiza en el lenguaje, el horizonte de la intelección se interpreta en el lenguaje y el acontecer de lo "historicoefectivo" que Gadamer comprueba es un acontecer del lenguaje, se plantea ante todo - al lado de todos los problemas objetivos que nos son dados con ello en vistas a la cuestión hermenéutica - el problema del lenguaje, que en este contexto adquiere importancia más urgente.[negritas mías] [1]
viernes, 5 de diciembre de 2008
intelección y lenguaje
miércoles, 3 de diciembre de 2008
ἔχει ζωὴν αἰώνιον... μεταβέβηκεν ἐκ τοῦ θανάτου εἰς τὴν ζωήν (Jn. 5:24)
Ἀμὴν ἀμὴν λέγω ὑμῖν ὅτι ὁ τὸν λόγον μου ἀκούων καὶ πιστεύων τῷ πέμψαντί με ἔχει ζωὴν αἰώνιον καὶ εἰς κρίσιν οὐκ ἔρχεται, ἀλλὰ μεταβέβηκεν ἐκ τοῦ θανάτου εἰς τὴν ζωήν. (NA27, 261)De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. (RV60)
ἔχει ζωὴν αἰώνιον. El creyente obediente tiene vida eterna, como una posesión presente. Ver acerca de 3:15, y cf. 1 Jn. 5:12.[1]Este texto definitivamente enfatiza la realidad presente de la salvación.[2]Esta decisión tiene consecuencias presentes: la vida eterna empieza inmediatamente y la condenación y la muerte desaparecen.[3]La persona que oye y cree en esta manera tiene vida eterna y no será condenado (krinō, aquí significando ‘juzgado adversamente’, como en 3:18). La idea es virtualmente no distinguible del componente negativo de la doctrina de la justificación de Pablo: el creyente no viene al juicio final, pero él deja el tribunal ya absuelto. Ni es necesario para el creyente esperar hasta el día final para experimentar algo de la vida de la resurrección: el creyente tiene vida eterna y ha pasado de muerte a vida (cf. Col. 1:13).[4]Aceptar el mensaje de Dios, que es el de Jesús, produce en el hombre, ya ahora, una vida de tal calidad, que es definitiva y, en consecuencia, no puede cesar nunca. Este hombre pertenece ya al estadio de la creación terminada. Para el que la posee, el juicio es superfluo, ha pasado ya de la muerte a la vida. El verbo “pasar” está en relación con el éxodo de Jesús (13,1: su hora, la de pasar de este mundo al Padre; cf. 7,13). Define aquí el éxodo que él propone, saliendo del dominio de la tiniebla-muerte.[5]El que escucha (akouon) la palabra de Jesús y cree (pisteuon) en el Padre que envió a Jesús, el Hijo, ha pasado ya (perfecto metabebeken) de la muerte a la vida (eis ten
zoen). La vida puede lograrse ahora mediante la fe en la revelación de Dios en y mediante el Hijo de Dios (v 25b). El paso de la muerte a la vida no es una promesa para el futuro, sino que acontece ahora llega la hora, y ya está aquí (v 25a)[6]ha pasado de la muerte a la vida. El uso del perfecto (metabebeken) del verbo vincula el paso de una situación de pecado (muerte) a la “vida”, con la aceptación de la palabra de Jesús en la situación actual del creyente. Desde hace ya tiempo se ha considerado esta declaración como “la afirmación más fuerte de una escatología realizada que hallamos en el NT” (Beasley-Murray, John 76)[7]La promesa llega a ser inmediatamente efectiva; el oyente-creyente tiene vida eterna ahora. Él tiene el juicio detrás de él, no delante de él, puesto que el juicio es para la incredulidad (3:18, 36), y él ha pasado desde el reino de la muerte a la esfera de la soberanía divina, la característica de la cual es vida para todos aquellos quienes ingresan en ella (cf. Col 1:13). Esta es la afirmación más fuerte de la escatología realizada aplicada al creyente en el NT, como 12:31-32 es la expresión más fuerte de su aspecto cósmico.[8]____________________
martes, 2 de diciembre de 2008
πίστις versus ἔργα νόμου
Sin embargo, el asunto real no es si Pablo contrasta πίστις y ἔργα νόμου –que él lo hace es sencillamente incontrovertible –, sino más bien si nosotros hemos entendido apropiadamente la verdadera naturaleza del contraste. En Gálatas 2:15-16, en el mismo inicio de su formulación teológica, Pablo no nos habla en términos inciertos que cualquiera quien espera ser justificado puede serlo sólo por medio de πίστις. No hay para la fe sino una alternativa la cual es contemplada en el contexto, a saber, ἔργα νόμου, y el apóstol nos habla no una vez, sino dos veces (y la segunda vez con el muy enfático πᾶσα σάρξ), que a través de tales obras ninguno puede ser justificado.[…]En resumen, ningún tipo de sutileza exegética puede extirpar el acto de creer de la estructura lógica de la argumentación. Se sigue que (para ponerlo en la forma más suave) alguna clase de contraste entre “obras de la ley” y la respuesta de fe del individuo está latente en todas las etapas de la discusión.[1]
miércoles, 26 de noviembre de 2008
¿Gramática tradicional vs. la teoría del aspecto verbal?
