Estamos cerca de las celebraciones por la Navidad, y de una u otra manera las personas se alistan para ello. En el mundo académico también se reviven algunos temas. Luego de más de 2000 años, Jesús sigue y seguirá siendo el centro de debates. Lo curioso es que en el mundo evangélico-protestante está habiendo cierto debate acerca de la concepción virginal de Jesús.
Larry Hurtado hace poco hizo referencia a un libro de Andrew Lincoln publicado este año Born of a Virgin? Reconceiving Jesus in the Bible, Tradition and Theology (“¿Nacido de una Virgen? Reconcibiendo a Jesús en la Biblia, la Tradición y la Teología”, SPCK, 2013). Para Lincoln interpretar literalmente la concepción virginal de Jesús puede ser problemático. De acuerdo a Lincoln, la idea de una concepción virginal aparece explícitamente sólo dos escritos del Nuevo Testamento: los relatos del nacimiento de los evangelistas Mateo y Lucas. Puesto que Pablo supuestamente no habla acerca de esto, Lincoln concluye que Pablo no conocía de esta idea, tampoco Juan en su evangelio ni el autor de Hebreos. Para Lincoln, esto indicaría una variedad de puntos de vista acerca del nacimiento de Jesús entre los escritores del Nuevo Testamento. Esto no es convincente, se basa en el silencio. Que no haya mencionado algo Pablo no necesariamente significa que no lo haya creído. Lincoln también observa que las dos narrativas del nacimiento de Jesús registradas en Mateo y Lucas son independientes entre sí. Para Lincoln hay poco material compartido a excepción de los personajes: Jesús, María y José. Por ejemplo, los sueños de José, los magos, la estrella, el rey Herodes, la muerte de los infantes, la huida a Egipto todas pertenecen a Mateo, pero ninguna aparece en Lucas. El anuncio a María, los pastores, el coro de ángeles, el viaje por el censo, pertenecen a Lucas pero no a Mateo. A mi juicio, aunque Mateo y Lucas tengan relatos diferentes eso no significa que sean contradictorios. Además, a pesar de las diferencias señaladas, justamente lo sorprendente es que Mateo y Lucas coincidan en lo que es motivo del debate concepción virginal (¡!). Lincoln señala que a menudo cuando se narraba la biografía durante la era romana el nacimiento de figuras importantes estaba caracterizado por fenómenos especiales/maravillosos, e incluso participaba una deidad. Así, según Lincoln, Mateo y Lucas añadieron esos acontecimientos milagrosos que podrían ser tomados como un ejemplo de “literaturización” de la narrativa de Marcos del ministerio de Jesús, dándole una forma biográfica. Para Lincoln, las narrativas del nacimiento de Jesús están condicionadas históricamente.
Scot McKnight también comenta el trato que hace Mike Bird de la concepción virginal de Jesús en su libro Evangelical Theology (“Teología Evangélica”, Zondervan, 2013). McKnight afirma que esta doctrina es explícita en Mt. 1:18-25 y Lc. 1:27,34-35. Bird sugiere que es posible que Gl. 4:4; Mr. 6:3 y Jn. 8:41. McKnight comenta que no entiende por qué la ausencia de esta idea en Pablo significa que Pablo no creía en ella. Esto también podría decirse de lo que afirma Lincoln. ¿Cuántos autores del Nuevo Testamento deben hablar de esta doctrina para que sea afirmada y creída? Coincido con McKinight en que negar la concepción virginal es abandonar el cristianismo ortodoxo.