Para liberar a Su pueblo de la opresión, ¿usaría, Dios, a alguien indiferente ante la injusticia? Moisés no era indiferente ante la injusticia. En Éx. 2.11-25 se resalta la reacción de Moisés frente a la injusticia en tres ocasiones. En la primera ocasión golpeó
[1] y mató al opresor egipcio; en la segunda, pidió explicaciones a un hebreo que agredía a otro hebreo; y en la tercera, se enfrentó a un grupo de pastores abusivos con mujeres.
Es cierto que golpear y matar al egipcio no constituyó la mejor solución. Dios le enseñaría el método correcto frente a la injusticia y opresión. El contraste entre el rechazo del hebreo hacia Moisés y la gratitud del sacerdote de Madián, Reuel es evidente.
Hay una opresión que es más devastadora, pues, sus consecuencias son eternas. La esclavitud del pecado (Ro. 6.16,17,20). ¡Gracias a Nuestro Libertador que no ha sido indiferente ante nuestra esclavitud!
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos (RV60)
πνεῦμα κυρίου ἐπʼ ἐμὲ
οὗ εἵνεκεν ἔχρισέν με
εὐαγγελίσασθαι πτωχοῖς,
ἀπέσταλκέν με,
κηρύξαι αἰχμαλώτοις ἄφεσιν
καὶ τυφλοῖς ἀνάβλεψιν,
ἀποστεῖλαι τεθραυσμένους ἐν ἀφέσει (NA27)
Lc. 4.18.
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[1] El uso del mismo verbo (
נָכָה, “pegar, golpear” cf. BDB, HALOT, TWOT) para describir al egipcio que “golpeaba” al hebreo (
מַכֶּה v. 11), a Moisés que “mató” al egipcio (
וַיַּךְ v. 12) y al hebreo que “golpeaba” a otro hebreo (
תַכֶּה v. 13) indicaría una fuerte agresión física, que en el caso de Moisés provocó la muerte.