______________________________________Si la teo-logía es la ciencia que tiene por objeto a Dios (θεός), la cristología es la ciencia que tiene por objeto a Cristo, su persona y su obra. Normalmente se considera la cristología como una subdivisión de la teología en sentido etimológico. Esta costumbre ha influido a menudo en la imagen que historiadores y teólogos ofrecen de la fe de los primeros cristianos: comienzan exponiendo su idea sobre Dios y sólo en segundo lugar hablan de sus convicciones cristológicas. Este es el orden que siguen generalmente los antiguos tratados de teología del nuevo testamento.En esta forma de plantear el problema ha influido el orden que han seguido las confesiones de fe posteriores: da la impresión de que la Iglesia primitiva se ha interesado en primer lugar por Dios y sólo en segundo lugar por Cristo. Pues bien, eso no es cierto: la misma extensión de cada uno de los artículos (el de Cristo es mucho más largo que el de Dios) bastaría ya para ponerlo en evidencia. Por otra parte, puede demostrarse que las fórmulas de fe cristiana más antiguas desconocen el orden trinitario de las confesiones posteriores (Dios, Cristo, Espíritu santo). Estas antiguas confesiones tienen más bien una tendencia exclusivamente cristológica: no había entonces, como ocurrirá en las confesiones de fe más tardías, una separación entre los
artículos primero y segundo.De esta división posterior surgió la idea equivocada de que, para los primeros cristianos, la obra de Cristo no tenía nada que ver con la creación, sino tan sólo con la redención (Cristo sólo sería redentor, no creador). Pues bien, contra eso, debemos afirmar que los primeros cristianos no podían concebir el mundo sin relacionarlo con su fe en Jesucristo. Además, casi todas las primeras confesiones constan de un solo artículo: el cristológico. Una de las raras confesiones de fe del nuevo testamento que mencionan a la vez a Cristo y a Dios Padre es la de 1 Cor 8, 6 y, significativamente, ignora la distinción entre Dios Creador y Cristo Redentor. Se centra, más bien, en la creación, conforme a estos dos artículos: “Un solo Dios, el Padre, de quien vienen todas las cosas y por quien somos, y un solo Señor Jesucristo, por quien todas las cosas son, y por quien nosotros también somos”. Tanto Dios como Cristo tienen que ver con la creación. [1]
sábado, 31 de enero de 2009
Cullmann: cristología y primeros cristianos
miércoles, 28 de enero de 2009
Libros para leer
Uno de ellos es:
D. A. Carson, Divine Sovereignty and Human Responsibility: Biblical Perspective in Tension, en este libro el Dr. Carson aborda un tema difícil. Me parece un libro muy interesante.
El otro libro es:
David F. Wells, No Place for Truth or Whatever Happened to Evangelical Theology? El Dr. Wells es profesor distinguido "Andrew Mutch" de teología histórica y sistemática en el seminario teológico Gordon-Conwell. La pericia del Dr. Wells asegura un análisis sobrio del evangelicalismo norteamericano.
Estas lecturas, entiendo, me serán de mucha ayuda.
martes, 27 de enero de 2009
χαῖρε (Lc. 1.28)
Leamos lo que dos comentaristas católicos muy respetados escriben. Schmid dice:El vocativo χαῖρε es entendido en una variedad de formas: (1) un saludo griego fuera de lugar en una situación semítica (Creed 1930: 17); (2) un saludo semítico de paz reflejando o el arameo שְׁלָם (šĕlām) o más probablemente חַדָי (ḥadāy); (3) un llamado semítico a alegrarse; o (4) un saludo griego que se había abierto paso en la Palestina del primer siglo y de este modo se usaba naturalmente en una situación semítica (Fitzmyer 1981: 345).[3]
El Χαῖρε (= alégrate) del texto griego de Lucas tiene que ser entendido, por ser la fórmula usual de saludo entre los helenos, como transcripción del saludo semítico “la paz sea contigo”, que hay que suponer en boca del ángel.[4]
La forma es claramente salutativa; un saludo habitual en la literatura griega y usado incluso por personajes de raza semita en el mismo Nuevo Testamento (Mt. 26,49; cf. 28,9).[5]
lunes, 12 de enero de 2009
En Cusco
He estado preparando mis notas y las presentaciones.
Es un desafío para mí. Espero dar lo mejor de mí, y ser de bendición a los jóvenes.
