sábado, 13 de diciembre de 2008

εὐοδόω "prosperar" (3 Jn. 2)

Ἀγαπητέ, περὶ πάντων εὔχομαί σε εὐοδοῦσθαι καὶ ὑγιαίνειν, καθὼς εὐοδοῦταί σου ἡ ψυχή (NA27, 627).
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma (RV60).


De acuerdo a los proponentes del falso evangelio de la prosperidad financiera (o mammonistas[1]), este texto respaldaría su filosofía. ¿Es cierto que este texto provee tal fundamento para esta ideología? Se debe notar que este proemio (deseo de salud) es una redacción convencional que se puede apreciar también en cartas seculares. Por ejemplo, tenemos las dos cartas de Apión, en las cuales Apión escribe que ora por su padre Epímaco para que tenga salud (ὑγιαίνειν) y que sea prosperado (εὐτυχεῖν).[2] En 3Jn. 2 aparece el verbo εὐοδόω "prosperar, tener éxito"[3]. Este verbo ocurre dos veces en este versículo: εὐοδοῦσθαι infinitivo presente pasivo; εὐοδοῦταί indicativo presente pasivo 3p. En el NT εὐοδόω ocurre en otros dos lugares más:
  1. Ro. 1.10: εὐοδωθήσομαι indic. fut. pasivo 1p. sing., literalmente un "buen viaje", aunque puede tener un sentido metafórico, es decir, Pablo oraba para tener éxito al llegar a los hermanos en Roma.
  2. 1Co. 16.2: εὐοδῶται subj. pres. pasivo 3p. sing., metafóricamente con relación a los bienes materiales.
En 3Jn. 2, el amor del anciano por Gayo se expresa mediante su oración. Como se ha notado, el deseo por prosperidad física/material tanto como espiritual, es típico en las cartas antiguas. El anciano sigue la costumbre antigua, aunque en su pluma es más que un mero saludo convencional. Este saludo común ha sido tocado por el Espíritu Santo, y expresa el deseo sincero del anciano. Este texto, en lugar de confirmar la ecuación: bienestar espiritual = prosperidad material, la niega. Porque de acuerdo al anciano, Gayo ya estaba progresando en su vida (cf. el presente εὐοδοῦσθαι). Lo extraño es convertir mediante alguna esotérica metamorfosis exegética un deseo por salud en una promesa que se debe reclamar.
Revisemos las opiniones de algunos autores:

Aunque una persona esté enferma o en una mala situación económica, puede experimentar progreso espiritual, y a la inversa, el éxito material no implica necesariamente un progreso espiritual. En el caso de Gayo, el anciano no tenía dudas de que desearle un bienestar físico comparable a su bienestar espiritual era desearle lo mejor.[4]


Al mismo tiempo, quienes han desarrollado el denominado 'evangelio de la prosperidad' (viz. que Dios quiere que todos sus hijos gocen de salud y riqueza en abundancia) puede hallar en este texto el único fundamento endebel para su posición. Considere estos puntos: (1) ellos dependen, casi en su totalidad, de las promesas de prosperidad en el Antiguo Testamento hechas a la nación de Israel y que no fueron repetidas en el Nuevo Testamento o a los individuos cristianos o a la comunidad cristiana; (2) ellos son insensibles frente a la pobreza y el hambre de muchos creyentes en las naciones en vías de desarrollo, a quienes el evangelio de prosperidad evidentemente no se aplica; (3) ellos pasan por alto el énfasis del Nuevo Testamento en la adversidad más que en la prosperidad como la característica principal de los seguidores del Siervo Sufriente.[5]


