lunes, 7 de abril de 2014

Dorcas y la Misión Integral

La misión integral no es algo novedoso, es sencillamente la misión encargada por Cristo a sus discípulos conocida como la Gran Comisión, de hacer discípulos que obedecen lo mandado por Cristo (Mat 28:20). Al imitar a Cristo en el predicar y en el hacer, se cumple la Gran Comisión. Es cumplirla como lo hacía Jesucristo “haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo” (Hch. 10:38). El relato de Tabita/Dorcas puede ilustrarnos esto. El texto lucano dice:
Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor. (Hch. 9:36-42)
Generalmente se resalta el milagro de la resurrección de Tabita/Dorcas (“gacela” o “cierva”), pero ahora quiero destacar otros detalles de este relato. Se nos dice que la mujer ἦν πλήρης “estaba llena”, tenía plenitud/riqueza ¿en qué, o de qué? La llenura de Tabita era ἔργων ἀγαθῶν καὶ ἐλεημοσυνῶν ὧν ἐποίει “buenas obras y acciones de caridad”, ἐλεημοσυνῶν las "acciones de caridad" se refieren a las limosnas. La generosidad hacia los necesitados no es una característica peculiar del cristianismo, la Ley contenía normas para proteger a los necesitados (Dt. 10:18; 24:17-21; 26:12-13; 27:19). Jehová siempre cuidó de los desamparados. Tabita era una creyente con un corazón generoso hacia los desamparados, específicamente a las viudas. Sabemos que las viudas generalmente eran mujeres que estaban en el desamparo. Lo distintivamente cristiano consistía en la Persona de Jesucristo mostrada a través de la vida de Tabita. Al mirar a Tabita, aquellas viudas veían un ejemplo vivo de lo que significa ser un discípulo de Cristo resumido en dos palabras: fe y amor. Un detalle importante es que sólo aquí se usa la palabra μαθήτρια “discípula”, seguidora de Jesucristo. El relato nos informa que Tabita enfermó y murió. Si bien es cierto que la muerte del creyente es estimada a Jehová (Sal. 116:15) y es ganancia (Flp. 1:21), en este caso aunque para Tabita sea ganancia, no lo era para aquellas viudas desamparadas. Alguien podría haber protestado diciéndoles a las viudas “dejen de llorar y permitan que Tabita descanse en paz, ella está en mejor vida”. Las viudas lloran porque el amor de Tabita hacia ellas había cosechado el amor desde ellas. Y, sí, lloran no por el desamparo, sino porque aman a alguien que les mostró amor concreto. Por eso, cuando llega Pedro le muestran llorando las túnicas que Tabita les hacía. El amor de Tabita era abundantemente visible.
A Pedro lo mandan a llamar con urgencia. Es probable que haya habido en el corazón de los hermanos y los desamparados de Jope esperanza en el poder de Dios sobre la muerte. Se conservaba el cadáver por tres días porque se creía que después de tres días el alma se iba definitivamente (m. Yebamot 16.3; Levítico Rabbah 18.1; Eclesiatés Rabbah 12.6). La distancia entre Jope y Lida era alrededor de 16 km, por ello no sorprende que haya llegado pronto la noticia de la presencia de Pedro en Lida. Con la prisa con que fueron enviados aquellos dos creyentes probablemente hicieron el viaje aproximadamente en 2 horas y media (si fueron a pie). La frase μὴ οκνήσῃς “no tardes” es un hapax del cual se conjetura que se trataba sólo de una petición formal o indicaba que tenían temor de que Pedro no accediera a la petición. A mi juicio, debido al contexto esta expresión revela la urgencia que hay en el pedido. La respuesta de Pedro también merece nuestra consideración. Para Pedro, atender al pedido de aquellos hermanos de Jope no era una alteración de su agenda apostólica, más bien esta era su agenda y la de Cristo. Lo demás lo conocemos perfectamente. Pedro llega, recibe el informe del testimonio de Tabita y se produce el milagro, ¡un extraordinario milagro!
Juan Calvino observa que Dios pudo haber mantenido viva a Dorcas para seguir cuidando a las viudas. Pero al levantarla de entre los muertos, Dios le dio dos vidas. Al mismo tiempo, mostró a las viudas el poder de su Hijo, quien es el autor de la vida.[1]
Ciertamente, Tabita no sólo fue devuelta a la vida para mostrar caridad a las viudas, sino que aquellas viudas debían conocer que el Señor de Tabita trasciende al poder tan temido de la muerte. Las viudas seguirán siendo ayudadas en lo temporal, con su mirada puesta en lo intemporal. Ellas comprendieron que Jesucristo es el Sustentador y el Dador de la Vida.
El texto termina informándonos que muchos creyeron al conocerse esto. La misión integral no comete el error del evangelio social en donde se suplanta la necesidad trascendente por la inmanente. Es decir, sólo da el pan físico olvidando al Pan de Vida. Pero, inversamente la misión integral evita la dualidad platónica de sólo preocuparse por el “espíritu” y el “más allá” cerrando los ojos a las necesidades temporales del “cuerpo” y del “más acá”. La misión integral es eso, integral, teniendo como mensaje y contenido central al Señor Jesucristo, “para que en todo tenga la preeminencia” (Col. 1:18).
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[1] Simon J. Kistemaker, Hechos (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2007), 386.

viernes, 21 de marzo de 2014

Sugel Michelén y Eduardo Saladín: ¿Pastores o Depredadores?

