Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
πάντα ἰσχύω ἐν τῷ ἐνδυναμοῦντί με
Un hijo le pidió a su padre que participe con él en una carrera. El padre, quien tenía un problema en el corazón, no se negó. Luego de participar en la carrera, el hijo le pedía participar en carreras y maratones. Un día el hijo le pidió para participar en la prueba del "hombre de acero". El padre aceptó, pero no sabía de qué se trataba. El "hombre de acero" era una triatlón. Si deseas ver lo que pasó haz clic aquí para ver el video. Y sabrás por qué usé la cita de Filipenses, aunque en el contexto Pablo la aplica a sus necesidades físicas de subsistencia, creo que tiene una aplicación más amplia.
Filipenses 4.13 es un versículo que ha sido mal interpretado. Esta cita de D. A. Carson mostrará lo que estoy diciendo:
Así es, coincido con D. A. Carson ¡es horrible tal interpretación! Por ello, es saludable darle una ojeada a algunos aspectos de la exégesis de este texto. Aquí hago un sumario. Y luego, releer el texto con esta información (cf. el excelente sumario de J. Harold Greenlee, An Exegetical Summary of Philippians [Dallas: Summer Institute of Linguistics, 1992], Flp 4.13).Este versículo es a menudo arrancado de su contexto. Pablo no pretende ser una especie de “superman”, porque es cristiano y Dios está de su lado. La palabra “todo” en este versículo ciertamente no es ilimitada, como si se pudiera leer a Pablo diciendo: “yo puedo resucitar a los muertos” o “yo puedo caminar sobre el agua” o “yo les puedo mostrar cómo la fusión fría es una posibilidad práctica”. Por la misma razón, el versículo no debe ser desplegado por los líderes de la iglesia bien intencionados pero mal informados que están tratando de manipular a los miembros de la iglesia a hacer algo que realmente no creen que podrían hacer: “Pero señora Jones, usted no puede decir que no acepta nuestra invitación para enseñar a niños de diez años, sólo porque usted nunca antes ha enseñado una clase de escuela dominical, o simplemente porque usted siente que no tiene los dones, el llamamiento o el interés en esta área. Después de todo, Pablo nos enseña que podemos hacer todas las cosas en Cristo que nos fortalece”. Eso es horrible.[1]
πάντα ἰσχύω ἐν τῷ ἐνδυναμοῦντί με.
πάντα (adjetivo indefinido acusativo plural neutro) tiene una posición enfática al inicio de la frase que alude a la expresión ἐν παντὶ καὶ πᾶσιν “en todo y por todo” del v. 12 (Fee). Se debe señalar que πάντα se refiere primariamente al tema de la escasez y de la abundancia. Pero, eso no significa que esta frase quede limitada a dicho ámbito. Esta frase expresa la realidad total de la vida del apóstol.
ἰσχύω (indicativo presente activo primera persona singular) significa “tener fuerza” (Beare, Plummer), “tener la fuerza para” (LN 74.9), “ser fuerte” (Lenski, Moule), “ser suficientemente fuerte”, “tener poder” (BDAG), “tener el poder” (Hawthorne), “ser hábil” (BDAG, LN). La frase πάντα ἰσχύω “soy fuerte, capaz de hacer frente a todo” (Reumann) en el tiempo presente indica un estado general o atemporal, o un estado de continuidad, significando que Pablo siempre tiene esta fortaleza que proviene de Cristo. La voz activa del verbo se enfoca en la suficiencia de Pablo.
La preposición ἐν con objeto dativo significa “en”, “en union con”, “cuando unido con”, “en conección con”, “a través de”, “por medio de”. Esta preposición señala la fuente de la fortaleza de Pablo. El significado es evidente: es por medio de la unión espiritual con Cristo. Jesucristo es quien le da a Pablo la fortaleza.