La falta de atención a la similitud entre este deseo por salud y su contraparte secular ha producido algunas interpretaciones extrañas de este versículo. Por un lado, algunos eruditos han interpretado las palabras de Juan como queriendo decir que Gayo estaba enfermo y con la necesidad de una intercesión especial. Sin embargo, tal interpretación implicaría por fuerza la misma interpretación en las cartas seculares donde palabras similares se encuentran. Por otro lado, algunos predicadores contemporáneos han usado este versículo como parte de una doctrina bastante elaborada de la prosperidad y la salud. Pero nuevamente, la consistencia demandaría que se atribuya una teología similar a todos aquellos escritores seculares quienes usaron una fórmula similar. Sin embargo, conclusiones de esta naturaleza parecen estar infundadas. Por tanto, se debería tener cuidado de no usar 3 Juan 2 en tal manera.[6]


___________________
[1] mamonista = δοῦλος μαμωνᾶ, "siervo de Mamón", cf. Mt. 6.24. Ya antes me he referido a esto (aquí).
[2] Klauck, Hans-Josef & Bailey, Daniel P. , Ancient letters and the New Testament : a guide to context and exegesis (Waco, Tx.: Baylor, 2006), 9, 15.
[3] BDAG, 410. Cf. EDNT, 2:81; L&N, 22.47: "experimentar y gozar circunstancias favorables". El verbo εὐοδόω literalmente significa "tener un buen camino", equivalente a expresiones como "que te vaya bien, que tengas buen viaje"; aquí en 3Jn. 2 el significado es metafórico (cf. Michaelis, W., TDNT, 5:109-114).
[4] Marshall, I. Howard, Las Cartas de Juan (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans-Nueva Creación, 1991), 79.
[5] Stott, John R. W., The Letters of John: An Introduction and Commentary (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1988), 223.
[6] Thomas, John Christopher, The Pentecostal Commentary on 1 John, 2 John, 3 John (London: T & T Clark, 2004), 22-23.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Oral Roberts, D. Yonggi Cho y 3 Juan 2

A veces en mi correo electrónico he encontrado cartas de personas a las que no conozco. Dichos mensajes tienen un encabezado más o menos así:
Estimado señor Manuel,
Le saludamos, deseándole el bienestar suyo y el de sus familiares [...]
No sé si aquellas personas desconocidas realmente me estiman, ni tampoco sé si realmente desean mi bienestar y el de mi familia. Sin embargo, eso no es relevante porque se trata de un saludo convencional. Sé que algunos mensajes son producidos automáticamente por algún software de alguna mensajería. Lo que hago es ir al cuerpo de la carta.
Por otro lado, en algunas cartas de amigos puedo leer un saludo convencional similar:
Estimado Manuel,
Te saludo deseando que estés bien de salud y en todos los aspectos, juntamente con tu familia [...]
Sé que este saludo es convencional, pero puedo sospechar que hay sinceridad en las palabras de mis amigos. Sé que esas palabras, aunque convencionales, expresan los buenos deseos de mis amigos. Pero, nuevamente, voy al cuerpo de la carta para enterarme de alguna noticia, etc.
Supongamos que dentro de 2000 años alguien que se crea "el iluminado", husmee en mis mensajes y lea este encabezado "Te saludo deseando que estés bien de salud y en todos los aspectos, juntamente con tu familia". Luego, dicho iluminado diga algo como esto:
He estado orando y llorando todos los días. Después de rogar, Dios me habló. Luego de revisar al azar los e-mails de Manuel (los cuales he revisado decenas de veces), me topé con el e-mail número LVII. Fue un gran descubrimiento porque era la palabra que me hacía falta. Esta palabra está en el LVII e-mail a Manuel versículo 2: "Te saludo deseando que estés bien de salud y en todos los aspectos, juntamente con tu familia". Dios nos ha prometido buena salud, y prosperidad en todos los aspectos. Y no sólo eso, sino que bendecirá a toda nuestra familia. Desde ahora toda nuestra teología depende de LVII e-mail a Manuel versículo 2. El lema y el fundamento de mi ministerio será LVII e-mail a Manuel versículo 2.
¿Qué opinarías de este iluminado? Quizá ahora vas a dar mucha mayor relevancia a los encabezados de las cartas y mensajes que recibas. :-) Hace casi 2000 años atrás, un anciano escribió una carta a un amigo muy amado. En el encabezado/saludo escribió estas palabras:
Ἀγαπητέ, περὶ πάντων εὔχομαί σε εὐοδοῦσθαι καὶ ὑγιαίνειν, καθὼς εὐοδοῦταί σου ἡ ψυχή. (NA27, 627)
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. (RV60)
Como otras cartas de la época era un saludo convencional [1], pero evidentemente escritas con sinceridad. Lo sorprendente es que algunos autores escriban cosas como estas:

Oré y lloré día tras día, derramando lágrimas, buscando intensamente. Luego de pasar mucho tiempo suplicando a Dios, El me habló al corazón. Sus palabras, cálidas, llenas de esperanza, fueron un descubrimiento para mí. La palabra que Dios me envió contenía la verdad de la bendición triple que está escrita en III Juan 2 y que consiste en salvación, salud y prosperidad: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma."

Desde entonces esa verdad ha sido la base de todos mis sermones y he colocado como fundamento de mi ministerio ese versículo. Cuando mi interpretación de toda la Escritura tomó la perspectiva de la luz de la verdad que arroja este versículo en particular, Dios comenzó a manifestarse no solamente como el Dios del pasado y del futuro, sino como el Dios del presente, aquel que vive en el tiempo presente. Posteriormente, a causa del poder de este mensaje, nuestra iglesia se ha expandido internacionalmente y continuará creciendo en el futuro.[2]

Estas son palabras de David (Paul) Yonggi Cho. No es de extrañarse, pues Oral Roberts escribe en el prólogo al libro de Yonggi Cho:

Cierto día abrí mi Biblia al azar y quedó abierta en la 3° Epístola de Juan. Mi vista cayó sobre el versículo 2; no recordaba haberlo leído nunca antes. Estas palabras eran lo que me faltaba a mí, como una llave maestra.

Evelyn (mi esposa) y yo las leímos una y otra vez, sollozando, regocijándonos y sintiéndonos inundar por la presencia de Dios en la manera que lo necesitábamos para poder invadir la tierra con el poder de Jesús, para ganar a las almas, sanar a los enfermos, echar a los demonios y mostrar a las personas sufrientes que Dios es un buen Dios... y que El desea prosperar todos los aspectos de sus vidas.[3]

¿Se trata eiségesis? ¿Sobre qué base hermenéutica se establecen estas afirmaciones? ¿Qué opinarían el apóstol Juan o Gayo?
_______________
[1] Cf. Klauck, Hans-Josef & Bailey, Daniel P. , Ancient letters and the New Testament : a guide to context and exegesis (Waco, Tx.: Baylor, 2006), 31-32. Véase también la carta de Apión a su padre Epímaco (Deissmann, A., & Strachan, L. R. M, Light from the ancient East the New Testament illustrated by recently discovered texts of the Graeco-Roman world [London: Hodder & Stoughton, 1910], 169ss).
[2] Yonggi Cho, David, Las Tres Bendiciones en Cristo: cómo reclamarlas y obtenerlas (Bs. As.: Peniel, 2005), 14.
[3] Yonggi Cho, op. cit., 10-11.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Gadamer y lenguaje


