miércoles, 26 de noviembre de 2008

La Universidad Bob Jones y la discriminación

Hace años atrás, Orlando Costas (Hacia una Teología Evangélica Latinoamericana [C. R. Padilla edit.; Miami: Caribe, 1984]), contando su testimonio, escribió:
En la Academia Bob Jones fui confrontado con una subcultura anglosajona racista y triunfalista. El ambiente artístico era muy impresionante. Todos los años se presentaban producciones teatrales shakespereanas. Se exaltaba la literatura aglosajona. Cada domingo había servicios vespertinos, con producciones musicales y dramáticas de alta calidad, pero enfocados, en su mayoría, en la gran herencia religiosa angloamericana. Los cultos diarios se caracterizaban por un ethos cruzadista y avivamientista típico del "deep South" norteamericano. Predominaban los grandes valores puritanos, manifestados, entre otras cosas, en un sistema de noviazgo controlado con procedimientos disciplinarios rígidos. Abiertamente se defendía y justificaba teológicamente el racismo. Sobre todo, se sostenía la creencia triunfalista del destino divino (manifest destiny) de los Estados Unidos. Todas estas configuraciones culturales me llevaron a preguntarme si había lugar para un hispanoamericano en ese mundo. Años más tarde llegué a la conclusión de que no lo había (negritas mías, p. 18).
Por otro lado, desde una evaluación positiva, Orlando Costas consideraba que sus estudios en Bob Jones le dieron "una pasión evangelística", y un "gran interés por la predicación" (p. 19). Sin embargo, no deja de impresionar la discriminación que Costas menciona, y la "justificación teológica" en Bob Jones durante aquellos años. Me es difícil entender cómo en una institución cristiana se haya defendido la discriminación. En un lugar en donde se afirma que la Biblia es la única regla de fe y práctica, se le haya desobedecido tan escandalosamente. Pero, eso tenía que ser corregido. El jueves pasado (20 de noviembre de 2008), en la página web de la Universidad Bob Jones, apareció un artículo titulado "Statement about Race at Bob Jones University" [Declaración acerca de la raza en la Universidad Bob Jones]. Se afirma entre otras cosas:

La historia de BJU [Bob Jones University] se ha caracterizado principalmente por la lucha para alcanzar esas metas; pero como cualquier institución humana, tenemos faltas también. Por casi dos siglos el cristianismo americano, incluyendo BJU en sus primeros tiempos, se caracterizó por el ethos segregacionista de la cultura americana. Por consiguiente, por demasiado tiempo, permitimos que las políticas institucionales con respecto a la raza fueran moldeadas más directamente por ese ethos que por los principios y los preceptos de las Escrituras. Nos conformamos a la cultura en lugar de proporcionar un contrapunto cristiano claro para ella.

Al obrar así, no pudimos representar con precisión al Señor y cumplir el mandamiento de amar a otros como a nosotros mismos. Por estas faltas estamos profundamente apesadumbrados. Aunque ningún antagonismo conocido hacia las minorías o expresiones de racismo a nivel personal jamás se ha tolerado en nuestro campus, permitimos que permanecieran las políticas institucionales que eran hirientes racialmente.

En la televisión nacional en marzo del 2000, Bob Jones III, quien fue el presidente de la Universidad hasta el año 2005, indicó que BJU estuvo en lo incorrecto al no admitir a estudiantes afroamericanos antes de 1971, la cual era tristemente una práctica común tanto de las universidades públicas como de las privadas en los años anteriores a ese tiempo. En el mismo programa, anunció el levantamiento de la política de la universidad contra el enamoramiento ["dating"] inter-racial.

Para mí, siempre fueron incomprensibles los argumentos de algunos evangélicos norteamericanos en contra del noviazgo entre norteamericanos y latinoamericanos (¿discriminación?). A mi juicio, nunca fueron convincentes. En el marco de la coyuntura actual de la política norteamericana, esta noticia es significativa. Triste es que los directivos de BJU se hayan demorado tanto en reconocer su pecado (palabra ausente en la declaración). Lo cierto, es que aún hay algunos (quizá muchos) en el hemisferio norte, quienes consideran que los latinoamericanos (y de otras latitudes) tienen un déficit mental, que somos teológicamente "subdesarrollados", etc. Por otro lado, otros quizá recién digan con Pedro:
Ἀνοίξας δὲ Πέτρος τὸ στόμα εἶπεν· ἐπʼ ἀληθείας καταλαμβάνομαι ὅτι οὐκ ἔστιν προσωπολήμπτης ὁ θεός (NA27, 351)
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas (RV60)
Hch. 10.34

2 comentarios:

Unknown dijo...

Más triste es saber que ese cambio se debió a que si no lo hacían perderían beneficios tributarios. Me gustaría que lo hubieran hecho con un corazón sinceramente arrepentido, me consta que ahora "buscan" a los hispanos, afroamericanos, orientales, etc. como estudiantes, pero me preocupa que a falta de un genuino cambio, estos estudiantes estén sufriendo la real discriminación dentro del campus.

Noemi dijo...

Paso visitando su blog, reciban muchas bendiciones desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com