Yo creo que Porter y Fanning están mayormente en lo correcto, que las formas léxicas de los tiempos verbales no comportan sentido de tiempo en y de sí mismas pero se les atribuye ese sentido en la interacción más amplia de las formas dentro del contexto estructural. Sin embargo, Porter exagera su caso cuando exige un cambio de paradigma que reemplace todas las categorías tradicionales. Los verbos son ciertamente usados dentro de aquellos parámetros y comportan aquellas clases de acción dentro de contextos específicos. Por tanto, las categorías de Blass-Debrunner-Funk y otros son todavía viables. Al preparar mi comentario sobre Apocalipsis, consideré el uso de los verbos en ambas opciones, tanto la tradicional como la aspectual, y descubrí veces cuando la teoría del aspecto proveyó la mejor solución, y otras veces cuando las categorías tradicionales respondieron mejor a cómo Juan estuvo usando el verbo. Mi sugerencia es considerar la teoría aspectual como un suplemento valioso para la teoría tradicional y formular todas las preguntas (desde las teorías tradicional y aspectual) al estudiar un contexto, entonces ver cuál funciona mejor [1]
La Universidad Bob Jones y la discriminación
En la Academia Bob Jones fui confrontado con una subcultura anglosajona racista y triunfalista. El ambiente artístico era muy impresionante. Todos los años se presentaban producciones teatrales shakespereanas. Se exaltaba la literatura aglosajona. Cada domingo había servicios vespertinos, con producciones musicales y dramáticas de alta calidad, pero enfocados, en su mayoría, en la gran herencia religiosa angloamericana. Los cultos diarios se caracterizaban por un ethos cruzadista y avivamientista típico del "deep South" norteamericano. Predominaban los grandes valores puritanos, manifestados, entre otras cosas, en un sistema de noviazgo controlado con procedimientos disciplinarios rígidos. Abiertamente se defendía y justificaba teológicamente el racismo. Sobre todo, se sostenía la creencia triunfalista del destino divino (manifest destiny) de los Estados Unidos. Todas estas configuraciones culturales me llevaron a preguntarme si había lugar para un hispanoamericano en ese mundo. Años más tarde llegué a la conclusión de que no lo había (negritas mías, p. 18).
La historia de BJU [Bob Jones University] se ha caracterizado principalmente por la lucha para alcanzar esas metas; pero como cualquier institución humana, tenemos faltas también. Por casi dos siglos el cristianismo americano, incluyendo BJU en sus primeros tiempos, se caracterizó por el ethos segregacionista de la cultura americana. Por consiguiente, por demasiado tiempo, permitimos que las políticas institucionales con respecto a la raza fueran moldeadas más directamente por ese ethos que por los principios y los preceptos de las Escrituras. Nos conformamos a la cultura en lugar de proporcionar un contrapunto cristiano claro para ella.
Al obrar así, no pudimos representar con precisión al Señor y cumplir el mandamiento de amar a otros como a nosotros mismos. Por estas faltas estamos profundamente apesadumbrados. Aunque ningún antagonismo conocido hacia las minorías o expresiones de racismo a nivel personal jamás se ha tolerado en nuestro campus, permitimos que permanecieran las políticas institucionales que eran hirientes racialmente.
En la televisión nacional en marzo del 2000, Bob Jones III, quien fue el presidente de la Universidad hasta el año 2005, indicó que BJU estuvo en lo incorrecto al no admitir a estudiantes afroamericanos antes de 1971, la cual era tristemente una práctica común tanto de las universidades públicas como de las privadas en los años anteriores a ese tiempo. En el mismo programa, anunció el levantamiento de la política de la universidad contra el enamoramiento ["dating"] inter-racial.
Ἀνοίξας δὲ Πέτρος τὸ στόμα εἶπεν· ἐπʼ ἀληθείας καταλαμβάνομαι ὅτι οὐκ ἔστιν προσωπολήμπτης ὁ θεός (NA27, 351)Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas (RV60)Hch. 10.34
martes, 25 de noviembre de 2008
Aniversario de nuestra familia espiritual
ἄφες ἐκεῖ τὸ δῶρόν σου ἔμπροσθεν τοῦ θυσιαστηρίου καὶ ὕπαγε πρῶτον διαλλάγηθι τῷ ἀδελφῷ σου, καὶ τότε ἐλθὼν πρόσφερε τὸ δῶρόν σου.
deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Mt. 5.24
miércoles, 19 de noviembre de 2008
El aoristo παραστῆσαι (Ro. 12.1): ¿"presentar una vez y por todas"?