Hans-Georg Gadamer es considerado el filósofo de la Hermenéutica más importante. Es evidente, para Gadamer, la relevancia del lenguaje. Gadamer dice:
Ya en el análisis de la hermenéutica romántica hemos podido ver que la comprensión no se basa en un desplazarse al interior del otro, a una participación inmediata de él. Comprender lo que alguien dice es, como ya hemos visto; ponerse de acuerdo en la cosa, no ponerse en el lugar del otro y reproducir sus vivencias. Ya hemos destacado también cómo la experiencia de sentido que tiene lugar en la comprensión encierra siempre un momento de aplicación. Ahora consideraremos que todo este proceso es lingüístico. No en vano la verdadera problemática de la comprensión y el intento de dominarla por arte -el tema de la hermenéutica- pertenece tradicionalmente al ámbito de la gramática y de la retórica. El lenguaje es el medio en el que se realiza el acuerdo de los interlocutores y el consenso sobre la cosa.[1]
_________________
[1] Verdad y Método (Salamanca: Sígueme, 1977)

sábado, 6 de diciembre de 2008

Edward Schillebeeckx: exégesis y teología


Acerca de los presupuestos exegéticos, y la relación de la exégesis con la teología, el polémico teólogo Edward Schillebeeckx escribe:

Un teólogo sistemático o especulativo no es en cuanto tal un especialista en exégesis. De ello estoy plenamente convencido. Sin embargo, el teólogo no tiene razón de ser sin la Escritura. ¿Quiere decir esto que depende de los exegetas? No. Pero sí de la exégesis. Entre los exegetas encontramos, como en todas las demás ciencias, muchas opiniones diferentes. Pero no por ello puede el teólogo elegir arbitrariamente las opiniones exegéticas que se acomoden mejor a su síntesis dogmática. Esto sería ignorar la función fundamental de las Escrituras en la teología. ¿Qué hacer, pues? Aun no siendo especialista en exégesis, el teólogo debe saber juzgar el valor de los argumentos exegéticos que se le presentan y, sobre todo, debe investigar los presupuestos que dan lugar a las diversas interpretaciones. A menudo, esa diversidad se debe a presupuestos no exegéticos. De ahí que un teólogo tampoco pueda estar a merced de sus “exegetas preferidos”, aunque el contacto con unas obras determinadas lleve a una preferencia espontánea. Si se da una opinión común entre exegetas de diversas escuelas (y también de diversos países), el teólogo podrá seguirla, a no ser que comiencen a surgir problemas, al principio como opiniones aisladas y personales, luego debido a dificultades que aparecen en un mismo contexto, hasta que de pronto un exegeta, oponiéndose a la opinión común, propone una interpretación coherente totalmente nueva. Creo que un teólogo, tras sopesar los distintos argumentos, puede en ciertos casos incluir en su elaboración dogmática esa interpretación nueva (que a veces es simplemente la reedición de una interpretación antigua). Por lo demás, suele suceder que, pasado algún tiempo, tales novedades son aceptadas unánimemente por los exegetas. En mi opinión, el consenso entre los exegetas, si se prescinde de sus presupuestos, no es un principio normativo para el teólogo. Por otro lado, los mismos exegetas trabajan con determinadas preferencias teológicas, es decir, no exegéticas, sobre las cuales puede el teólogo emitir un juicio.[1]

Hay varias cuestiones aquí que necesitan ser resueltas, pero resulta particularmente significativa la afirmación “los mismos exegetas trabajan con determinadas preferencias teológicas, es decir, no exegéticas”. La propuesta de Schillebeeckx es que sobre aquellas “preferencias teológicas” (no exegéticas), el teólogo puede “emitir un juicio”. Como se trata de “preferencias teológicas”, el teólogo puede juzgarlas porque están dentro de los dominios de la teología. Mi pregunta es ¿la teología es la meta-teoría a la cual el teólogo puede remitirse para juzgar las “preferencias teológicas” de un exégeta? Y, ¿qué si la exégesis colisiona con la teología? En tal caso, ¿la exégesis debe imponerse a la teología y corregirla?

