La historia cristiana está llena de vicisitudes. Uno de los estigmas que Jesucristo y los apóstoles denunciaron fue el exclusivismo religioso y el sectarismo. En la actualidad veo con preocupación que los autodenominados defensores del evangelio profesan una amalgama de teología neo-calvinista dortiana con un espíritu intolerante so pretexto de llevar in extremis el deber de "contender ardientemente" por la fe. En el caudal léxico de este movimiento no hay lugar para el sustantivo ἐπιείκεια que BDAG define como "la cualidad de hacer concesiones a pesar que los hechos pudieran sugerir una razón para una diferente reacción, clemencia, mansedumbre, amabilidad, cortesía, indulgencia, tolerancia", ni el adjetivo ἐπιεικής "tolerante", palabra impensable para este movimiento que si alguien se caracteriza por serlo despertaría sospechas a pesar que es imperativo que los cristianos la cultivemos (1 Ti 3:3; Tit 3:2; Stg 3:17; Flp 4:5).
Mi respeto por los reformadores permanece intacto, y por aquellos que, siguiendo su noble tradición, con valor defendieron la fe en las horas más aciagas más allá de los epítetos furibundos o los adjetivos gratuitos. No creo que este movimiento sea el legítimo heredero de los reformadores. Aquellos reformadores que no se escudarían detrás de una pantalla de computadora para hacer cargamontón a quien piense diferente, o que no suscriba la ecuación que ser ortodoxo, cristiano, elegido o redimido obligadamente equivaldría a ser calvinista de 5 puntos TULIP. Conozco personas que suscriben el calvinismo dortiano o "penta-puntual", y respeto tal elección, pero son fieles más a Jesucristo y el Nuevo Testamento que a los cánones de Dort:
Como las palabras de Jesucristo en el Evangelio según Marcos 9:38-40
38 Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. 39 Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. 40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
O, las palabras de Pablo en la Carta a los Filipenses 1:15-18
15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. 16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; 17 pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. 18 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.