sábado, 18 de julio de 2009

Hermenéutica y movimiento neo-apostólico



George Reyes tiene un ensayo intitulado "El Paradigma Neoapostólico Latinoamericano: Un Diálogo Hermenéutico." En este documento trata cuestiones relacionadas con la hermenéutica del movimiento neo-apostólico. Aquí algunas partes de este interesante ensayo:




...

La clave hermenéutica más predominante, con base a la cual el paradigma neoapostólico latinoamericano lee el texto bíblico, es, en suma, la experiencia personal. Esto, que es el resultado lógico de la naturaleza misma, sistema de fe o cosmovisión de este fenómeno religioso, explica por qué lleva a cabo la lectura del texto sin la mediación, al menos consciente, de dos marcos hermenéuticos fundamentales: a) uno metódico-exegético sustentable, y b) otro filosófico de fondo. Consecuentemente, la tendencia hermenéutica global del paradigma neoapostólico latinoamericano es subjetivista.


Leer más aquí.

viernes, 17 de julio de 2009

3Jn. 2: Gordon D. Fee vs David Yonggi Cho et al.


En un anterior artículo me refería a la exégesis de 3Jn. 2, y el modo de entender dicho texto por Oral Roberts y David Yonggi Cho.
D. Yonggi Cho ha escrito todo un libro basado en dicho texto: Las Tres Bendiciones en Cristo: cómo reclamarlas y obtenerlas (Bs. As.: Peniel, 2005). Por otro lado, G. D. Fee hace el siguiente comentario:

Aun entre la gente más ortodoxa en teología, sin embargo, muchas ideas extrañas ganan aceptación en varios campos. Por ejemplo, uno de los movimientos actuales entre los protestantes americanos, especialmente los carismáticos, es el llamado evangelio de salud y riqueza. Las "buenas nuevas" son que la voluntad de Dios para sus hijos es la prosperidad económica y material. Uno de los abogados de este "evangelio" comienza su libro con un argumento a favor del "sentido sencillo" de la Escritura y afirmando que él le da el primer lugar a la Palabra de Dios durante su estudio. Dice que lo que cuenta no es lo que pensamos que dice sino lo que en realidad dice. El busca el "significado sencillo". Pero uno comienza a dudar de lo que en realidad sea el "significado sencillo", cuando se dice que la prosperidad económica es la voluntad de Dios, con base en un texto como 3 Juan 2: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma", un texto que en realidad no tiene que ver en nada con la prosperidad económica. Otro ejemplo toma el significado sencillo de la historia del joven rico (Marcos 10:17-22), precisamente como lo opuesto de "lo que en realidad dice", y atribuye la "interpretación" al Espfritu Santo. Con todo derecho. uno puede dudar de si en verdad se busca el significado sencillo; tal vez el significado sea lo que tal escritor quiere que el texto signifique, para apoyar sus propias ideas.[1]


Hank Hanegraaff, cita estas afirmaciones de G. D. Fee (The Disease of the Health and Wealth Gospels):

¿Manejan de manera apropiada Oral y Evelyn este pasaje? ¡La respuesta es un NO bien enfático! Recuerde que debemos tomar en cuenta el contexto histórico del pasaje. Las palabras del texto fueron las iniciales en la carta que Juan dirige a su amigo Gayo, y tal como lo específica el erudito bíblico Gordon Fee, estas palabras “eran la manera acostumbrada de presentar el saludo en una carta personal de la antigüedad”. Fee concluye que “extender los deseos de Juan para con su amigo Gayo a la noción de que todos los cristianos deberían disfrutar de prosperidad material y financiera, es completamente ajeno al texto. Esa no fue la intención de Juan, ni pudo ser la forma en que lo entendió Gayo. En resumen, ése no es el "significado evidente" del texto. Además, resulta provechoso saber que la palabra griega que se traduce “próspero”, significa “que te vaya bien en tus relaciones con los demás”.[2]

Creo que estas citas expresan con claridad cómo se está usando la Biblia para apoyar las ideas del movimiento de prosperidad.
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[1] Gordon D. Fee & Douglas Stuart, La Lectura eficaz de la Biblia (Miami: Vida, 1985), 14.
[2] Hank Hanegraaff, Cristianismo en Crisis (Miami: UNILIT, 1993), 241.