Interesante conversación entre Sugel Michelén y Eduardo Saladín, no sólo para pastores y quienes aspiran serlo, sino para todos los miembros de nuestras iglesias.

martes, 18 de marzo de 2014

"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse..." (Daniel 1:8)

Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. (Dn. 1:8).
Este es probablemente uno de los versículos más querido del libro de Daniel. De niño lo aprendí de memoria y sigue siendo tan desafiante e inspirador como en aquella etapa de mi vida. Anoche, en nuestras clases de estudio bíblico, John Jairo Paredes llamó mi atención a este texto al citar la opinión de Christopher J. H. Wright acerca de Dn. 1:8 en su libro Probados por el fuego. Mi interés en este artículo es repasar una de las explicaciones que se han dado sobre la decisión de Daniel, y es la siguiente:
El participar de la comida traída de la mesa de rey era para ellos contaminador, porque estaba prohibido por la ley: no tanto porque la comida no hubiese sido preparada según la ordenanza levítica, sino que tal vez consistía en animales que para los Israelitas eran inmundos, ya que en dicho case los jóvenes no estaban bajo la necesidad de abstenerse del vino. Pero la razón de su abstención era que los paganos en sus fiestas ofrecían en sacrificio a sus dioses parte de la comida y la bebida y de este modo consagraban sus comidas mediante un rito religioso; por lo tanto, no sólo aquel que participaba en tal comida participaba en la adoración a ídolos, sino que la comida y el vino como un todo eran la comida y el vino del sacrificio a un ídolo y participar de éste, según lo escrito por el apóstol (1 Co. 10:20) es lo mismo que sacrificar a los demonios. El abstenerse de tal comida y bebida no manifiesta ningún rigorismo que exceda la ley mosaica, tendencia que se manifestó en tiempos de los macabeos.[1]
Esto es citado con aprobación por E. L. Carballosa[2]. Esta interpretación es muy popular entre los comentaristas, pero presenta un obstáculo infranqueable. Es verdad que los babilonios ofrecían diariamente a sus dioses la comida y la bebida, pero no sólo ofrecían la carne y el vino, también ofrecían a sus dioses los vegetales y hasta el agua.[3] Virtualmente toda la comida babilónica era inmunda (cf. Ez. 4:13).[4] Por otro lado, Nehemías era un creyente que compartía la copa con el rey, pero no leemos ninguna objeción al respecto, y en el libro de Ester se guarda silencio al respecto. Un detalle que me llama la atención es que la alimentación con agua y vegetales era común entre los pobres quienes sólo comían carne roja durante los festivales[5]. Es evidente que la explicación de no contaminarse debe ser otra. Por tanto, a mi juicio, la explicación más probable es esta:
La contaminación no está tanto en algo relacionado con la comida en sí, sino en el programa total de asimilación. En ese momento, el gobierno babilonio ejerce control sobre todos los aspectos de sus vidas. Cuentan con pocos medios con los cuales resistirse a las fuerzas de asimilación que los controlan. Echan mano de una de las pocas áreas en las que aún pueden ejercer su decisión, como una oportunidad de conservar su identidad propia.[6]
Quizá, también subyace en la decisión de Daniel una identificación de él, un príncipe de Judá, con su pueblo que está en cautiverio y pobreza. De esta manera se libera de la contaminación que representa la injusticia de comer abundantemente en el palacio babilónico, teniendo un pueblo que sólo disfrutaría de ello sólo en situaciones excepcionales.

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[1] C. F. Keil y F. Delitzsch, Commentary on the Old Testament (Peabody, MA: Hendrickson, 2002), 9:539-540.
[2] Cf. Evis L. Carballosa, Daniel y el reino mesiánico (ed. rev.; Grand Rapids, MI: Portavoz, 1999), 47.
[3] Cf. Julye Bidmead, The Akitu Festival: Religious Continuity and Royal Legitimation in Mesopotamia (Gorgias Press LLC, 2004), 114. Cf. H. W. F. Saggs, Everyday Life in Babylonia and Assyria (Dorset Press, 1987), 174; A. Leo Oppenheim, Ancient Mesopotamia: Portrait of a Dead Civilization (ed. rev.; Chicago/London: University of Chicago, 1977), 193; John E. Goldingay, Daniel (WBC 30; Dallas: Word, Incorporated, 2002), 18-19; John H. Walton, Victor H. Matthews y Mark W. Chavalas, Comentario del contexto cultural de la Biblia: Antiguo Testamento (El Paso: Mundo Hispano, 2004), 830.
[4] Cf. Joyce G. Baldwin, Daniel: An Introduction and Commentary (TOTC 23; Nottingham, England: Inter-Varsity Press, 1978), 92.
[5] Cf. Saggs, op. cit., 175. La carne era cara, los dioses y el rey recibían grandes cantidades de carne (cf. Karen Rhea Nemet-Nejat, Daily Life in Ancient Mesopotamia [Greenwood Publishing Group, 1998], 159).
[6] Walton et al., op. cit., 830.

viernes, 14 de marzo de 2014

El pastorado ¿es una profesión? ... "Hermanos, no somos profesionales" (John Piper)