Παρακαλῶ οὖν ὑμᾶς, ἀδελφοί, διὰ τῶν οἰκτιρμῶν τοῦ θεοῦ παραστῆσαι τὰ σώματα ὑμῶν θυσίαν ζῶσαν ἁγίαν εὐάρεστον τῷ θεῷ, τὴν λογικὴν λατρείαν ὑμῶν· (NA27, 431).
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. (RV60)
De acuerdo a F. Godet nuestra consagración es "realizada una vez por todas (el aoristo παραστῆσαι, v. 1)” [negritas mías][1]. παραστῆσαι es infinitivo aoristo activo de παρίστημι, usado como un terminus technicus [palabra técnica] “en el lenguaje del sacrificio ofrecer, traer, presentar” (BDAG s.v. 1d, 778). La cuestión es si παραστῆσαι indica que la consagración se realiza “una vez por todas” debido a que se trata de un aoristo.
Al parecer, puesto que los gramáticos han descrito el aoristo como el “tiempo” puntual, algunos han deducido que el aoristo presenta la acción “una vez y por todas”[2]. Veamos lo que dicen dos gramáticos conocidos. William H. Davis describe así el tiempo aoristo (§ 179):
El tiempo aoristo expresa acción en su forma más simple –indefinida; no distingue entre acción completa o incompleta. El tiempo aoristo trata la acción como un punto; -esta clase de acción es llamada puntual… [negritas mías] [3]
Dana-Mantey, por su parte, escriben (§ 179):
Nos acercamos ahora al más prevaleciente y más importante de los tiempos griegos. Es también el tiempo más característico del idioma griego. El significado fundamental del aoristo es denotar acción simplemente como ocurriendo, sin referencia a su progreso. Es el tiempo indefinido (ἀοριστος, ilimitado). No tiene esencial significación temporal, hallándose sus relaciones de tiempo únicamente en el indicativo, donde se le usa como pasado y por lo mismo aumentado. Su función verdadera se le puede ver mejor en los modos potenciales, y debiera ser cuidadosamente considerada en interpretación. El aoristo no significa nada en cuanto a conclusión, sino que simplemente presenta la acción como alcanzada. El establece el hecho de la acción o evento sin consideración de su duración. […] Él presenta la acción o el evento como un “punto”, y, de aquí que se le llame “puntual”.[4]
Asumir que una acción ocurrió “una vez y por todas” sobre la base de la forma-verbal aoristo debido a que es descrito como puntual, es “abusar” del aoristo.[5] “Si el aoristo significa que una acción que ocurre sólo una vez, se indica por medio de otros factores contextuales” [negritas mías] [6]. Por tanto, como dice D. J. Moo:
Pero el tiempo aoristo en sí mismo no indica esto [un acto “una vez y por todas”]; y no hay razón en el contexto para pensar que Pablo viera esta presentación como una ofrenda que hacemos sólo una vez. Pablo simplemente nos ordena realizar esta ofrenda, sin decir nada acerca de cuán a menudo se necesita hacer.[7]
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lunes, 17 de noviembre de 2008
Διονύσιος ὁ Θρᾷξ (Dionisio de Tracia)
χρόνοι τρεῖς, ἐνεστώς, παρεληλυθώς, μέλλων. τούτων ὁ παρεληλυθὼς ἔχει διαφορὰς τέσσαρας, παρατατικόν, παρακείμενον, ὑπερσυντέλικον, ἀόριστον· ὧν συγγένεια τρεῖς, ἐνεστῶτος πρὸς παρατατικόν, παρακειμένου πρὸς ὑπερσυντέλικον, ἀορίστου πρὸς μέλλοντα.
Tres tiempos [χρόνοι], Presente, Pasado, Futuro. De estos, el pasado tiene cuatro divisiones: Imperfecto, Perfecto, Pluscuamperfecto y Aoristo; los cuales están en tres relaciones respectivas [συγγένεια]: el Presente con el imperfecto, el Perfecto con el Pluscuamperfecto, y el Aoristo con el futuro.
Stanley E. Porter
El Dr. Porter afirma que la función de los denominados 'temas de tiempo' del verbo griego no tienen que ver con niveles de tiempo, sino con el aspecto verbal.El griego no gramaticaliza tiempo [‘tense’] en cualquiera de las tres categorías principales de tiempo [‘tense’].[1]
En griego, el aspecto verbal se define como una categoría semántica (significante) por medio de la cual un hablante o escritor gramaticaliza (i.e. representa un significado mediante la elección de una forma-palabra) una perspectiva acerca de una acción por medio de la selección de una forma-tiempo [tense-form] particular en el sistema verbal.[2]