Supongo que debe haber interdependencia entre exégesis y teología. En medio de la anarquía epistemológica entre los teólogos, a veces, me queda la impresión que los teólogos parecieran creerse ellos mismos aquella meta-teoría supra-exegética. ;-)
____________________________

[1] Schillebeeckx, Edward, Jesús: La historia de un viviente (trad. A. Aramayona; Madrid: Trotta, 2002), 30-31.

viernes, 5 de diciembre de 2008

intelección y lenguaje

A veces es difícil para los estudiantes comprender la relevancia del estudio del lenguaje en el marco del quehacer exegético. Además, el problema del lenguaje constituye una cuestión básica en la teoría hermenéutica. Como dice E. Coreth:

Puesto que toda intelección se realiza en el lenguaje, el horizonte de la intelección se interpreta en el lenguaje y el acontecer de lo "historicoefectivo" que Gadamer comprueba es un acontecer del lenguaje, se plantea ante todo - al lado de todos los problemas objetivos que nos son dados con ello en vistas a la cuestión hermenéutica - el problema del lenguaje, que en este contexto adquiere importancia más urgente.[negritas mías] [1]

__________________________
[1] Coreth, Emerich, Cuestiones Fundamentales de Hermenéutica (Barcelona: Herder, 1972), 39.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

ἔχει ζωὴν αἰώνιον... μεταβέβηκεν ἐκ τοῦ θανάτου εἰς τὴν ζωήν (Jn. 5:24)

Ἀμὴν ἀμὴν λέγω ὑμῖν ὅτι ὁ τὸν λόγον μου ἀκούων καὶ πιστεύων τῷ πέμψαντί με ἔχει ζωὴν αἰώνιον καὶ εἰς κρίσιν οὐκ ἔρχεται, ἀλλὰ μεταβέβηκεν ἐκ τοῦ θανάτου εἰς τὴν ζωήν. (NA27, 261)
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. (RV60)
Este es un texto hermoso, es uno de los pasajes en donde Nuestro Señor garantiza al creyente la posesión presente de la vida eterna, en el "aquí y ahora" (cf. Köstenberger, Andreas J., John [BECNT; Grand Rapids: Baker Academic, 2004], 188). Puede ser oportuno leer cómo han entendido este texto algunos intérpretes.
ἔχει ζωὴν αἰώνιον. El creyente obediente tiene vida eterna, como una posesión presente. Ver acerca de 3:15, y cf. 1 Jn. 5:12.[1]
Este texto definitivamente enfatiza la realidad presente de la salvación.[2]
Esta decisión tiene consecuencias presentes: la vida eterna empieza inmediatamente y la condenación y la muerte desaparecen.[3]
La persona que oye y cree en esta manera tiene vida eterna y no será condenado (krinō, aquí significando ‘juzgado adversamente’, como en 3:18). La idea es virtualmente no distinguible del componente negativo de la doctrina de la justificación de Pablo: el creyente no viene al juicio final, pero él deja el tribunal ya absuelto. Ni es necesario para el creyente esperar hasta el día final para experimentar algo de la vida de la resurrección: el creyente tiene vida eterna y ha pasado de muerte a vida (cf. Col. 1:13).[4]
Aceptar el mensaje de Dios, que es el de Jesús, produce en el hombre, ya ahora, una vida de tal calidad, que es definitiva y, en consecuencia, no puede cesar nunca. Este hombre pertenece ya al estadio de la creación terminada. Para el que la posee, el juicio es superfluo, ha pasado ya de la muerte a la vida. El verbo “pasar” está en relación con el éxodo de Jesús (13,1: su hora, la de pasar de este mundo al Padre; cf. 7,13). Define aquí el éxodo que él propone, saliendo del dominio de la tiniebla-muerte.[5]
El que escucha (akouon) la palabra de Jesús y cree (pisteuon) en el Padre que envió a Jesús, el Hijo, ha pasado ya (perfecto metabebeken) de la muerte a la vida (eis ten
zoen)
. La vida puede lograrse ahora mediante la fe en la revelación de Dios en y mediante el Hijo de Dios (v 25b). El paso de la muerte a la vida no es una promesa para el futuro, sino que acontece ahora llega la hora, y ya está aquí (v 25a)[6]
ha pasado de la muerte a la vida. El uso del perfecto (metabebeken) del verbo vincula el paso de una situación de pecado (muerte) a la “vida”, con la aceptación de la palabra de Jesús en la situación actual del creyente. Desde hace ya tiempo se ha considerado esta declaración como “la afirmación más fuerte de una escatología realizada que hallamos en el NT” (Beasley-Murray, John 76)[7]
La promesa llega a ser inmediatamente efectiva; el oyente-creyente tiene vida eterna ahora. Él tiene el juicio detrás de él, no delante de él, puesto que el juicio es para la incredulidad (3:18, 36), y él ha pasado desde el reino de la muerte a la esfera de la soberanía divina, la característica de la cual es vida para todos aquellos quienes ingresan en ella (cf. Col 1:13). Esta es la afirmación más fuerte de la escatología realizada aplicada al creyente en el NT, como 12:31-32 es la expresión más fuerte de su aspecto cósmico.[8]
____________________
[1] Bernard, J. H., A Critical and Exegetical Commentary on the Gospel According to St. John (edit. McNeile, Alan Hugh; Edinburgh: T&T Clark, 1929), 1:242.
[2] Borchert, Gerald L., John 1-11 (NAC; Nashville: Broadman & Holmans, 1996), 240.
[3] Burge, Gary M., John (NIVAC; Grand Rapids: Zondervan, 2000), 178.
[4] Carson, D. A., The Gospel According to John (PCNT; Grand Rapids: Eerdmans, 1991), 256.
[5] Mateos, Juan & Barreto, Juan, El Evangelio de Juan (2a edic.; Madrid: Cristiandad, 1982), 287-288.
[6] Moloney, Francis J., El Evangelio de Juan (Estella: Verbo Divino, 2005), 199.
[7] Moloney, op. cit., 202.
[8] Beasley-Murray, George R., John (WBC; Dallas: Word, 1998), 76.