La "profesionalización" del pastorado consiste en considerar la labor pastoral como una profesión análoga a las demás profesiones. Esta visión del pastorado está afectando y haciendo mucho daño. Como resultado, la preparación teológica es vista como un proceso de "profesionalización" del pastorado, reservada para una élite o "clero". Por ejemplo, los médicos se profesionalizan en las facultades de medicina y los pastores, a su vez, lo harían en los seminarios. Aunque se suele subrayar que el pastorado es primus inter pares ("primero entre iguales", una profesión que está por encima de las demás profesiones), de todos modos el pastorado termina siendo considerado como una profesión.
Otro resultado, no menos desconcertante, es la manera en que son percibidos aquellos que ya están sirviendo en el pastorado sin haber tenido la oportunidad de estudiar en una institución teológica. Son vistos como pastores "laicos" que no poseen la debida profesionalización. Siguiendo esta lógica, usando la analogía de las profesiones, son como aquellos que ejercen la medicina sin ser profesionales, sin haber estudiado en una universidad (en Perú, el ejercicio de la medicina sin haberse profesionalizado en ello, sin haber estudiado para ello consituye un delito contra la salud pública, es un acto ilegal).
Creo que el libro de John Piper, Hermanos, no somos profesionales, nos proporciona una perspectiva refrescante en medio de este árido movimiento que busca la profesionalización del ministerio pastoral.
LOS PASTORES estamos siendo asesinados por el profesionalismo del ministerio pastoral. La mentalidad del profesional no es la mentalidad del profeta. No es la mentalidad del siervo de Cristo. El profesionalismo no tiene nada que ver con la esencia y el corazón del ministerio cristiano. Mientras más profesionales anhelemos ser, mayor será la estela de muerte espiritual que dejemos a nuestro paso, pues no existe la inocencia profesional (Mt. 18:3); no existe la misericordia profesional (Ef. 4:32); no existe el clamor profesional por Dios (Sal. 42:1).
Pero nuestra primera tarea es la de clamar por Dios en la oración. Nuestra tarea es la de llorar por nuestros pecados (Stg. 4:9). ¿Existe el llanto profesional? Nuestra tarea es la de proseguir a la meta de la santidad de Cristo y al premio del supremo llamamiento de Dios (Fil. 3:14); golpear nuestro cuerpo y someterlo no sea que seamos eliminados (1 Co. 9:27); negarnos a nosotros mismos y tomar la cruz salpicada de sangre cada día (Lc. 9:23). ¿Cómo se lleva una cruz profesionalmente? Hemos sido crucificados con Cristo; pero ahora vivimos en la fe de aquel que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros (Gá. 2:20). ¿Qué es fe profesional?
No nos llenaremos de vino, sino del Espíritu (Ef. 5:18). Somos amadores de Cristo ebrios de Dios. ¿Cómo podemos embriagarnos de Dios profesionalmente? Entonces, maravilla entre las maravillas, recibimos el tesoro del evangelio para llevarlo en vasos de barro para mostrar que la excelencia del poder es de Dios (2 Co. 4:7). ¿Hay alguna forma en que podamos ser un vaso de barro profesional?
Estamos afligidos en todo, pero no abatidos; desconcertados, pero no llevados a la desesperación; perseguidos, pero no destruidos; siempre llevando en el cuerpo la muerte de Jesús (¿profesionalmente?) para que la vida de Jesús también se manifieste (¿profesionalmente?) en nuestros cuerpos (2 Co. 4:9-11).
Pienso que Dios nos ha exhibido a nosotros los predicadores como postreros de todo en el mundo. Somos insensatos por amor de Cristo, pero los profesionales son sabios. Somos débiles, pero los profesionales son fuertes. A los profesionales se les honra, a nosotros se nos desacredita. No tratamos de conseguir un estilo de vida profesional, pero estamos listos para padecer hambre y sed e ir mal vestidos y no tener techo. Cuando nos maldicen, bendecimos; cuando somos perseguidos, resistimos; cuando nos difaman, tratamos de conciliar; nos hemos convertido en la escoria del mundo, el desecho de todas las cosas (1 Co. 4:9-13). ¿O no?
¡Hermanos, no somos profesionales! Somos parias. Somos extranjeros y desterrados en el mundo (1 P. 2:11). Nuestra ciudadanía está en los cielos y esperamos impacientemente al Señor (Fil. 3:20). No se puede profesionalizar el amor por su venida sin matar ese amor. Y se está matando.
Los objetivos de nuestro ministerio son eternos y espirituales. No son comunes a ninguna otra profesión. Es precisamente por la incapacidad de ver esto que estamos muriendo.
Se pueden leer los primeros 3 capítulos del libro Hermanos, no somos profesionales aquí, definitivamente es una lectura muy provechosa. Quien está deseando el obispado (1Ti. 3:1) será muy beneficiado leyendo estas reflexiones.
Se puede descargar gratuitamente todo el libro en inglés Brothers, We Are Not ProfessionalsA Plea to Pastors for Radical Ministry.

sábado, 8 de marzo de 2014

Acerca de Apocalipsis: ἀπὸ ὁ ὢν καὶ ὁ ἦν καὶ ὁ ἐρχόμενος “el que es y que era y que está viniendo” (Ap. 1:4)