El viaje a Cusco me permite disfrutar del paisaje andino. Nuestros Andes peruanos no tienen en nada que envidiar a los Alpes. Espero publicar fotografías de mi estancia aquí y, claro está, del hermoso paisaje.
domingo, 4 de enero de 2009
Memorizando versículos
Apovecharé al máximo los momentos que tenga.1 Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος. 2 οὗτος ἦν ἐν ἀρχῇ πρὸς τὸν θεόν. 3 πάντα διʼ αὐτοῦ ἐγένετο, καὶ χωρὶς αὐτοῦ ἐγένετο οὐδὲ ἕν. ὃ γέγονεν 4 ἐν αὐτῷ ζωὴ ἦν, καὶ ἡ ζωὴ ἦν τὸ φῶς τῶν ἀνθρώπων· 5 καὶ τὸ φῶς ἐν τῇ σκοτίᾳ φαίνει, καὶ ἡ σκοτία αὐτὸ οὐ κατέλαβεν.1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Jn. 1.1-5
sábado, 3 de enero de 2009
Pronunciación del griego κοινή
Como lengua viva que es, el griego moderno guarda estrecha relación con sus estadios anteriores, constituyendo, junto con ellos, una sola lengua que ha evolucionado a través de tres mil años. Como estudiosos de este idioma, reconocemos que no tenemos el derecho de aplicar a ningún período de su historia una pronunciación que a nosotros nos pueda parecer adecuada, sino que nos encontramos ante la obligación de averiguar la pronunciación auténtica de la época de la cual nos ocupamos, o bien, en su lugar, emplear la pronunciación de los que hoy día hablan el griego como lengua materna, la pronunciación que usan aun cuando leen obras de períodos anteriores. Abundan evidencias (p. ej. los iotacismos) de que la pronunciación popular en el período Koiné fue mucho más parecida a la del griego moderno que a la pronunciación llamada erasmiana o nebrisense, que comunmente se emplea en el ambiente académico occidental. Esta última, que se aproxima a la pronunciación del período clásico griego (S. IV a.C.), resulta inapropiada para el período Koiné. Nosotros hemos optado por una pronunciación popular (la del griego moderno) para el griego del N.T., ya que este documento representa el lenguaje popular del primer siglo. (negritas mías, pp. 1-2)
viernes, 2 de enero de 2009
in memoriam...
13 Οὐ θέλομεν δὲ ὑμᾶς ἀγνοεῖν, ἀδελφοί, περὶ τῶν κοιμωμένων, ἵνα μὴ λυπῆσθε καθὼς καὶ οἱ λοιποὶ οἱ μὴ ἔχοντες ἐλπίδα. 14 εἰ γὰρ πιστεύομεν ὅτι Ἰησοῦς ἀπέθανεν καὶ ἀνέστη, οὕτως καὶ ὁ θεὸς τοὺς κοιμηθέντας διὰ τοῦ Ἰησοῦ ἄξει σὺν αὐτῷ.
13Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
LOS OJITOS DE AURORAUna sonrisa que envuelve tu rostroUna canción de tormenta, ese coro del chico de colegioQue también suena en tu garganta.Y esas ganas que pones para poder decir ¡aprobé!Una ilusión de marzo, un camino nuevoDiez meses de maestra y cientos de niños nuevosUn coro de voces dirá hola profesora auroraUn coro de voces dirá, adiós profesora auroraY ni mil lagrimas, y ni mil gritos, podrán borrar tu risaTu descansó eterno, allá nos esperas, desde allá nos verasPodrán tus ojitos brillar como cuando cantabas, o llorabas de alegríajugaras al futbol, seguramente de arquera, taparas muchos penalesY los ángeles celebraran contigo. Reirás nuevamente y tus ojitos aurora,Nuevamente se juntara con tu sonrisa. Desde el cielo aurora, desde la tierraDesde donde nos mires, tú siempre estarás presente en cada uno de los que te recuerdeDe tus amigos, de los que nos reímos y lloramos contigo, hasta siempre aurora.Lic. ANIBAL VERGARA VASQUEZ
3 Εὐλογητὸς ὁ θεὸς καὶ πατὴρ τοῦ κυρίου ἡμῶν Ἰησοῦ Χριστοῦ, ὁ πατὴρ τῶν οἰκτιρμῶν καὶ θεὸς πάσης παρακλήσεως, 4 ὁ παρακαλῶν ἡμᾶς ἐπὶ πάσῃ τῇ θλίψει ἡμῶν εἰς τὸ δύνασθαι ἡμᾶς παρακαλεῖν τοὺς ἐν πάσῃ θλίψει διὰ τῆς παρακλήσεως ἧς παρακαλούμεθα αὐτοὶ ὑπὸ τοῦ θεοῦ.3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.