El nombre Χριστῷ no aparece en los manuscritos más antiguos (א* A B D* I 33 629 1739 pc lat co). Al parecer, dada la importancia de la frase “en Cristo” en esta carta, los escribas dieron por sentado que se trataba de Cristo e hicieron explícito lo que para Pablo estaba implícito (cf. Fee, aparato crítico de NA27). Es decir, que aunque no aparece en los manuscritos antiguos el nombre de Nuestro Señor, casi la totalidad de eruditos coincide que Pablo se refiere a Jesucristo.
ἐνδυναμοῦντί (participio presente activo de ἐνδυναμόω) “capacitar” (LN 74.6), “hacer (a alguien) capaz” (LN, Moule), “habilitar” (LN, Lenski), “dar poder”, “hacer fuerte”, “fortalecer” (BDAG). La frase participial τῷ ἐνδυναμοῦντί “Aquél quien me capacita”, usa el presente para indicar un fortalecimiento continuo.
Así el versículo puede ser traducido: “Soy fuerte, capaz de hacer frente a todo, a través de Aquél que me fortalece”. Y podemos concluir con el Dr. Carson:
La palabra “todo” que usa Pablo está limitada por el contexto. Su punto es que en cualquiera de las circunstancias en que se encuentra, ya sea con el rico y el poder o con el pobre y la carencia de poder, ya sea predicando a considerables multitudes con unción o encarcelado en una prisión inmunda, ha aprendido a abandonarse en Dios y a estar contento. Dios puede hacer todas estas cosas, todo lo que Dios le asigna a hacer, a través de Aquél que le fortalece. Que el evangelio avance, que se haga la voluntad de Dios en mí y a través de mí, Pablo está diciendo, yo estoy contento, porque puedo confiar en Aquél que siempre me fortalece para hacer lo que me asigna.[2]Aunque Pablo usa un lenguaje común de su época, que los mismos filósofos estoicos usaban (Barclay) para referirse a su autosuficiencia, el apóstol se opone a esta filosofía. La suficiencia de Pablo no estaba en sus facultades, este texto lo que enseña es que para Pablo ¡Cristo era suficiente! Precisamente muchas aplicaciones de este texto están en contra de lo que enseña el texto mismo. No se trata de la autosuficiencia del creyente, sino de la suficiencia de Cristo. El punto es que Pablo con mayor frecuencia se encontró en medio de situaciones adversas. Y aprendió a no resaltar "Todo LO PUEDO", sino "Todo lo puedo EN CRISTO que me fortalece". ¡Lo mejor es que aunque falte todo, Cristo lo sea todo para nosotros!
F. F. Bruce, Philippians (NIBC; Peabody: Hendrickson, 1989), 151.
Gerald F. Hawthorne, Philippians (WBC 43; Dallas: Word, 2004), 266-267.
Gordon D. Fee, Paul's Letter to the Philippians (NICNT; Grand Rapids: Eerdmans, 1995), 434-436.
John Reumann, Philippians (AB; New Haven; London: Yale University Press, 2008), 656-657.
Markus Bockmuehl, The Epistle to the Philippians (BNTC; Peabody: Hendrickson, 1997), 262.
Marvin Richardson Vincent, A Critical and Exegetical Commentary on the Epistles to the Philippians and to Philemon (ICC 38; New York: Scribner's, 1897), 145-146. Vista completa aquí.
Moisés Silva, Philippians (2a ed.; BECNT; Grand Rapids: Baker, 2005), 202-205.
Peter Thomas O'Brien, The Epistle to the Philippians (NIGTC; Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1991), 526-527.
Richard R. Melick, Philippians, Colossians, Philemon (NAC 32; Nashville: Broadman & Holman, 1991), 154-155.
William Barclay, The Letters to the Philippians, Colossians, and Thessalonians (edic. rev. ; Philadelphia: Westminster, 1975), 83-85.
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[1] D. A. Carson, Basics for Believers: An Exposition of Philippians (Grand Rapids: Baker, 1996), 119.
[2] Ibid.