Para el nombre de Dios se usa la frase en aposición ἀπὸ ὁ ὢν καὶ ὁ ἦν καὶ ὁ ἐρχόμενος (“el que es y que era y que está viniendo”). Esta designación corresponde al Padre. Es evidente que este nombre para Dios presenta irregularidades gramaticales. Hay quienes creen que Juan escribe bajo la influencia griega, es decir, está usando una designación que aparece entre los griegos. Que Juan estaba familiarizado con la “audiencia” judía y griega (Swete, 1907). Es una exposición griega del nombre veterotestamentario “Yo Soy” (Keener, 1993). Aune (2002) se limita a señalar que en el helenismo existen expresiones similares, pero no afirma que Juan esté dependiendo del pensamiento griego. Martin McNamara quien realizó un estudio minucioso para rastrear el trasfondo de este nombre (1966, 102) es de la siguiente opinión con respecto al supuesto trasfondo griego: 
Que Dios sea descrito en la manera afirmada arriba es sólo natural; después de todo, las descripciones no son más que una explicación detallada del concepto de eternidad. Se puede encontrar frases similares en los escritos religiosos de los persas. 
No podemos decir cuán comunes eran tales designaciones de Dios en la religión popular en los días de Juan. En todo caso, es muy improbable que la designación tripartita de Dios que estamos considerando sea de algún modo dependiente de dichas expresiones griegas. El autor del Apocalipsis extrae su imaginería y su lengua del AT y del judaísmo, y ha de suponerse que él también es dependiente de estas mismas fuentes para su designación de Dios como “Él quien es y quien era y quien ha de venir”. Queda bastante claro, por supuesto, que en su presente forma no-gramatical la fórmula del Apocalipsis no es prestada de la religión helénica, aun cuando pueda sonar una nota familiar a los oídos helénicos. 
Si Juan estaba ministrando en el contexto helenístico, es probable que haya estado informado de estas designaciones helénicas. Pero, como señala McNamara, es improbable que Juan dependa de ellas. Puede ser, como dice Beale (1999), que la existencia de estas designaciones haya “provocado” a Juan a presentar una apología. Por otro lado, la propuesta de McNamara que Juan depende del Targum de Pseudo-Jonatán sobre Dt. 32:39 es atractiva, pero como dice Fitzmyer (1979, 18) esto es “agravado por las fechas problemáticas asignadas a mucho del material targúmico y por la multiplicidad de los así denominados tárgums palestinos que han salido a la luz”. Lo más probable es que Juan dependa de las fuentes judías tanto en hebreo y en griego. Y la tercera expresión ὁ ἐρχόμενος “el que está viniendo” sea la impronta cristiana. Porque lo natural es que diga en futuro ὁ ἐσόμενος “el que será”, en lugar de ὁ ἐρχόμενος “el que está viniendo”. La explicación es que aquí estaríamos viendo una modificación cristiana en base a la comprensión que el Padre está viniendo en Cristo (Moffatt, 1910). El participio está en tiempo presente y tiene una fuerza ingresiva: algo iniciado en el presente y completado en el futuro (Wallace, 1992), un “ya/todavía no”, es inminente. La venida de Cristo a la tierra es la venida del Padre en Jesús (Jn. 1:18; 5: 43; 8:29; 10:30; 14:10-11; 17:22). 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
Aune, David E. (2002). Revelation 1-5:14. Word, Incorporated. 
Beale, G. K. (1999). The Book of Revelation: A Commentary on the Greek Text. W.B. Eerdmans-Paternoster Press. 
Fitzmyer, J. A. (1979). A Wandering Aramean: Collected Aramaic Essays. Scholars. 
Keener, Craig S. (1993). The IVP Bible Background Commentary: New Testament. InterVarsity Press. 
McNamara, Martin (1966). The New Testament and the Palestinian Targum to the Pentateuch. Biblical Institute Press. 
Moffatt, James (1910). “The Revelation of St. John the Divine” en The Expositor’s Greek Testament. Hodder & Stoughton. 
Swete, Henry Barclay (1907). The Apocalypse of St. John. The Macmillan company. 
Wallace, Daniel B. (1992). Greek Grammar Beyond the Basics: Exegetical Syntax of the New Testament. Zondervan Publishing House.

