viernes, 17 de julio de 2009

3Jn. 2: Gordon D. Fee vs David Yonggi Cho et al.


En un anterior artículo me refería a la exégesis de 3Jn. 2, y el modo de entender dicho texto por Oral Roberts y David Yonggi Cho.
D. Yonggi Cho ha escrito todo un libro basado en dicho texto: Las Tres Bendiciones en Cristo: cómo reclamarlas y obtenerlas (Bs. As.: Peniel, 2005). Por otro lado, G. D. Fee hace el siguiente comentario:

Aun entre la gente más ortodoxa en teología, sin embargo, muchas ideas extrañas ganan aceptación en varios campos. Por ejemplo, uno de los movimientos actuales entre los protestantes americanos, especialmente los carismáticos, es el llamado evangelio de salud y riqueza. Las "buenas nuevas" son que la voluntad de Dios para sus hijos es la prosperidad económica y material. Uno de los abogados de este "evangelio" comienza su libro con un argumento a favor del "sentido sencillo" de la Escritura y afirmando que él le da el primer lugar a la Palabra de Dios durante su estudio. Dice que lo que cuenta no es lo que pensamos que dice sino lo que en realidad dice. El busca el "significado sencillo". Pero uno comienza a dudar de lo que en realidad sea el "significado sencillo", cuando se dice que la prosperidad económica es la voluntad de Dios, con base en un texto como 3 Juan 2: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma", un texto que en realidad no tiene que ver en nada con la prosperidad económica. Otro ejemplo toma el significado sencillo de la historia del joven rico (Marcos 10:17-22), precisamente como lo opuesto de "lo que en realidad dice", y atribuye la "interpretación" al Espfritu Santo. Con todo derecho. uno puede dudar de si en verdad se busca el significado sencillo; tal vez el significado sea lo que tal escritor quiere que el texto signifique, para apoyar sus propias ideas.[1]


Hank Hanegraaff, cita estas afirmaciones de G. D. Fee (The Disease of the Health and Wealth Gospels):

¿Manejan de manera apropiada Oral y Evelyn este pasaje? ¡La respuesta es un NO bien enfático! Recuerde que debemos tomar en cuenta el contexto histórico del pasaje. Las palabras del texto fueron las iniciales en la carta que Juan dirige a su amigo Gayo, y tal como lo específica el erudito bíblico Gordon Fee, estas palabras “eran la manera acostumbrada de presentar el saludo en una carta personal de la antigüedad”. Fee concluye que “extender los deseos de Juan para con su amigo Gayo a la noción de que todos los cristianos deberían disfrutar de prosperidad material y financiera, es completamente ajeno al texto. Esa no fue la intención de Juan, ni pudo ser la forma en que lo entendió Gayo. En resumen, ése no es el "significado evidente" del texto. Además, resulta provechoso saber que la palabra griega que se traduce “próspero”, significa “que te vaya bien en tus relaciones con los demás”.[2]

Creo que estas citas expresan con claridad cómo se está usando la Biblia para apoyar las ideas del movimiento de prosperidad.
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[1] Gordon D. Fee & Douglas Stuart, La Lectura eficaz de la Biblia (Miami: Vida, 1985), 14.
[2] Hank Hanegraaff, Cristianismo en Crisis (Miami: UNILIT, 1993), 241.

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