martes, 2 de diciembre de 2008

πίστις versus ἔργα νόμου

La reinterpretación de Pablo y del judaísmo del segundo Templo propuesta por la llamada "la Nueva Perspectiva de Pablo" (designación acuñada por el Dr. Dunn), ha motivado el debate. A mi juicio, el Dr. Moisés Silva ha escrito un ensayo muy preciso sobre la discusión de la terminología. El Dr. Silva escribe:
Sin embargo, el asunto real no es si Pablo contrasta πίστις y ἔργα νόμου –que él lo hace es sencillamente incontrovertible –, sino más bien si nosotros hemos entendido apropiadamente la verdadera naturaleza del contraste. En Gálatas 2:15-16, en el mismo inicio de su formulación teológica, Pablo no nos habla en términos inciertos que cualquiera quien espera ser justificado puede serlo sólo por medio de πίστις. No hay para la fe sino una alternativa la cual es contemplada en el contexto, a saber, ἔργα νόμου, y el apóstol nos habla no una vez, sino dos veces (y la segunda vez con el muy enfático πᾶσα σάρξ), que a través de tales obras ninguno puede ser justificado.
[…]
En resumen, ningún tipo de sutileza exegética puede extirpar el acto de creer de la estructura lógica de la argumentación. Se sigue que (para ponerlo en la forma más suave) alguna clase de contraste entre “obras de la ley” y la respuesta de fe del individuo está latente en todas las etapas de la discusión.[1]

_________________________
[1] Silva, Moisés, “7. Faith Versus Works of Law in Galatians”, Justification and Variegated Nomism (edits. D. A. Carson, Peter T. O'Brien, Mark A. Seifrid; Grand Rapids: Baker Academic, 2004), 217-218.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿Gramática tradicional vs. la teoría del aspecto verbal?