jueves, 27 de febrero de 2014

Felipe y el etíope: evangelismo personal y alcance de la misión

Quiero compartir mi relectura del relato registrado en Hechos acerca del encuentro de Felipe con el etíope. 
ἀνὴρ Αἰθίοψ lit. “(un) hombre etíope”. Hasta este punto en el relato lucano la proclamación del evangelio ha sido pública hacia una audiencia colectiva. En Pentecostés, Pedro habló a una multitud (Hch. 2:1); en el pórtico de Salomón, Pedro y Juan hablaron a “todo el pueblo” (Hch. 3:11); Dios por medio de un ángel les ordena a Pedro y Juan que predicasen públicamente al pueblo en el Templo (Hch. 5:20); el ministerio de Esteban se realizaba “entre el pueblo” (ἐν τῷ λαῷ Hch. 6:8); Felipe predicaba a la “ciudad de Samaria” (Hch. 8:5); los apóstoles predicaron en diferentes aldeas de samaritanos (Hch. 8:25). Todos estos casos son ejemplos de una evangelización masiva. Pero, ahora se nos reporta un caso de evangelización personal. No es personal por la cantidad de oyentes (en este caso es una persona), sino por la aproximación que hay. “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro” (Hch. 8:29), la proclamación masiva no necesariamente implica un acercamiento personal. Por el contrario, la evangelización personal requiere aproximación, el juntarse. No hay contradicción entre la predicación masiva y la personal, la primera encuentra su complemento en la segunda. La predicación masiva muchas veces corre el riesgo de tornarse estadística e impersonal, llena de reportes numéricos y generalidades. Para evitar esto es muy apropiado regresar a este relato y aprender de Felipe que la evangelización se produce en el marco de un acercamiento personal para llevar a cada individuo a un encuentro personal más sublime con Jesucristo. 
II 
Curiosamente Lucas registra su identidad étnica, su condición, y su ocupación, pero no nos informa del nombre del interlocutor de Felipe. Considera de mayor importancia la identidad étnica (en la expresión ἀνὴρ Αἰθίοψ “la etnicidad es el componente primario”, BDAG, 126). Este hombre es de Etiopía, la cual no se refiere a la actual Etiopía, sino a la antigua Nubia al sur de Egipto (Filóstrato, Vita Apollonii 3.20; 6.1; Fitzmyer, 1974; Polhill, 1992; Witherington III, 1998; Bruce, 2007; Kistemaker, 2007; Bock, 2007). Resulta sumamente interesante que entre los escritores griegos Etiopía fuese considerada como lo “último de la tierra”. Homero decía que los etíopes eran ἔσχατοι ἀνδρῶν “los últimos hombres” (La Odisea 1:23; citado por Estrabón, Geografía 1.1.6; 1.2.24). También, encontramos esta designación en Herodoto (Historia 3.25.114: τὰ ἔσχατα γῆς; Heliodoro, Aethiopica). Esto no es mera coincidencia, pues la estrategia de Cristo para la misión de la iglesia fue establecida en Hch. 1:8, y en ese texto leemos que la misión es ἕως ἐσχάτου τῆς γῆς “hasta lo último de la tierra”. Hasta el cap. 6 la misión se centró étnica y culturalmente en los judíos. Felipe es el precursor en la proclamación del evangelio de acuerdo a la agenda de Jesús: Jerusalén, Judea-Samaria y lo último de la tierra. La actividad evangelizadora de Felipe entre los samaritanos fue imitada por los apóstoles. En ese orden es natural leer la narración del encuentro con el etíope como un cumplimiento de la estrategia de Cristo de ser testigo con alguien que pertenece al grupo de aquellos que son de los confines de la tierra: Etiopía (pace Ellis [1991] quien considera que lo último de la tierra es España). Por otro lado, estoy plenamente de acuerdo con Moore (1997) que la expresión ἕως ἐσχάτου τῆς γῆς “hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8) no se debe limitar al aspecto geográfico (algo muy frecuente). Dicha expresión nos enseña más bien la universalidad étnica de la misión, y por mi parte añadiría la universalidad social, cultural y económica de la misión. Es decir, la misión de Jesús el Mesías debe atravesar las barreras sociales, culturales, económicas y geográficas. 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BOCK, Darrell L. (2007). Baker Exegetical Commentary on the New Testament: Acts. Grand Rapids, MI. Baker Academic. 
BRUCE, F. F. (2007). Hechos de los Apóstoles. Grand Rapids, MI. Libros Desafío. 
ELLIS, E. Earle, “‘The End of the Earth’ (Acts 1:8)” en Bulletin for Biblical Research 1 (1991): 123-132 
FITZMYER, Joseph A., S.J. (1974). The Acts of the Apostles. New York. Doubleday. 
KISTEMAKER Simon J. (2007). Comentario Al Nuevo Testamento: Hechos. Grand Rapids, MI. Libros Desafío. 
POLHILL, John B. (1992). Acts. Nashville. Broadman & Holman Publishers. 
TOUSSAINT, Stanley D. (1996). “Hechos” en John F. Walvoord y Roy B. Zuck, El Conocimiento Bíblico, Un Comentario Expositivo: Nuevo Testamento. Tomo 2. Puebla, México. Ediciones Las Américas, A.C. 
WITHERINGTON III, Ben (1998). The Acts of the Apostles: A Socio-Rhetorical Commentary. Grand Rapids, MI. Wm. B. Eerdmans Publishing Co.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Acerca de Apocalipsis: διὰ τοῦ ἀγγέλου αὐτου "por medio de su ángel" (Ap. 1:1)

