Una de las cosas difíciles al exégeta es ser auto-conciente de sus propios pre-entendimientos, pre-comprensiones o pre-suposiciones. Durante los días de la Semana Santa, repasé algo de literatura relacionada con la expiación. Para mi sorpresa, aún allí el debate surge con expresiones no tan felices, y en algunos casos los debates son furibundos. Entre los textos "polémicos" se encuentra 2P. 2.1:
ἐγένοντο δὲ καὶ ψευδοπροφῆται ἐν τῶ λαῶ, ὡς καὶ ἐν ὑμῖν ἔσονται ψευδοδιδάσκαλοι, οἵτινες παρεισάξουσιν αἱρέσεις ἀπωλείας, καὶ τὸν ἀγοράσαντα αὐτοὺς δεσπότην ἀρνούμενοι, ἐπάγοντες ἑαυτοῖς ταχινὴν ἀπώλειαν.
Este texto ha sido debatido por los partidarios de la expiación limitada vs. los partidarios de la expiación ilimitada. Ante este conjunto variopinto de interpretaciones, es relevante notar un breve comentario de Grant R. Osborne acerca de nuestra teología sesgando nuestra exégesis.
Nuestra experiencia y nuestra cosmovisión nos dicen lo que queremos creer, y entonces nuestra comunidad presente nos ayuda a moldear nuestros puntos de vista. Las Escrituras a menudo tienen poco que ver excepto para ayudarnos a encontrar textos de prueba para apoyar lo que deseamos creer. [1]
A mi juicio, vale ser honesto al abordar la exégesis de textos como 2P. 2.1, y comprender qué tanto es exégesis y qué teología.
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[1] Grant R. Osborne, The Hermeneutical Spiral: A Comprehensive Introduction to Biblical Interpretation (2a ed.; Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2006), 376.