La teoría del aspecto verbal griego constituye, para el mundo de la gramática griega, una "revolución científica" (aunque hay quienes dudan que sea tan revolucionaria como se afirma). Pero, ¿hasta qué punto esta teoría ha superado la tradición gramatical? ¿Son inconmensurables entre sí los paradigmas: el tradicional con respecto al aspectual? Como dice T. Kuhn, "[L]a tradición científica normal que surge de una revolución científica no sólo es incompatible con lo anterior, sino que a menudo resulta de hecho inconmensurable" (La estructura de las revoluciones científicas [2a edic.; México: FCE, 2004], 182). ¿Sucede esto con la teoría aspectual? ¿Nuestros textos tradicionales de gramática griega pertenecen más a la historia de la gramática? Mientras el debate continúe, el Dr. Osborne aconseja:


Yo creo que Porter y Fanning están mayormente en lo correcto, que las formas léxicas de los tiempos verbales no comportan sentido de tiempo en y de sí mismas pero se les atribuye ese sentido en la interacción más amplia de las formas dentro del contexto estructural. Sin embargo, Porter exagera su caso cuando exige un cambio de paradigma que reemplace todas las categorías tradicionales. Los verbos son ciertamente usados dentro de aquellos parámetros y comportan aquellas clases de acción dentro de contextos específicos. Por tanto, las categorías de Blass-Debrunner-Funk y otros son todavía viables. Al preparar mi comentario sobre Apocalipsis, consideré el uso de los verbos en ambas opciones, tanto la tradicional como la aspectual, y descubrí veces cuando la teoría del aspecto proveyó la mejor solución, y otras veces cuando las categorías tradicionales respondieron mejor a cómo Juan estuvo usando el verbo. Mi sugerencia es considerar la teoría aspectual como un suplemento valioso para la teoría tradicional y formular todas las preguntas (desde las teorías tradicional y aspectual) al estudiar un contexto, entonces ver cuál funciona mejor [1]


Al parecer, un punto de vista complementario respecto de las teorías (¿ecléctico?) resulta una solución provisional. Aunque me resulta problemático desde el punto de vista epistemológico. Para mí, resulta imperativo continuar leyendo acerca de este asunto. ¿Hasta qué punto el púlpito será afectado con este debate?


______________________________


[1] Osborne, Grant R., The Hermeneutical Spiral: A Comprehensive Introduction to Biblical Interpretation (2a ed.; Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 2006), 69.

La Universidad Bob Jones y la discriminación

Hace años atrás, Orlando Costas (Hacia una Teología Evangélica Latinoamericana [C. R. Padilla edit.; Miami: Caribe, 1984]), contando su testimonio, escribió:
En la Academia Bob Jones fui confrontado con una subcultura anglosajona racista y triunfalista. El ambiente artístico era muy impresionante. Todos los años se presentaban producciones teatrales shakespereanas. Se exaltaba la literatura aglosajona. Cada domingo había servicios vespertinos, con producciones musicales y dramáticas de alta calidad, pero enfocados, en su mayoría, en la gran herencia religiosa angloamericana. Los cultos diarios se caracterizaban por un ethos cruzadista y avivamientista típico del "deep South" norteamericano. Predominaban los grandes valores puritanos, manifestados, entre otras cosas, en un sistema de noviazgo controlado con procedimientos disciplinarios rígidos. Abiertamente se defendía y justificaba teológicamente el racismo. Sobre todo, se sostenía la creencia triunfalista del destino divino (manifest destiny) de los Estados Unidos. Todas estas configuraciones culturales me llevaron a preguntarme si había lugar para un hispanoamericano en ese mundo. Años más tarde llegué a la conclusión de que no lo había (negritas mías, p. 18).
Por otro lado, desde una evaluación positiva, Orlando Costas consideraba que sus estudios en Bob Jones le dieron "una pasión evangelística", y un "gran interés por la predicación" (p. 19). Sin embargo, no deja de impresionar la discriminación que Costas menciona, y la "justificación teológica" en Bob Jones durante aquellos años. Me es difícil entender cómo en una institución cristiana se haya defendido la discriminación. En un lugar en donde se afirma que la Biblia es la única regla de fe y práctica, se le haya desobedecido tan escandalosamente. Pero, eso tenía que ser corregido. El jueves pasado (20 de noviembre de 2008), en la página web de la Universidad Bob Jones, apareció un artículo titulado "Statement about Race at Bob Jones University" [Declaración acerca de la raza en la Universidad Bob Jones]. Se afirma entre otras cosas:

La historia de BJU [Bob Jones University] se ha caracterizado principalmente por la lucha para alcanzar esas metas; pero como cualquier institución humana, tenemos faltas también. Por casi dos siglos el cristianismo americano, incluyendo BJU en sus primeros tiempos, se caracterizó por el ethos segregacionista de la cultura americana. Por consiguiente, por demasiado tiempo, permitimos que las políticas institucionales con respecto a la raza fueran moldeadas más directamente por ese ethos que por los principios y los preceptos de las Escrituras. Nos conformamos a la cultura en lugar de proporcionar un contrapunto cristiano claro para ella.

Al obrar así, no pudimos representar con precisión al Señor y cumplir el mandamiento de amar a otros como a nosotros mismos. Por estas faltas estamos profundamente apesadumbrados. Aunque ningún antagonismo conocido hacia las minorías o expresiones de racismo a nivel personal jamás se ha tolerado en nuestro campus, permitimos que permanecieran las políticas institucionales que eran hirientes racialmente.

En la televisión nacional en marzo del 2000, Bob Jones III, quien fue el presidente de la Universidad hasta el año 2005, indicó que BJU estuvo en lo incorrecto al no admitir a estudiantes afroamericanos antes de 1971, la cual era tristemente una práctica común tanto de las universidades públicas como de las privadas en los años anteriores a ese tiempo. En el mismo programa, anunció el levantamiento de la política de la universidad contra el enamoramiento ["dating"] inter-racial.

Para mí, siempre fueron incomprensibles los argumentos de algunos evangélicos norteamericanos en contra del noviazgo entre norteamericanos y latinoamericanos (¿discriminación?). A mi juicio, nunca fueron convincentes. En el marco de la coyuntura actual de la política norteamericana, esta noticia es significativa. Triste es que los directivos de BJU se hayan demorado tanto en reconocer su pecado (palabra ausente en la declaración). Lo cierto, es que aún hay algunos (quizá muchos) en el hemisferio norte, quienes consideran que los latinoamericanos (y de otras latitudes) tienen un déficit mental, que somos teológicamente "subdesarrollados", etc. Por otro lado, otros quizá recién digan con Pedro:
Ἀνοίξας δὲ Πέτρος τὸ στόμα εἶπεν· ἐπʼ ἀληθείας καταλαμβάνομαι ὅτι οὐκ ἔστιν προσωπολήμπτης ὁ θεός (NA27, 351)
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas (RV60)
Hch. 10.34

martes, 25 de noviembre de 2008

Aniversario de nuestra familia espiritual

Este fin de semana estuvimos de aniversario en nuestra congregación. El expositor de la Palabra de Dios durante estos días fue un hermano muy querido por nosotros, el pastor Benjamín Salinas, pastor de la iglesia bíblica bautista en "El Retablo" (Lima). Hemos sido desafiados, y asumimos el compromiso con gozo de glorificar a Dios obedeciendo al imperativo de Cristo de ir y hacer discípulos, y de aumentar nuestro amor cristiano en nuestras relaciones interpersonales. Como dice nuestro Señor:

ἄφες ἐκεῖ τὸ δῶρόν σου ἔμπροσθεν τοῦ θυσιαστηρίου καὶ ὕπαγε πρῶτον διαλλάγηθι τῷ ἀδελφῷ σου, καὶ τότε ἐλθὼν πρόσφερε τὸ δῶρόν σου.

deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.


Mt. 5.24