Este año estoy un poco escatológico, y estaré publicando algunas notas sobre el texto de Apocalipsis. Estas publicaciones provienen en su mayor parte (con alguna edición) de conversaciones sostenidas con hermanos en un grupo abierto en Facebook (https://www.facebook.com/groups/695473940483248/). 
διὰ τοῦ ἀγγέλου αὐτου (Ap. 1:1) "por medio de su ángel". Aunque está en singular, algunos escritores sostienen que aquí se refiere al plural "los ángeles" incluyendo a los seres vivientes, así por ejemplo Robert L. Thomas (Revelation 1-7, 1992, 1:56) y David E. Aune (Revelation 1-5:14, 1997, 1:16). Pero, me parece que se está pasando por alto el singular ἀγγέλου. Este sustantivo aparece en una cadena de revelación en la cual se enlistan otros sustantivos singulares a excepción de δούλοις ("siervos") Ἰησοῦ Χριστοῦ ("Jesucristo") ... θεὸς ("Dios") ... δούλοις ("siervos") ... ἀγγέλου ("ángel") ... Ἰωάννῃ ("Juan"). Además, aparece precedido del artículo τοῦ. A mi juicio, lo más probable es que se trate de un ángel específico y no sea una designación genérica que abarque a todos los seres angelicales en Apocalipsis. John F. Walvoord reconoce que se trata de un ángel cuyo nombre no es revelado, pero indica que se ha sugerido a Gabriel (The Revelation of Jesus Christ, 1966,36).
Creo que antes de conocer el nombre de dicho ángel, se debe identificar a dicho ángel en el texto de Apocalipsis. Y, aunque se mencionan a muchos ángeles (64 veces en el texto) en el texto, hay una escena en la cual aparece un ángel específico comunicándose con Juan (cf. Ap. 22:6,8,16). 

jueves, 30 de enero de 2014

Alerta para cuando alguien dice: "tengo la razón porque así dice el griego (o el hebreo)"

El Dr. Rodney Decker en su artículo "Preparing to preach" cuenta una historia que vale leerla para tener precaución y no cometamos el mismo error:
Cuando trato de hacer hincapié en el mismo punto a veces les cuento a mis alumnos la historia de un conocido mío que, mientras estaba en el seminario, enseñaba una clase de adultos de la Escuela Dominical. Era grande en su griego y lo usaba con fre-cuencia al enseñar- y no me refiero a su preparación, sino que usaba el griego desde el púlpito. Él se hacía el elocuente un domingo por la mañana y tenía problemas para persuadir a su clase acerca de la interpretación que él estaba dando al texto. Ellos no estaban creyendo su explicación, pero él insistía en que sólo podía ser a su manera porque así dice el griego. Para su ruina, ese día había un visitante desconocido pa-ra él. Después de escuchar pacientemente gran parte de la hora, el visitante final-mente intervino. Dijo en líneas generales: “Te he escuchado tratando de explicar este pasaje, pero tengo que decirte que estás equivocado y que tu clase está en lo correcto. Ellos no pueden refutarte cuando afirmas que tu interpretación es en griego, pero yo leo griego y tus afirmaciones no son válidas”. Aquel visitante tenía un doctorado teológico en lenguas bíblicas de un seminario muy respetado. Escuché esta historia de labios de aquél visitante varios años después cuando lo tuve como mi profesor en otro seminario. (Nunca mencionaba el nombre de aquel maestro de Escuela Dominical, pero yo sí sabía lo suficiente acerca de los dos y de la iglesia involucrada como para reconocer a mi antiguo compañero de clase).
Si no puedes demostrar tu interpretación desde el español a la luz del contexto, ¡es muy probable que estés pisando arena movediza! ¡Lo último que quisieras tener es a un visitante anónimo con un doctorado escuchando tus pontificaciones el cual fi-nalmente deberá levantar la voz para defender lo que dice la Biblia! Ciertamente ésa es una forma muy rápida de perder credibilidad. Sí, las lenguas bíblicas son indis-pensables en tu estudio y preparación. Ellas te capacitarán para trabajar mucho más rápido y con mayor eficiencia, y para recoger detalles que no son fácilmente eviden-tes en una traducción. Pero, debes recordar que estás enseñando/predicando a la gente normal quienes tienen sólo una traducción. Nunca uses el griego (o el hebreo) como un “látigo” (“yo estoy en lo correcto, porque eso es lo que dice el griego”). Por favor úsalos, pero úsalos como herramientas, no como un club de autoridad. Apren-de a comunicar en lenguaje ordinario, si quieres tener un ministerio efectivo.

