El año 2008 se fue, y con él también se fueron tres personas que he conocido y estimado.
Cuando en un campamento de jóvenes en un verano conocí a Edwin Obeso, no sólo conocí a un contemporáneo más y compañero de cabina, sino un cristiano estudiante de la Biblia y con deseos de dedicar sus talentos para Dios. Este año (2008), partió para estar con el Señor. Partió haciendo precisamente lo que quería. Algún día nos reencontraremos alrededor de Jesucristo.
El 30 de diciembre, una de las hermanas de nuestra iglesia, una creyente quien se destacó por su fidelidad al Señor, nuestra amada hermana María Choquehuanca partió a la presencia de Dios. Estuvimos acompañando a la familia en esta hora de dolor, pero con la esperanza que tenemos en Jesucristo tal como la recibimos en las palabras del apóstol en 1Ts. 4.13-14:
13 Οὐ θέλομεν δὲ ὑμᾶς ἀγνοεῖν, ἀδελφοί, περὶ τῶν κοιμωμένων, ἵνα μὴ λυπῆσθε καθὼς καὶ οἱ λοιποὶ οἱ μὴ ἔχοντες ἐλπίδα. 14 εἰ γὰρ πιστεύομεν ὅτι Ἰησοῦς ἀπέθανεν καὶ ἀνέστη, οὕτως καὶ ὁ θεὸς τοὺς κοιμηθέντας διὰ τοῦ Ἰησοῦ ἄξει σὺν αὐτῷ.
13Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Estuvimos como hermanos, unidos en el dolor, gozosos en la esperanza, compartiendo precisamente esa esperanza que encontramos en el evangelio de Jesucristo con todos los asistentes. Oficié el funeral y compartí el evangelio, fue un momento memorable para mí. Por ello, para nosotros ha sido un "¡hasta luego!" y un "¡hasta pronto!".
El 25 de diciembre me llegó un correo electrónico con una noticia lamentable. Me enteré que una de mis compañeras de estudio, Aurora Yanet Sandoval, falleció en un accidente antes de la navidad. Ella ejercía la docencia y se dirigía, junto con otros colegas, a la clausura del año escolar en el pueblo donde laboraba. Aníbal Vergara ha compuesto un poema dedicado a Aurora:
LOS OJITOS DE AURORAUna sonrisa que envuelve tu rostroUna canción de tormenta, ese coro del chico de colegioQue también suena en tu garganta.Y esas ganas que pones para poder decir ¡aprobé!Una ilusión de marzo, un camino nuevoDiez meses de maestra y cientos de niños nuevosUn coro de voces dirá hola profesora auroraUn coro de voces dirá, adiós profesora auroraY ni mil lagrimas, y ni mil gritos, podrán borrar tu risaTu descansó eterno, allá nos esperas, desde allá nos verasPodrán tus ojitos brillar como cuando cantabas, o llorabas de alegríajugaras al futbol, seguramente de arquera, taparas muchos penalesY los ángeles celebraran contigo. Reirás nuevamente y tus ojitos aurora,Nuevamente se juntara con tu sonrisa. Desde el cielo aurora, desde la tierraDesde donde nos mires, tú siempre estarás presente en cada uno de los que te recuerdeDe tus amigos, de los que nos reímos y lloramos contigo, hasta siempre aurora.Lic. ANIBAL VERGARA VASQUEZ
Mi oración es que Dios sea el consuelo para los familiares de Aurora: 2Co. 1.3-4:
3 Εὐλογητὸς ὁ θεὸς καὶ πατὴρ τοῦ κυρίου ἡμῶν Ἰησοῦ Χριστοῦ, ὁ πατὴρ τῶν οἰκτιρμῶν καὶ θεὸς πάσης παρακλήσεως, 4 ὁ παρακαλῶν ἡμᾶς ἐπὶ πάσῃ τῇ θλίψει ἡμῶν εἰς τὸ δύνασθαι ἡμᾶς παρακαλεῖν τοὺς ἐν πάσῃ θλίψει διὰ τῆς παρακλήσεως ἧς παρακαλούμεθα αὐτοὶ ὑπὸ τοῦ θεοῦ.3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.