miércoles, 10 de septiembre de 2008

λατρεύω y la Deidad de Cristo

Se ha llamado la atención al hecho de que Mt. 4.10 (αὐτῶ μόνῳ λατρεύσεις citando Dt. 6.13; cf. Lc. 4.8) enseñaría que con el único que se usa el verbo λατρεύω (“servir”) es con Dios. Si λατρεύω no es usado con relación a Jesús, entonces significaría que Jesús no es Dios. Este verbo, por cierto, no es muy frecuente en el NT. El texto de Ap. 22.3 parecería referirse a Jesús, lo cual es debatible (καὶ οἱ δοῦλοι αὐτοῦ λατρεύσουσιν αὐτῶ ¿a quién se refiere el pronombre en 3 persona singular, a Dios o al Cordero?).[1]
Al parecer, en el NT el verbo λατρεύω se usaría exclusivamente de Dios. Sin embargo, en Dn. 7.14 aparece λατρεύω (λατρεύουσα participio presente activo) con relación al hijo del hombre (cf. v. 13). Y, de acuerdo al NT Jesús es el hijo del Hombre (Mt. 25.31-33; Mr. 14.61-62; Jn. 9.35-38[2]; Hch. 7.55-56; Ap. 1.7,12-18). λατρεύουσα es traducción de יִפְלְחוּן en arameo, que es una palabra que se restringe al ámbito cultual o del servicio religioso a la deidad (BDB, 1108). Esta sería una referencia a la Deidad del Hijo del Hombre.[3]
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[1] “[Juan] enfatiza indirectamente la deidad de Cristo como igual a Dios”: Simon J. Kistemaker, New Testament Commentary: Exposition of the Book of Revelation (Grand Rapids: Baker, 2001); cf. Alan F. Johnson, “Revelation” Expositor's Bible Commentary (Frank E. Gaebelein & J.D. Douglas ed.; Grand Rapids: Zondervan, 1976-1992).
[2] NA27.
[3] Cf. Robert M. Bowman, Jr., J. Ed Komoszewski, Darrell L. Bock, Putting Jesus in His Place: The Case for the Deity of Christ (Grand Rapids: Kregel, 2007), 66-69.

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