jueves, 16 de julio de 2009

B. D. Ehrman y los Hechos de Pablo y de Tecla


En su libro Cristianismos Perdidos, el Dr. Ehrman se refiere así al apócrifo Hechos de Pablo y de Tecla:
Al igual que las historias sobre Jesús, los relatos sobre la milagrosa vida de Tecla circularon en un principio como tradiciones orales, probablemente desde comienzos del siglo II. Sin embargo,ésta es bastante famosa gracias a una narración escrita, los Hechos de Tecla, que luego sería incluida dentro de un corpus de textos mucho más amplio conocido como los Hechos de Pablo, que narra los viajes y aventuras milagrosas del apóstol. Una de las características más sorprendentes de los relatos sobre Pablo y Tecla es que sabemos que es una falsificación. Por supuesto, también sabemos que el evangelio de Pedro es una falsificación, y que lo son otros libros que hemos mencionado antes -el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe y el Apocalipsis de Pedro- y muchos otros textos del mundo antiguo. Sin embargo, en este caso hay una importante diferencia. El autor que falsificó los Hechos de Pablo y Tecla fue atrapado y confesó su fechoría.[1]
Esto resulta interesante porque he oído con frecuencia a predicadores con mucha convicción afirmar que Pablo era pequeño de estatura, de piernas curvas, cabello ralo, y que debido a dicho aspecto físico era menospreciado por los cristianos (i.e. los corintios, los gálatas).
Al parecer el prof. G. A. Deissmann creía que la descripción de Pablo era probablemente correcta, pero eso no es seguro.
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[1] Bart D. Ehrman, Cristianismos Perdidos: Los credos proscritos del Nuevo Testamento (trad. Luis Noriega; Barcelona: Ares y Mares, 2004), 56.

La presencia del apóstol Pablo (2Co. 10.10)

La preocupación por la apariencia del apóstol Pablo me lleva al texto de 2Co. 10.10:
ὅτι, αἱ ἐπιστολαὶ μέν, φησίν, βαρεῖαι καὶ ἰσχυραί, ἡ δὲ παρουσία τοῦ σώματος ἀσθενὴς καὶ ὁ λόγος ἐξουθενημένος
Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable.

...pues algunos dicen: “Sus cartas son duras y fuertes, pero él en persona no impresiona a nadie, y como orador es un fracaso” (NVI).

Las cartas sí -dicen algunos- son graves y enérgicas, la presencia corporal flaca y el hablar torpe. (BDP).

La expresión τοῦ σώματος (lit. "del cuerpo") constituiría un genitivo adjetival (semítico)[1], i.e. "corporal, real." Esto no se limita al aspecto físico del apóstol (lo incluye), sino que abarca toda su persona. La palabra ἀσθενὴς, que en otros contextos se traduce como "enfermo," en este contexto se entiende con mayor probabilidad como “no impresionante, débil” (cf. BDAG, s.v. ἀσθενής 2; L&N, 79.69); o aún "pobre" con relación a posesiones (cf. LSJ, s.v. ἀσθενής 4). Lo que indica que el apóstol Pablo en persona no les impresionaba a los corintios. En conexión a la presencia no impresionante de Pablo, la palabra (λόγος), i.e., el contenido de lo predicado por el apóstol, no era digna de tomarse en cuenta. El participio ἐξουθενημένος significa "despreciable" en el sentido de considerar algo como no teniendo valor (cf. BDAG, s.v. ἐξουθενέω 1; L&N, 88.195).
¿Por qué Pablo, en persona, no impresionaba a los corintios? Algunos han aceptado el testimonio de la obra apócrifa de Hechos de Pablo y de Tecla (lo cual comenté anteriormente), que la apariencia física [i.e. fealdad] y la estatura de Pablo provocaba tal menosprecio. Sin embargo, Bruce Winter nos llama la atención hacia las ideas de los retóricos en aquella época, esp. el filósofo Epicteto (gr. Επίκτητος, 55 - ca.135 dC) en Dis. 3.1: Περὶ καλλωπισμοῦ "Sobre la ornamentación."[2] De acuerdo a Epicteto en su Dissertationes ab Arriano digestae 3.22.86-89 [3], el orador debe cuidar su apariencia como medio para impresionar a su audiencia. Al filósofo cínico la apariencia física era muy importante.
La presencia personal de Pablo no encajaría con el ideal de orador, según la retórica griega y el gusto de los corintios. No significa que Pablo era un descuidado en su aspecto físico. En realidad, las exigencias de los corintios eran de acuerdo a estándares humanos. Así, los corintios desdeñaban a la persona y a la palabra del apóstol Pablo.
Esto me hace recordar la expresión de un líder evangélico que al conocer a un caballero de buena presencia exclamó: "¡Este hombre tiene presencia de pastor!" Entiendo que esa era una expresión corintia, i.e., carnal.
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[1] Cf. Murray J. Harris, The Second Epistle to the Corinthians (NIGTC; Grand Rapids: Eerdmans, 2005), 699.
[2] Cf. Philo and Paul among the Sophists (Cambridge: Cambridge University Press, 1997), 116-7.
[3] Ver la traducción en inglés The Discourses of Epictetus (trad. George Long; Londres: George Bell & Sons, 1890), 261

