viernes, 12 de agosto de 2011

"un poquito allí, otro poquito allá" (Isaías 28.10 R60)

De niño me parecía enigmático lo que los profetas decían. ¡Y cómo no! Textos como éste me dejaban desconcertado. La ironía en nuestra subcultura cristiana de esta época es señalada negativamente. Sin embargo, los profetas y los escritores del Nuevo Testamento muy bien hicieron al incluirla en su retórica.
Lo irónico (para variar) es que se pretenda usar textos como éste para defender una renuncia imperdonable a leer los textos bíblicos ¡fuera de su contexto! El efecto onomatopéyico es tan palpable.

כִּ֣י צַ֤ו לָצָו֙ צַ֣ו לָצָ֔ו קַ֥ו לָקָ֖ו קַ֣ו לָקָ֑ו זְעֵ֥יר שָׁ֖ם זְעֵ֥יר שָֽׁם׃

ki tsaw latsaw tsaw latsaw qaw laqaw qaw laqaw ze‘er sham ze‘er sham
 ¿Niños que repiten: “a-b-c-ch-d, a-e-i-o-u, un poquito aquí, un poquito allá”? (NVI)
Dice: ce con ce, ce con ce, pe con pe, pe con pe, chico aquí, chico allí. (PER)
Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá  (R60)

3 comentarios:

Jesús Paredes dijo...

Saludos. Me interesa saber más sobre esto. Hace poco charlaba con un seguidor de William Marrion y me comentaba que ellos utilizan este método para interpretar la Biblia: "un poquito aquí, y otro poquito allá". Espero que amplíe su publicación.

yepezj951 dijo...

Si hay alguien en el escudriñar la biblia

Unknown dijo...

Coincido con Jesús Paredes