Existe una expresión humonrística que se le ha denominado "la prueba del pato" (en inglés duck test) que es una forma de inducción. Dice así, "Si camina como pato; tiene pico de pato y hace 'cua, cua', sin duda es un pato…" De dónde surgió esta prueba es algo desconocido. Si se me permite algo de humor, podemos decir: "Si rechaza el monergismo agustiniano, si acepta el sinergismo al incluir la parte humana en la decisión (aceptar o rechazar) para la vida eterna basado en el libre albedrío, si no acepta que la fe sea un don de Dios (o se origina en Dios), si niega la gracia pre-viniente, si rechaza considerar al hombre natural como totalmente incapaz de hacer el bien (rechaza la depravación total), si hace de la cooperación espontánea del hombre una condición a la operación de la gracia, si presume que la gracia sea impartida a consecuencia de 'algún mérito', sin duda es un semi-pelagiano".[1]
En lugar de admitir lo evidente, hay quienes rechazan ser identificados como semipelagianos la razón es muy obvia: los semipelagianos fueron condenados como herejes en el segundo Sínodo de Orange en el año 529. Los giros que tiene la historia me llevan a pensar que algunas veces la ortodoxia de hoy es la herejía de ayer.
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[1] Cf. New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge, 10:347-349; R.C. Sproul, Willing to Believe: The Controversy Over Free Will (Grand Rapids: Baker, 1997), 69-84.