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sábado, 4 de febrero de 2012

Cooperando por medio de la oración (2Co 1:11)


Hoy (y todos los primeros sábados de cada mes) tuvimos nuestra reunión de oración de varones a las 05:00 am. Me correspondió guiar una breve reflexión. El texto que elegí fue 2Co 1:11. Este texto, como cualquier otro pasaje, pertenece a una unidad de pensamiento. Se encuentra en la introducción epistolar de la segunda carta a los corintios (1:1-11).[1] Esta porción de la carta funciona como la introducción. Existía una tensión entre cierto sector de la iglesia y el apóstol Pablo. Pero, el apóstol menciona la oración de los corintios hecha a favor de él cuando estaba atravesando momentos difíciles. Los ruegos de los corintios son un elemento unificador. El apóstol Pablo en el versículo 11 dice:
cooperando  también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos (2Co 1:11 R60)
He resaltado el participio presente activo συνυπουργούντων del verbo συνυπουργέω que significa “unirse para ayudar”[2]. El texto no dice explícitamente con quién están cooperando los corintios con sus oraciones. Es interesante que se hayan presentado por lo menos tres respuestas a esta cuestión:
  1. Ellos cooperan con Pablo y Timoteo.[3]
  2. Ellos cooperan los unos con los otros (y con otras iglesias) a favor de Pablo y Timoteo.[4]
  3. Ellos cooperan con Dios.[5]
Cualquiera sea la preferencia sobre este detalle, el punto de Pablo es claro: el creyente coopera por medio de la oración. Los corintios, a pesar de la tensión, se unen a Pablo por medio de la oración. Quizá muchas de nuestras tensiones en las iglesias podrían reducirse si oramos con mayor continuidad (nótese el uso del tiempo presente) a favor de unos y otros.


[1] Con respecto a esta división, por favor consultar la excelente obra de C. K. Barrett, A Commentary on the Second Epistle to the Corinthians (HNTC; New York: Harper & Row, 1973).
[2] Cf. BAGD, 793.
[3] Así, por ejemplo Barrett, op. cit.
[4] Así, por ejemplo Paul Barnett, The Second Epistle to the Corinthians (NICNT; Grand Rapids: Eerdmans, 1997).
[5] Así, por ejemplo Alfred Plummer, A Critical and Exegetical Commentary on the Second Epistle of St Paul to the Corinthians (ICC 1915, reimpreso; Edinburgh: T. & T. Clark, 1970).

lunes, 23 de enero de 2012

Llegando de Cajamarca

Gracias a Dios, retorné a Trujillo. Estuve en la ciudad de Cajamarca (Perú), invitado para exponer la palabra de Dios.
Comunicar las Escrituras constituye un asunto muy serio.
Μὴ πολλοὶ διδάσκαλοι γίνεσθε, ἀδελφοί μου, εἰδότες ὅτι μεῖζον κρίμα λημψόμεθα.
Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo. (Stg 3:1 LBA)
Y, a la vez, la palabra de Dios es una fuente de delicia.
גַּֽם־עֵ֭דֹתֶיךָ שַׁעֲשֻׁעָ֗י אַנְשֵׁ֥י עֲצָתִֽי׃
También tus testimonios son mi deleite; ellos son mis consejeros. (Sal 119:24 LBA)
La tensión responsabilidad/delicia está en armonía con la Santidad de Dios y Su Hermosura.

Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová [בְּנֹֽעַם־יְ֜הוָ֗ה], y para inquirir en su templo. (Sal 27:4 R60)
Siempre estoy agradecido por el inmerecido privilegio de exponer las Sagradas Escrituras.