lunes, 13 de julio de 2009

Falacias Exegéticas y predicadores de la prosperidad

Realmente no estoy seguro qué es peor, (1) saber un poco de hebreo y/o griego, o (2) no saber hebreo y/o griego. En algunos casos, es mejor saber algo de ambos idiomas. En otros, resulta peligroso cuando tal escaso conocimiento está en manos de alguien que lo usa para legitimar sus ideas aseverando que “así dice en hebreo y/o griego.”
En el vídeo, se aprecia al predicador Guillermo Maldonado cometer por lo menos 4 falacias, ¡en 10 minutos de vídeo! Y todo esto, a fin de buscar asidero para su “evangelio” de prosperidad.
  1. Transferencia ilegítima de la totalidad (illegitimate totality transfer), consiste en “importar de forma no permitida el rango semántico entero de una palabra a dicha palabra en un contexto concreto.”[1] Maldonado asume que en el texto que expone (Hag. 2.7-9) la palabra כָּבוֹד contiene todos sus significados.
  2. Falacia de apelar a la raíz, cuando afirma que “Dios es pesado” (¿?) porque כָּבוֹד significa “pesado.”
  3. Uso selectivo de significado, cuando atribuye el significado de “riqueza” a la palabra "gloria" en 2Co. 4.17 donde aparece la expresión “peso de gloria” (gr. βάρος δόξης que significaría “llenura de gloria”, cf. BDAG, 167), cuando la palabra riqueza no figura en el rango de significados para δόξα (BDAG, 256-8). Además el contexto de 2Co. 4.17 descarta rotundamente que se trate de bienes materiales y temporales, pues el versículo siguiente (v. 18) dice: “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” ¿Qué tiene que ver este texto con riquezas? (¡!).
  4. Ignorar el ¡¡¡contexto!!!, como resultado de ignorar el contexto se cometen las falacias aquí mencionadas.





Parece divertido, pero no lo es. Más bien, resulta una tragedia escuchar una serie de falacias exegéticas que para remate son ovacionadas por la audiencia en señal de asentimiento.
Actualización: agradezco al hermano Luis Rodas por tener la gentileza de reproducir este artículo en su excelente y muy visitado blog Es hora de ser real.
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[1] D. A. Carson, The Difficult Doctrine of the Love of God (Wheaton: Crossway, 2000), 28; ver también idem, Exegetical Fallacies (2a ed.; Grand Rapids: Baker Books, 1996), 60-1; Grant R. Osborne, The Hermeneutical Spiral: A Comprehensive Introduction to Biblical Interpretation (2a ed.; Downers Grove: InterVarsity, 2006), 84.

domingo, 12 de julio de 2009

El códice Sinaítico disponible en internet


Ahora se pueden ver todas las hojas de este manuscrito. Se hizo el anuncio, y "esta semana," como afirma el Dr. Daniel B. Wallace, "marcó la primera vez que todas estas páginas podrían ser vistas." Visite el sitio en internet Codex Sinaiticus.

Por otro lado, el Dr. Wallace, en su artículo, desmiente afirmaciones incorrectas que los medios de comunicación hacen acerca del códice Sinaítico. Afirmaciones como: "la Biblia más antigua del mundo," "La copia sobreviente más primitiva de los Evangelios," etc. Michael F. Bird y Steve Runge resaltan esta nota.

viernes, 10 de julio de 2009

Ediciones en latín y francés de la Institución

Foto: archive.org




Para quienes están interesados, existen ediciones en latín y francés de la obra de Calvino Institución de la Religión Cristiana. Estas son ediciones que se pueden descargar:
  1. Institutio Christianae religionis, esta es una edición en latín (1569).
  2. Institution de la religion chrestienne I y II, esta es una edición en francés (1859).
Casi toda la suma de nuestra sabiduría, que de veras se deba tener por verdadera y sólida sabiduría, consiste en dos puntos: a saber, en el conocimiento que el hombre debe tener de Dios, y en el conocimiento que debe tener de sí mismo.



