Al parecer, como lo señala Louis Berkhof[1], el filósofo griego Platón fue el primero en usar la palabra ἑρμηνευτική herminevtikí como un término técnico para referirse al arte de interpretar.[2] Bruce Corley nos detalla la explicación que Platón proporciona de esta palabra:
Según Platón, un hermēneutēs sería un “intérprete” de la ley sagrada (Leges 907d) o un poeta que expone los discursos divinos como un “vocero” para los dioses (Ion 534e; Politicus 290c), alguien que practica el “arte de la interpretación” (cf. Symposium 202e; Theaetetus 209a; Politicus 260d).[3]
Es probable que la palabra ἑρμηνεία herminía se derivase etimológicamente del nombre del dios griego Hermes (Mercurio de los romanos).[4] De acuerdo a Platón, Hermes (Ἑρμῆς Hermés) significaría “intérprete” (ἑρμηνεύς hermenéus), concluyendo que Ἑρμῆς Hermés es una forma embellecida de Εἰρέμης Eirémes que a su vez se deriva de la expresión εἴρειν ἐμήσατο eírein emésato que significa “imagino el hablar”.[5]
[1] Cf. Louis Berkhof, Principios de Interpretación Bíblica (Grand Rapids: Desafío, 2005), 9.
[2] Cf. Platón, Politicus 260d-e: Τί οὖν; εἰς ταὐτὸν μείξομεν βασιλικὴν ἑρμηνευτικῇ, κελευστικῇ, μαντικῇ, κηρυκικῇ, καὶ πολλαῖς ἑτέραις τούτων τέχναις συγγενέσιν, αἳ σύμπασαι τό γ' ἐπιτάττειν ἔχουσιν; “Pues ¿qué?: ¿refundiremos en uno el arte del rey con el del intérprete, del cómitre, del adivino, del heraldo, y otras muchas congéneres con estas todas las cuales tienen que ver con dirigir?” (trad. Juan David García Bacca).
[3] Bruce Corley, “A Student’s Primer for Exegesis” en Biblical Hermeneutics: A Comprehensive Introduction to Interpreting Scripture (2a ed.; Nashville: Broadman & Holman, 2002), 3.
[4] Cf. Milton S. Terry, Biblical Hermeneutics (New York: Eaton & Mains, 1890), 17; J. Edwin Hartill, Manual de Interpretación Bíblica (Puebla: Las Américas, 1974), 9; Emerich Coreth, Cuestiones Fundamentales de Hermenéutica (Barcelona: Herder, 1972), 7-8; José M. Martínez, Hermenéutica Bíblica (Terrassa: CLIE, 1984), 16; Henry A. Virkler, Hermenéutica: Principios y procedimientos de interpretación bíblica (Miami: Vida, 1994), 13.
[5] Así lo explica Socrates a Hermógenes en el diálogo de Platón, Cratylus 407e-408a.