lunes, 27 de enero de 2014

Un día como hoy: Holocausto

La mayoría de evangélicos recuerda muchas fechas en el calendario, pero hoy es un día que transcurre inadvertido. Especialmente la generación joven debe conocer lo que sucedió, para conocer a que grados puede llegar la depravación total del ser humano. Y, para que no seamos indolentes frenta a lo que pasa en el mundo. Lo que sigue es un artículo de Joe Carter 9 Things You Should Know About the Holocaust (9 cosas que deberías saber acerca del Holocausto):
Hoy es el Día de Conmemoración del Holocausto, un día internacional de conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto. Aquí hay nueve cosas que debes saber acerca de una de las campañas genocidas más terribles de la historia:
 1. El término "Holocausto", originalmente proviene de la palabra griega "holokauston", que significa "sacrificio por medio de fuego", se refiere a la persecución por parte de los nazis y la masacre planificada del pueblo judío. La palabra bíblica Shoah, que significa "calamidad", se convirtió en el término hebreo estándar para el Holocausto ya en la década de 1940, especialmente en Europa e Israel. El término "holocausto" se convirtió en una palabra familiar en Estados Unidos cuando en 1978 la cadena NBC emitió la miniserie titulada Holocausto.
2. El Holocausto comenzó en enero de 1933, cuando Hitler llegó al poder y técnicamente terminó el 8 de mayo de 1945 (día de VE). Pero el plan genocida oficial se desarrolló en la Conferencia de Wannsee el 20 de enero de 1942. Quince líderes nazis, que incluyeron un número de secretarios de Estado, funcionarios de alto nivel, líderes del partido, oficiales de las SS , y otros líderes de los departamentos gubernamentales, los cuales celebraron la reunión para discutir los planes para una "solución final a la cuestión judía en Europa". (Los nazis utilizaron las frases eufemísticas "solución final a la cuestión judía" y "Solución Final" para referirse al genocidio de los judíos). Durante la reunión, el oficial nazi Reinhard Heydrich explicó cómo los judíos europeos serían detenidos y enviados a campos de exterminio.
3. Los nazis distinguieron entre los campos de exterminio y campos de concentración. Los términos intercambiables campo de exterminio (Vernichtungslager) y campo de la muerte (Todeslager) se referían a campos cuya función principal era el genocidio. A diferencia de los campos de concentración, los nazis no esperaban que la mayoría de los prisioneros de los campos de exterminio sobrevivieran más de unas pocas horas después de llegar. En los primeros años del Holocausto, los judíos fueron enviados principalmente a campos de concentración (donde a menudo morirían torturados o por causa del hambre), pero a partir de 1942 fueron deportados en su mayoría a los campos de exterminio.
 4. El genocidio en los campos de exterminio inicialmente se llevó a cabo en forma de fusilamientos masivos. Sin embargo, los disparos resultaron ser demasiado dañinos psicológicamente a quienes se les pedía que apretasen el gatillo. Luego, los nazis intentaron el asesinato masivo soplando a sus víctimas con explosivos, pero eso también resultó inadecuado. Los nazis decidieron usar gas con sus víctimas (por lo general monóxido de carbono o un plaguicida a base de cianuro). Las cámaras de gas estacionarias podían matar a 2000 personas a la vez. Una vez en las cámaras, alrededor de un tercio de las víctimas moría inmediatamente, aunque la muerte podría tardar hasta 20 minutos.
5. El uso de campos equipados con cámaras de gas con el propósito de exterminio masivo sistemático de personas fue una característica única del Holocausto y sin precedentes en la historia. Nunca antes existieron lugares con el expreso propósito de asesinar masivamente a personas. Estos eran campos de exterminio establecidos en Auschwitz, Belzec, Chelmno, Jasenovac, Majdanek, Maly Trostenets, Sobibor y Treblinka. Por razones políticas y logísticas, los campos de exterminio más infames estaban en la Polonia ocupada, ya que Polonia tenía el mayor número de judíos que vivían en Europa.
6. En varios campos de concentración y de exterminio, los nazis llevaron a cabo experimentos médicos con los prisioneros, los cuales incluyeron la colocación de los sujetos en cámaras de presión, pruebas de drogas en ellos, el congelarlos, el intento de cambiar el color de los ojos mediante la inyección de sustancias químicas en los ojos de los niños, varias amputaciones y otras cirugías que con frecuencia se realizaron sin anestesia. El más notorio de estos médicos nazis fue el Dr. Josef Mengele, quien trabajó en Auschwitz. Según un testigo, Mengele cosió y unió por la espalda a un par de gemelos llamados Guido e Ina, quienes tenían aproximadamente 4 años, en un intento de crear siameses. Los padres de los gemelos pudieron conseguir un poco de morfina y mataron a los niños para poner fin a su sufrimiento.
7. Las Iglesias de toda Europa en su mayoría estuvieron en silencio mientras judíos eran perseguidos, deportados y asesinados por los nazis. Como dice la erudita en el tema del Holocausto, Victoria J. Barnett, "En la Alemania nazi, en septiembre de 1935, había unos pocos cristianos en la Iglesia Confesante Protestante que demandaba que su Iglesia tome una posición pública en defensa de los judíos. Sus esfuerzos, sin embargo, fueron anulados por los líderes de la Iglesia quienes querían evitar cualquier conflicto con el régimen nazi".
8. La iglesia protestante más grande de Alemania en la década de 1930 fue la Iglesia Evangélica Alemana, comprendida por 28 iglesias regionales o Landeskirchen que incluían las tres principales tradiciones teológicas que habían surgido de la Reforma: luteranos, reformados, y Unida. La mayoría de los 40 millones de protestantes alemanes eran miembros de esta iglesia, aunque había iglesias más pequeñas llamadas protestantes "libres", como las iglesias metodistas y bautistas. Históricamente la Iglesia Evangélica Alemana se consideraba a sí misma como uno de los pilares de la cultura y de la sociedad alemana, con una tradición teológicamente basada de lealtad al Estado. Durante la década de 1920, surgió un movimiento dentro de la Iglesia Evangélica Alemana llamada Deutsche Christen o "cristianos alemanes". Los "cristianos alemanes" abrazaron muchos de los aspectos nacionalistas y raciales de la ideología nazi. Una vez que los nazis llegaron al poder, este grupo solicitó la creación de una "Iglesia del Reich" nacional y apoyó una versión "nazificada" del cristianismo. La Bekennende Kirche –la "Iglesia confesante" –surgió en oposición a los "cristianos alemanes". Su documento fundacional, la Confesión de Fe de Barmen, declaró que la alianza de la iglesia era con Dios y la Escritura, no con un Führer mundano.
9. La cifra citada más comúnmente para referirse al número total de judíos asesinados es de seis millones –alrededor del 78 por ciento de los 7,3 millones de judíos en la Europa ocupada en ese momento. Adicionalmente, los nazis asesinaron aproximadamente de dos a tres millones de prisioneros de guerra soviéticos, dos millones de polacos étnicos, hasta 1.500.000 de gitanos, 200.000 discapacitados, disidentes políticos y religiosos, 15.000 homosexuales y 5.000 testigos de Jehová, con lo cual la cifra total de genocidio asciende a alrededor de 11 millones.