Calvino

Institución de la Religión Cristiana por Juan Calvino






En el anterior artículo coloqué algunos vínculos para descargar en formato PDF el libro Institución de la Religión Cristiana de Juan Calvino. Este es probablemente el libro más importante para comprender la teología de Calvino. Nick ha escrito un artículo de homenaje a este libro (en inglés). Pero, en realidad no es comparable a poseer un ejemplar real, en papel y tinta. Recomiendo que se compre los dos tomos de la edición en español. Y, es que amo los libros. Al parecer, mi hijo ama los tomos de la Institución de Calvino ;-).


La edición española que tengo es la 4a Edición Inalterada de 1994 (dos volúmenes). Basada en la traducción de Cipriano de Valera en 1597, reeditada por Luis de Usoz y Río en 1858, Nueva Edición Revisada en 1967, 2a Edición Inalterada 1981, 3a Edición Inalterada 1986.




500 años del nacimiento de Juan Calvino


Foto: Retrato de Juan Calvino (faculty.etsu.edu)

Un día como hoy, el 10 de julio de 1509, nació Jean Cauvin (lat. Calvinus) en Noyon, Francia. De acuerdo o no, sencillamente Juan Calvino no puede ser ignorado. Una buena lectura es el libro de Calvino titulado Institución de la Religión Cristiana, que se puede descargar en formato PDF desde la página de Fundación Editorial de Literatura Reformada (FELiRe).


Este vídeo es un interesante resumen de la vida de Calvino.
Enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=xPPWJUZ1zRI






Actualización: otra versión en PDF Tomo I y Tomo II (del libro Institución)

jueves, 9 de julio de 2009

Frank vs Francis Schaeffer y Éx. 20.12

Foto: interfaithradio.org


Uno de los primeros autores que leí fue el finado Francis Schaeffer. Su trabajo como crítico de la cultura contemporánea despertó mi interés por indagar sobre la teología y la filosofía contemporánea. Entiendo que como cualquier cristiano, Francis Schaeffer no era infalible ni perfecto. Ha sido criticado por muchos otros autores serios. Lo que me sorprende es que el enemigo más implacable que ha tenido el Dr. Francis Schaeffer es su propio hijo Frank Schaeffer. Pues, Frank Schaeffer se alejó del protestantismo y se unió a la iglesia ortodoxa. Las críticas de Frank Schaeffer a los evangélicos han sido severas. Pero, la persona que más ha criticado es a su padre, y no sólo a su padre, sino también a su madre, Edith Schaeffer. Frank Schaeffer muestra en su libro Crazy for God a un fanático, hipócrita y violento Francis Schaeffer. Los esposos Schaeffer, de acuerdo a Frank Schaeffer, estaban “locos por Dios.” Os Guinness, quien ha convivido con los Schaeffer y con el mismo Frank Schaeffer, ha escrito una crítica acerca de este libro.

No se espera que los hijos estén de acuerdo en todo con sus padres, eso es obvio (¡tengo dos hijos!). Sin embargo, en casos como éste, me pregunto ¿cuál es el alcance del mandamiento de honrar a los padres?




כַּבֵּד אֶת־אָבִיךָ וְאֶת־אִמֶּךָ


Honra a tu padre y a tu madre


Ex. 20.12


La palabra כַּבֵּד está en Piel imperativo, y significa “honrar.”[1] Me agrada el comentario que hace Nahum M. Sarna:


De hecho, la obligación de respetar es gozada solamente por Dios y por los padres, y el ofensor en cualquiera de las dos instancias es propenso a la pena máxima. Los paralelos apuntan a la suprema importancia que la Torah asigna a la integridad de la familia para beneficio de la estabilidad de la sociedad y de la continuidad generacional. La vida familiar es la roca sobre la cual la sociedad judía descansa. Ningún otro ítem en el Decálogo es formulado de un modo similar únicamente en términos positivos, y para ningún otro hay una promesa de recompensa. El profeta Ezequiel incluyó la deshonra a los padres entre los pecados graves que caracterizaron la generación de la destrucción del Primer Templo.[2]



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[1] HALOT, 455-6.

[2] Nahum M. Sarna, Exodus (The JPS Torah Commentary; Philadelphia: Jewish Publication Society, 1991), 113.