domingo, 26 de enero de 2014

El clero y el laicado... entre evangélicos

Asistimos a una crisis de autoridad, esto es casi autoevidente. Los grandes relatos, como diría Lyotard, a los cuales se recurre para legitimar pensamiento y acción resultan insuficientes para los postmodernos. Aún la iglesia no está ajena a este descreimiento. Quizá esta situación está llevando a algunos en la iglesia evangélica hacia una ponderación desproporcionada de algunos ministerios como el de pastor, misionero o evangelista. En algunos casos, algunos usan otros títulos para darse un mayor rango o jerarquía dentro de su escalafón eclesiástico y apelan a los nombres de apóstol o profeta. Hasta se usan explicaciones pomposas, pues no basta ser pastor, sino "pastor de pastores", "capacitador de siervos", "entrenador de líderes", "ungido". La tendencia es una, los pastores, misioneros, evangelístas, profetas, apóstoles y demás, se están colocando por encima de cualquier otro ministerio o don en la iglesia, hasta considerarse como los ministerios "más importantes". Esto en franca oposición a la exhortación petrina a los ancianos: 
1 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. (1P. 5:1-3) 
Aún el apóstol Pablo afirma: 
Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. (1Co. 12:21)
Con esto, los evangélicos están abriendo cada vez más una brecha que ya existe en el seno de la iglesia: entre clérigos y laicos. La palabra clérigo no se usa con frecuencia, por lo menos en el ámbito con el cual tengo contacto. Pero, el adjetivo "laico" está muy difundido. Por ejemplo, he escuchado y se usa como categoría la expresión "pastores laicos". La explicación para esta expresión es que designa a líderes de iglesias que no han estudiado en un seminario. El paso por un seminario determina si un hermano líder en una iglesia es laico o no. Algunos apelan a que se trata de una expresión prestada del mundo evangélico anglosajón. Pero, el que se use la palabra "layman" ("a person who is not a member of the clergy // a person who does not belong to a particular profession or who is not expert in some field" Merriam-Webster, 2003) en el mundo anglosajón no convierte este uso en legítimo y bíblico. El DRAE dice del adjetivo "laico": "Que no tiene órdenes clericales // Independiente de cualquier organización o confesión religiosa". Resulta significativo que al líder de una iglesia con estudios en un seminario no se le añada ningún adjetivo, sólo se refieren a él como "pastor" a secas. Curiosamente la palabra λαϊκός significa "perteneciente al pueblo, común" (BDAG, 581), deriva de λαός "pueblo" y de acuerdo a 1P. 2:9 todos los creyentes somos λαὸς εἰς περιποίησιν "pueblo de Su posesión". La palabra λαός adquiere un significado muy importante en el NT porque se refiere a la comunidad cristiana (cf. Hch. 15:14; 18:10; Ro. 9:25-26; 2 Co. 6:16; Tit. 2:14; 1 P. 2:9-10; He. 4:9; 8:10; 10:30; 13:12; Ap. 18:4; 21:3). Es en este sentido muy bíblico, todos los pastores somos laicos porque todos pertenecemos al pueblo. El problema es que la palabra "laico" se usa para distinguir y hasta subestimar a quienes no pisaron un seminario. Esto no es neotestamentario, quien hizo esta distinción fue Clemente romano en un texto donde usa el adjetivo λαϊκός en plural:
τῷ γὰρ ἀρχιερεῖ ἴδιαι λειτουργίαι δεδομέναι εἰσίν καὶ τοῖς ἱερεῦσιν ἴδιος ὁ τόπος προστέτακται καὶ Λευΐταις ἴδιαι διακονίαι ἐπίκεινται ὁ λαϊκὸς ἄνθρωπος τοῖς λαϊκοῖς προστάγμασιν δέδεται (1Cl. 40:5) 
En este pasaje, Clemente claramente contrasta al laico de los sacerdotes. Aunque la intención de Clemente romano no fue crear una élite, lo cierto es que actualmente se usa este tipo de diferenciaciones para marginar. Todo esto a pesar de la enseñanza bíblica del sacerdocio de todos los creyentes. 
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. (Ex. 19:6)
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. (1P. 2:5)
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable (1P. 2:9)
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. (Ap. 1:6)
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (Ap. 5:10)
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. (Ap. 20:6) 
Ante la crisis de autoridad, no es el mejor recurso arropar de prerrogativas algunos ministerios de la iglesia, en lugar de esto, como evangélicos debemos seguir apelando al principio de Sola Scriptura:
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, (2Ti. 3:16)
Sobre este tema, quizá pueda ser de utilidad un artículo que escribí intitulado: Cuando el pastor reclama que le digan "pastor": Jesús, los Rabinos y el uso de títulos en el ministerio (revisión)